Madrid.-La noticia de que el segundo negativo confirmó esta tarde la ausencia de virus deébola en el cuerpo de la técnico sanitario Teresa Romero fue recibida con honda satisfacción en la sociedad española, preocupada desde el primer día por la suerte de la enferma, cuya gravedad fue extrema en las primeras semanas, y extremadamente ofendida, al mismo tiempo, por el artero comportamiento de quienes desde las Administraciones públicas, especialmente el Gobierno de Madrid y algún que otro médico, trataron de culpar a una sacrificada profesional del conjunto de despropósitos y chapuzas cometidas por esas mismas administraciones. Teresa aún tendrá que acabar de reponerse, pero lo peor, felizmente, ya ha pasado.
En cuanto a la actuación de las administraciones, el Consejo General de la Enfermería, por boca de su presidente, hizo público hoy un demoledor, y esclarecedor, informe sobre los despropósitos y errores de bulto cometidos al principio de la crisis.
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FOTO: Cumbre Social @SocialcumbreS ·/Twitter
