El estudio, titulado ‘Nuevas estrategias para la inmigración: recalificación para un nuevo mercado de trabajo‘ y realizado con el apoyo de la Obra Social La Caixa, destaca que los inmigrantes también están cada vez menos cualificados, teniendo en cuenta que un 25,4% del total de los extranjeros dispone de poca o ninguna formación, y es uno de los colectivos más castigados por la crisis y el paro.

También revela un alto nivel de sobrecalificación -ocupación de empleos de categoría inferior al nivel de la formación-, especialmente entre los jóvenes y empleados inmigrantes con un nivel formativo medio.

El estudio confirma el fin de un patrón migratorio que ha caracterizado el periodo de crecimiento económico en España basado en una gran intensidad de entrada de empleados inmigrantes con niveles de calificación medios y bajos, mientras que se está disparando la emigración, sobre todo a países europeos, además del retorno de inmigrantes a sus países de origen.

Las proyecciones a corto y largo plazo apuntan hacia un crecimiento de las ocupaciones que requieren niveles de formación medios y altos, especialmente en el sector del medio ambientes, y un descenso de las de cualificación baja.

“La falta de políticas de ocupación para el colectivo de los inmigrantes menos formados dificulta su acceso al mercado laboral, lo que incrementa su riesgo de exclusión”, señalan los responsables del estudio.

Desde el inicio de la crisis, en 2008, 390.000 españoles mayores de edad han emigrado y los estudios reflejan la creciente predisposición a emigrar para buscar trabajo o nuevas oportunidades de negocio.

Por países de desrino, los principales en 2012 fueron Alemania, Noruega, Francia y Reino Unido. También países de Europa del Este, como Polonia o República Checa, se encuentran entre los destinos principales. Fuera de Europa, Argentina, Chile, México y, sobre todo, Brasil, son los países que absorben más expatriados.