Las asambleas de trabajadores de HUNOSA han ratificado la propuesta de los sindicatos SOMA-FITAG UGT y la federación de Industria de CCOO de llevar a cabo ocho días de huelga en los centros de trabajo de la empresa minera, durante el mes de marzo. Así lo anunciaron los secretarios Generales de ambos sindicatos, en el transcurso de la rueda de prensa celebrada en el sede autonómica de UGT Asturias.

El detonante de este medida fué la intransigencia de la dirección de HUNOSA durante el proceso de negociación

del Plan de empresa que, en palabras del secretario General de SOMA-FITAG UGT, no es más que “una trayectoria de bandazos en la postura de la empresa, que no nos está llevando a ninguna parte”.

Alperi denunció que, tras la reunión del lunes pasado, la negociación se queda en una  mera hipótesis de futuro que no augura nada bueno ya que la propuesta que HUNOSA sobre la mesa, supone la pérdida de 197 puestos de trabajo, “algo inasumible para los trabajadores”.

Los secretarios Generales de ambos sindicatos denunciaron la falta de voluntad política de una apuesta clara por el futuro de la empresa, señalando José Luis Alperi que, tanto la dirección de HUNOSA, como la dirección del Partido Popular en Asturias “están secuestrados por la SEPI y los ayuntamientos del PP en las cuencas minera se están comportando como meros espectadores del proceso”. Lo único que hacen, tanto la dirección de la empresa como el PP, son “meros gestos de cara a la galería, lo que evidencia una clara falta de voluntad política para avanzar solucionar la situación”, aclaró el secretario General del SOMA-FITAG.

Según explicaron ambos secretarios Generales, la convocatoria de huelga “no supone una ruptura de la negociación, si no que  se trata de una medida más de la negociación colectiva, para forzar a la empresa a negociar con seriedad el Plan de Empresa, el Plan social y el convenio.

La rueda de prensa finalizó con un llamamiento a la dirección de HUNOSA para avanzar en el diálogo y el acuerdo. Así lo puso de manifiesto José Luis Alperi, que señaló que “los sindicatos estamos dispuestos a hablar, pero el diálogo deber ser una voluntad de las dos partes. No puede haber diálogo cuando una de las partes renuncia a ello”.