El campo asturiano se rebela contra el lobo

El campo asturiano se rebela contra el lobo

Redacción AM.-Los ovetenses de más edad, a su paso por las cercanías de Suárez de la Riva, de camino al Fontán, o a Cabo Noval, se preguntaban si la Ascensión, por fin, había vuelto a Oviedo, aunque fuese a destiempo. Alguna moñiga, dos otres cagades de caballo y la evidencia de ver subir por la calle Principado varias reatas de vaques del país, con xatinos incluídos, algunos equinos, un asturcón, cabres con cara de pocos amigos y colores varios, una multitud de paisanos con guiada, boina calada y gesto serio podían ser la estampa misma de la ascensión. Lo que ya desentonaba era la cara de cabreo general de los pastores y ganaderos y el gran despliegue policial, lógico en un protesta justo entre el Parlamento de Asturias, la Junta General, y el Palacio de Gobierno del Principado. "La Ascensión no, señora, la rebelión", le espetó uno del público a una viandante inquisitva. Alguno de los policías desplegados alrededor de la concentración protesta parecía mirar al ganado, especialmente a una vaca tocante los mil kilos, como preguntándose qué hacer en caso de requerirse disolución inmediata del personal.

 

 

 

"Los montes no son vuestros", en referencia a la prohibición de rozas y cortas que llenan Asturias de matos y cotolles, o "vamos a hacer los quesos con leche de loba?", como preguntaba otra pancarta más práctica, dan idea al lector de por dóndevan los tiros en la manifestación pidiendo algo tan justo como una legislación que regule su actividad, devuelva la autonomía al colectivo para gestionar el monte, y permita la eliminación del matorral y de la presencia del lobo en zonas de explotación.

   Así lo explicaron a Europa Press varios representantes del colectivo en general, y de varias asociaciones en particular, entre ellos Juan Antonio Valladares, de la plataforma GEA (Ganadería Estensiva d'Asturies), José Antonio García, regidor de Pastos de Picos de Europa, o Anselmo García, ganadero en extensivo de Teverga.

   "La situación de la ganadería tradicional en Asturias es insostenible", ha comenzado advirtiendo Valladares, desde que las Administraciones, especialmente a partir de los años 50, han ido quitando la gestión tradicional del monte a los ganaderos para centralizarla.

   Los dos principales problemas que denuncia el sector vienen, según han explicado, de esta situación. La proliferación de espacios protegidos gestionados por las administraciones, en lugar de por los propios ganaderos, así como planes de gestión como el del Lobo, impiden la actuación contra la presencia excesiva de este depredador o contra el aumento del matorral que cierra los pastos.

   Anselmo García ha señalado que los espacios protegidos "para fomentar el turismo" son dignos de protección precisamente porque han sido conservados durante los años por el ganadero tradicional, al que ahora se le impide gestionar el monte.

 


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