Sueños prohibidos (microrrelato)

Sueños prohibidos (microrrelato)

Llevo enterrados en mi almohada una inmensurable cantidad de sueños. Tantos y tan intensos, que a menudo más que dormido me mantienen desvelado. El nombre de mi amada debo guardarlo secreto, oculto como si fuera algo ignominioso. Sólo puedo pronunciarlo cuando me encuentro solo en mi casa, cuando nadie puede oírlo. No puedo decirle a ella que, en sueños, la he besado millones de veces, que mis manos han moldeado su cuerpo cálido, palpitante, sedoso, que me lo ha ofrecido desnudo, entregado. Ella no lo sabrá nunca. Nadie lo sabrá nunca. Tampoco lo sabrá su dueño. Y aún menos mi dueña. Tengo que guardarlo bien encerrado dentro de mí y hay momentos que me asfixia. Me tortura. Me duele. Me causa insoportables sufrimientos. Nunca imaginé, cuando esto comenzó, que soñar pudiera ser tan terrible, que soñar con ella pudiera irme matando poco a poco, que es lo que me está haciendo. Pobres de los enamorados que no son correspondidos, porque la vida equivocó el ensamblar sus sentimientos.

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