Avelino Corma, premio Príncipe de Asturias de Investigación por su contribución a la sostenibilidad

Avelino Corma, premio Príncipe de Asturias de Investigación por su contribución a la sostenibilidad
 

Los químicos Avelino Corma Canós (España), Mark E. Davis (Estados Unidos) y Galen D. Stucky (Estados Unidos) han sido galardonados con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2014, según ha hecho público hoy en Oviedo el jurado encargado de su concesión.

Esta candidatura ha sido propuesta por el Consejo de Gobierno de la Universidad Politécnica de Valencia y apoyada, entre otros, por Santiago Grisolía, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 1990.

 

Las contribuciones científicas y técnicas de estos tres químicos han abierto nuevas e importantísimas líneas de trabajo que se sitúan en las fronteras del conocimiento actual, con aplicaciones en campos muy diversos como la reducción de emisiones contaminantes de vehículos y fábricas, la mejora de los alimentos, la depuración de aguas, los procesos de refinado del petróleo y en la industria química en general. Los químicos Avelino Corma, Mark E. Davis y Galen D. Stucky ocupan una posición de vanguardia a nivel internacional en el ámbito de la creación de nuevos materiales, concretamente de los microporosos y los mesoporosos. Los primeros se caracterizan por poseer una estructura con poro de diámetro inferior a 2 nanómetros, entre los que se encuentran las zeolitas, aluminosilicatos naturales o artificiales de extraordinarias propiedades absorbentes y como catalizadores industriales. Los segundos tienen poros de hasta 50 nanómetros de diámetro y abarcan sustancias como diversos tipos de sílice, alúmina u óxidos de diferentes elementos mecánicos.

 

Avelino Corma Canós 


Avelino Corma Canós (Moncófar, Castellón, 1951) se licenció en Química en la Universidad de Valencia y se doctoró en 1976 en la Complutense de Madrid. Tras dos años de estudios en la Queen’s University de Kingston (Canadá), se incorporó al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) como investigador en 1979 y como profesor de investigación en 1987. Entre 1990 y 2010 dirigió el Instituto de Tecnología Química, perteneciente a la Politécnica de Valencia y al CSIC, considerado uno de los centros de referencia en el campo de los procesos catalíticos. En la actualidad, es profesor de investigación de este Instituto. Reconocido como una autoridad internacional en el campo de la catálisis heterogénea, Corma trabaja en la creación de nueva materia compuesta de nanoporos que se forman por autoensamblaje de moléculas orgánicas e inorgánicas. Utiliza las cavidades y poros de tamaño molecular para generar espacios confinados y centros activos, que cambian la estructura y reactividad de las moléculas, dando lugar a procesos catalíticos que transcurren con una mayor selectividad.

Autor de más de 100 patentes de invención, ha escrito tres libros y ha publicado más de 900 artículos en revistas internacionales, situándose entre los 25 químicos del mundo −el primer español− más citados. En Nature –Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2007– publicó un nuevo concepto para la síntesis de tamices moleculares que permite sintetizar la Zeolita A, entre otras cosas, como aditivo de catalizadores para la industria petroquímica y de refinado. Science –Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2007– dio a conocer otro de sus trabajos, sobre un catalizador de nanopartículas de oro que reduce el grupo nitro de una molécula, sin alterar el resto de grupos, que tendría aplicaciones en la lucha contra el cáncer. Doctor honoris causa por una decena de universidades y miembro extranjero de la Royal Society de Londres –Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2011–, entre los galardones que ha recibido destacan el Nacional de Investigación (1995), el G. Ciapetta Award (EE.UU., 1998), el Rey Jaime I (2000), el Europeo de Catálisis François Gault (2002), el Breck Award de la International Zeolite Association (2004), el Premio de la Real Sociedad Española de Química (2006), el Premio Gabor A. Somorjai (EE.UU., 2008), el Boudart Award in Advanced Catalysis (EE.UU., 2009) y el ENI Award New Frontiers of Hydrocarbons (Italia, 2010).

Mark E. Davis 

Mark E. Davis (Ellwood City, Pensilvania, EE.UU., 1955) estudió Ingeniería Química en la Universidad de Kentucky, en la que se doctoró en 1981. Entre 1981 y 1990 fue docente en la Virginia Polytechnic and State University y, en 1991, tras un año como profesor visitante en Stanford, empezó a trabajar en el Instituto de Tecnología de California (Caltech), donde actualmente es Warren and Katharine Schlinger Professor de Ingeniería Química. Desde 2004 también es miembro del Programa de Terapias Experimentales del City of Hope Comprehensive Cancer Center. Davis comenzó a trabajar en el campo de las zeolitas en Virginia. Durante las décadas de los 80 y los 90, inició numerosos programas de síntesis de materiales y creó nuevas clases de catalizadores y tamices moleculares. Uno de los grandes éxitos de su grupo fue expandir el tamaño estándar del poro de la zeolita, que variaba desde los 0.2 a los 0.8 nanómetros, a más de 1 nanómetro. El grupo de Davis también creó la técnica denominada catálisis en fase acuosa soportada, que puede ser usada para la síntesis de medicamentos quirales de soporte sólido, de gran beneficio para la industria farmacéutica. Desde Caltech, Davis ha estado trabajando en un material sintético que puede imitar la capacidad de las enzimas para orquestar lo que se denomina reacción ácido-base cooperativa. También comenzó a investigar en el campo de los biomateriales y, poco después, su mujer sufrió un cáncer de mama, lo que llevó a Davis, tras conocer los efectos de la quimioterapia, a dirigir sus esfuerzos hacia la búsqueda de nuevas vías de administrar las terapias contra el cáncer de manera más específica. Sus primeros éxitos llegaron al cargar nanopartículas con base de ciclodextrina con el anticancerígeno camptotecina e inyectar este compuesto en grupos de ratones con varios tipos de cáncer. El experimento funcionó, ya que la ciclodextrina protegió el medicamento del ambiente ligeramente alcalino de la sangre de los animales y evitó que fuera excretado. Esta terapia está actualmente en fase I de ensayo clínico.

Autor de numerosos artículos científicos, Davis es miembro del consejo editorial de Molecular Therapy-Nucleic Acids, Drug Delivery and Translational Research, Proceedings of the National Academy of Science y Nucleic Acid Therapeutics, entre otras publicaciones. Es miembro del Instituto Americano de Ingenieros Químicos, la Sociedad Química Americana, la Asociación Americana de Investigación del Cáncer, la Academia Nacional de Ingeniería y la Academia Nacional de Ciencias. Davis ha sido distinguido, entre otros, con el Presidential Young Investigator Award (1985), el Donald Breck Award de la International Zeolite Association (1989), el Alan T. Waterman Award –primer ingeniero que lo recibió– de la National Science Foundation (1990), el Elmer Gaden Award de la Sociedad Química Americana (2009) y el Gabor A. Somorjai Award for Creative Research in Catalysis (2014). En 2008 el Instituto Americano de Ingenieros Químicos, con motivo de su centenario, lo incluyó en su lista “One Hundred Engineers of the Modern Era”.

Galen D. Stucky 

Galen D. Stucky (McPherson, Kansas, 1936) se licenció en Química y Física en el McPherson College en 1957 y se doctoró en Química Física en 1962 en la Iowa State University. Fue investigador postdoctoral en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (1962-1963) y en el Quantum Chemistry Institute de Gainesville (1963). Posteriormente trabajó en la Universidad de Illinois (1964-1980), en el Sandia National Laboratory (1979-1981) y el DuPont Central Research and Development (1981-1985). En 1985 ingresó como docente en la Universidad de California en Santa Bárbara, donde actualmente es profesor del Departamento de Química y Bioquímica y del Departamento de Materiales, así como miembro del Programa Interdepartamental de Ciencia Biomolecular e Ingeniería. También es profesor visitante de la Universidad de Pekín. El trabajo de Stucky figura en la vanguardia de la demostración de cómo los materiales porosos pueden ser selectivamente convertidos en las morfologías deseadas para aplicaciones ópticas, de catálisis y de separación. También ha desarrollado estudios in vivo de biomineralización que, actualmente, está aplicando a la síntesis de materiales in vitro. Sus actuales líneas de investigación tienen como objetivo general el diseño y síntesis de nuevos materiales y la creación de sistemas 3-D multifuncionales a través de ensamblaje molecular cooperativo. Biomateriales, materiales polímeros orgánicos o inorgánicos nanoestructurados, tamices moleculares, materiales mesoporosos, termoeléctricos, catalíticos y electroópticos están siendo sintetizados y estudiados por el grupo de Stucky. Autor de más de 700 artículos científicos, tiene en su poder 28 patentes y es editor asociado de Journal of Inorganic Chemistry.

Miembro de la Sociedad Química Americana, de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia y de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias, es profesor honorario de la Universidad Fudan de Shanghái. Entre los reconocimientos que ha recibido se encuentran el Humboldt Research Prize (2000), el American Chemical Society Award in Chemistry of Materials (2002) y el International Mesostructured Materials Association Award (2004). En 2008 recibió el Advanced Technology Applications for Combat Casualty Care Award del Departamento de Defensa de Estados Unidos por el desarrollo de una gasa coagulante que ayudó a salvar la vida de soldados con heridas severas en Irak y Afganistán.

Los Premios Príncipe de Asturias están destinados, según los Estatutos de la Fundación, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional”. Conforme a estos principios, el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica se concederá a aquellos “cuyos descubrimientos y/o inventos representen una contribución relevante para el progreso y el bienestar de la humanidad en los campos de las matemáticas, la astronomía y la astrofísica, la física, la química, las ciencias de la vida, las ciencias médicas, las ciencias de la Tierra y del espacio y las ciencias tecnológicas, incluyendo las disciplinas correspondientes a cada uno de dichos ámbitos y las técnicas relacionadas con ellas”.

En esta edición concurrían un total de 39 candidaturas procedentes de Alemania, Argentina, Bélgica, China, Estados Unidos, Francia, Hungría, India, Italia, Japón, Jordania, México, Paraguay, Portugal, Reino Unido, Suiza y España.

Este ha sido el cuarto de los ocho Premios Príncipe de Asturias que se conceden este año, en que cumplen su trigésimo cuarta edición. Anteriormente fueron otorgados los Premios Príncipe de Asturias de las Artes al arquitecto estadounidense Frank O. Gehry, de Ciencias Sociales al historiador francés Joseph Pérez, y de Comunicación y Humanidades al humorista gráfico argentino español Joaquín Salvador Lavado Tejón, Quino.  

 

Foto: www.avelinocorma.es

 


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