La osina rescatada en Cangas del Narcea evoluciona favorablemente

La osina rescatada en Cangas del Narcea evoluciona favorablemente

El animal, que se encuentra en el Centro de Recuperación de la Fauna de Sobrescobio, ya pesa 14,2 kilogramos

 

·        Molina está en observación veterinaria permanente y serán los veterinarios los que decidirán sobre la operación de la lesión detectada en la articulación coxo fermoral izquierda

 

 

Asturias.-La osezna rescatada el pasado 19 de septiembre en Riomolín (Cangas del Narcea) evoluciona favorablemente de las graves dolencias que presentaba en el momento de su localización. El animal, que se encuentra desde el pasado 1 de octubre en las instalaciones del Centro de Recuperación de la Fauna de Sobrescobio, está siendo sometido a cuidados y vigilancia veterinarios de forma permanente.

 

Desde su llegada al citado centro, Molina -tal como le han denominado en alusión al lugar donde fue rescatada-, ha venido experimentando una mejoría que resulta visible día a día, según han transmitido los veterinarios oficiales a la Dirección General de Recursos Naturales del Principado.  

 

El animal ya pesa 14,2 kilogramos, frente a los seis kilogramos que pesaba al ser rescatado. No obstante, aún no ha alcanzado el peso que debería tener una osezna de su edad. Por ello, aunque está recuperando fuerzas, la Dirección General de Recursos Naturales es prudente a la hora de realizar una valoración, dado el estado grave en el que se encontraba cuando fue rescatada.

 

En cuanto a la conveniencia o no de una operación quirúrgica, debido a la lesión detectada en la articulación coxo femoral izquierda, la decisión dependerá del equipo de veterinario encargado de evaluar el estado físico del animal y de realizarle las pruebas pertinentes.

 

La dieta de la osezna ha ido cambiando en función de su progreso. Así, se le han proporcionado alimentos similares a los que podrá encontrar en el medio natural como frutas frescas, frutos secos, castañas, vegetales, miel, larvas, fibra y carne de caza, que ha identificado rápidamente, aceptándola y asimilándola con facilidad. Además, para comprobar su evolución, también se le ha ido proporcionando distintos materiales naturales, como troncos, ramas y hojas, en los que se ha escondido comida para que Molina aprenda a buscarla.

 

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