Los secretos de Bueño

Los secretos de Bueño

 

Bueño/Carmen Peláez/AM.-Los que no somos de pueblo nos asombramos con cualquier cosa, es verdad, pero ver una peli sentados en medio de una plaza y que se oiga balar a una oveja en la lejanía puede llegar a ser una experiencia poética. Anoche, en Bueño, lo fue.

Los privilegiados vecinos de este pueblo cercano, límpido y tradicional, y algunos otros que nos colamos – siempre bien recibidos- pudimos ver “Secretos del corazón” mientras la noche caía y el fresco nocturno se adueñaba de todo. Al pie del hórreo que preside la plaza seguimos ensimismados el descubrimiento del mundo a través de la mirada de un niño, Javi, que hacía preguntas tan difíciles como son siempre las de los niños. “ Mamá, ¿dónde se guardan los secretos?”.

 

Y sonreímos, y reímos abiertamente a veces, abstraídos en la pantalla mientras a nuestro alrededor seguía la vida de un pueblo tranquilo con niños y niñas jugando en las calles sin miedo a sicópatas; transitando por calles iluminadas a medias sin temor a sicópatas. Bueño es, sobre todo y con muchas cosas más, un pueblo sin miedo.

En la plaza, una pareja joven con dos niños que aparcan sus monociclos junto a las sillas del cine de verano. Dos amigas de avanzada edad con sus chaquetas sobre los hombros que se saludan y se sientan juntas. Parejas de todas las edades. Dos amigas que llegan desde Oviedo atraídas por ese encanto de encaje antiguo del cine al aire libre. Todos juntos, compartiendo las emociones y descubriendo el mundo a través de los grandes ojos de un niño, magistralmente dirigido por el genio de un director español, Montxo Armendáriz.

 

Dos horas hechiceras en las que los “fin de la cita” y otros asuntos del orden del día del siglo en curso quedaron fuera como si una cápsula mágica, en la máquina del tiempo que es Bueño, nos protegiera y nos cuidara. Como si el mundo estuviera en orden.

Pero eso no es todo, el ciclo de cine de verano al aire libre de Bueño no termina ahí. El próximo día 9 de agosto hay otra cita. La película a exhibir es “Mararía” y hay una santera, amor del bueno, tragedia… ¿Se lo van a perder? Es su oportunidad de salirse del tiempo, yoga para el alma, y suspirar en el Lanzarote de los años 30.

 

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