Los datos que hemos conocido hoy sobre el mercado laboral asturiano en junio reflejan la mejoría habitual en este período, si bien debe tenerse en cuenta que ésta tiene un fuerte componente estacional.

Se han reducido los parados registrados en todos los sectores de actividad, contabilizando 3.251 inscritos menos que el mes anterior (-3,1%) al tiempo que han aumentado los afiliados laborales a la Seguridad Social en 934 personas (0,27%). Se trata de una mejoría mensual más intensa que la reflejada por los indicadores nacionales, pero que no logra corregir el balance interanual más negativo que viene arrastrando la región.

Cualquier bajada del paro es importante y positiva, pero debemos de ser cautos en el optimismo y esperar a ver la evolución en el tramo final del ejercicio, una vez finalice la temporada estival. Las previsiones apuntan hacia una cierta mejora en la actividad, pero la persistente debilidad de la demanda interna, los efectos de las subidas de impuestos, el recorte de la inversión pública, las dificultades de financiación y la elevada incertidumbre siguen siendo importantes riesgos a la baja. En cualquier caso, debemos tener en cuenta que el efecto sobre el empleo neto será necesariamente posterior a una mejora suficiente en la actividad.