Vecinos de Cimadevilla reclaman más control de la seguridad nocturna

Vecinos de Cimadevilla reclaman más control de la seguridad nocturna

Gijón.-La presidenta del Partido Popular de Gijón, Ángeles Fernández-Ahúja, y las concejalas Maite Menéndez y Raquel Vega se reunieron con la Asociación de Vecinos Gigia Cimadevilla, encabezada por su presidenta, Aida Artime.

 Durante el encuentro se han abordado diversas cuestiones, como los casos de vandalismo nocturno durante los fines de semana y el acceso del tráfico al barrio alto. Respecto al primer asunto, los vecinos pidieron un mayor control policial para disuadir la formación de ‘botellones’, “un problema que afecta a todo el barrio”, lamentaron.

 Los responsables del PP gijonés afirmaron que el gobierno local tiene las competencias y la responsabilidad de garantizar la seguridad, y recordaron que desde el Grupo Popular se emplazó a Foro  a poner en marcha un plan de acción específico para esta zona, que defina la naturaleza y el tipo de conflictos que hay que atajar. Además, confían en que la nueva Ordenanza de Convivencia sea realmente efectiva y que el Plan Municipal de Drogas propuesto por el PP permita también prevenir las conductas incívicas.

 En cuanto al tráfico, el PP de Gijón ha instado al equipo de gobierno a buscar una solución que permita compaginar la restricción del tráfico, hasta ahora realizada a través de un sistema de bolardos, y el acceso al aparcamiento  subterráneo que se construye con medio centenar de plazas en rotación.

Ante la posibilidad de estudiar la implantación de un sistema de videocámaras para solucionar este problema, tal y como se acordó en la última Comisión de Movilidad, el Partido Popular plantea que se permita el acceso nocturno a Cimavilla durante un tiempo limitado, que puede oscilar entre 15 y 30 minutos, a vehículos que no sean ni residentes ni servicios públicos.

 Los vecinos de Cimavilla también trasladaron a los responsables del PP gijonés otras cuestiones, como su propuesta para que se abra un concurso de ideas con el objetivo de revitalizar el barrio y propiciar más zonas verdes o espacios con flores, y su demanda para dar un uso cultural a las casamatas del Cerro, que tienen una superficie de 600 metros cuadrados.

 

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