“Los ciudadanos debemos exigir más transparencia”

 “Los ciudadanos debemos exigir más transparencia”

Por Alberto Castillo y Pablo Blázquez/ethic.-La presidenta de Forética, Yolanda Urburu, apuesta por la cultura de la transparencia para acabar con la corrupción institucional que asola España. Además, pide que este año se apruebe el Plan Nacional de Responsabilidad Social y anima a las empresas españolas a seguir trabajando por la igualdad entre hombres y mujeres.

Como presidenta de Forética, una organización que vela por la buena conducta de las organizaciones, ¿qué valoración hace de ese paisaje de corrupción que asola España?

 

La situación actual exige claramente que trabajemos más por la transparencia. En ese sentido, creo que las empresas que tiramos del carro de la responsabilidad social tenemos una oportunidad para marcar la pauta. La petición de una Ley de Transparencia que está pendiente de aprobación, debe exigirse también por parte de la ciudadanía. Una ley de transparencia ayudaría a marcar el terreno de juego y a construir un marco de actuación. Como consumidores y ciudadanos debemos ser más exigentes con la información que nos ofrecen las instituciones, los organismos y las empresas. El compromiso individual y la fuerza del buen hacer de la sociedad civil es muy importante.  Y la soberanía popular juega también un papel importante en cuanto a la penalización de los comportamientos corruptos a través del voto. El voto es una cuestión de maduración de una democracia y de la ciudadanía en un contexto democrático. Somos una ciudadanía joven y exige tiempo, educación y participación ciudadana. Pero no porque exija tiempo hay que dejar de pedirlo.

¿Están los partidos políticos a la altura de lo que se espera de ellos ahora?

 

Yo creo que hay un sentimiento generalizado, y las encuestas lo ponen de manifiesto, de desencanto, de falta de credibilidad. Llevamos cuatro años de crisis muy potente en la que ese desencanto y descrédito se hacen mucho más dolorosos.

Había muchas voces que decían que el crash económico iba a deslavazar todo el movimiento de la responsabilidad corporativa, pero al mismo tiempo hemos visto que después de una crisis provocada por excesos, este cambio hacia un paradigma empresarial es más necesario que nunca. ¿Cómo ve esa relación entre crisis y responsabilidad corporativa?

Yo creo que efectivamente es más necesaria que nunca, y creo que a diferencia de lo que algunos esperaban el compromiso de las empresas con la gestión responsable se ha afianzado. La responsabilidad social de verdad pervive y está más viva que nunca porque las empresas han comprobado que es un elemento de gestión útil.  Ha sido una prueba para la responsabilidad social empresarial pasar por una crisis como ésta.

¿Cree que el ciudadano común detecta a las empresas que de verdad apuestan por la responsabilidad social?

 

No hay una identificación directa por parte del ciudadano en la que identifique si la empresa tiene política de responsabilidad social, pero sí sabe si es una empresa en la que confiar, solvente, si tiene transparencia en la relación con sus clientes. Todos son atributos que consideramos están dentro de la responsabilidad social y sí son valorados. De hecho uno de los problemas ha sido la falta de confianza que hay ahora como causa de un comportamiento anterior.

¿Qué aporta a una empresa una política innovadora de sostenibilidad y responsabilidad corporativa?

Eres más eficiente, gestionas mejor los recursos que consumes, por lo que despilfarras menos, tus costes disminuyen, obtienes mayor rendimiento de gestión de recursos y logras mayor competitividad. Esto supone que en el mercado tienes más oportunidades, los consumidores te eligen a ti. Tienes más facilidad para que la sociedad en su conjunto considere que eres una pieza valiosa en este país.  Tienes licencia para operar, te aprecian como agente económico. Estás enfocado al mantenimiento al largo plazo de tu empresa.


 

Largo plazo, una palabra clave cuando se habla de sostenibilidad.

 

Sí, al igual que innovación. No puedes mantenerte quieto, tienes que avanzar continuamente, pensar qué va a necesitar la sociedad de ti y por lo tanto renovar tu propuesta al mercado y mantenerte en forma como compañía. La responsabilidad social hace eso. Permite gestionarse con esos criterios, estamos más conectados y alineados a lo que la sociedad espera de nosotros.

En el plano personal, como mujer que ocupa un puesto de dirección en el sector privado, ¿cree que aún existe un techo de cristal que impide una verdera igualdad profesional de la mujer?

 

Hay mucho trabajo por hacer todavía. Hay que trabajar para que haya un terreno de juego que iguale las oportunidades, tanto en las grandes empresas como en las pequeñas. En las grandes todo es más fácil, hay más recursos y políticas más avanzadas que en una pyme. Hay mucho que hacer para que las posibilidades para avanzar en el mundo laboral sin que haya un hándicap por ser mujer. Sanitas, concretemente, sí es un buen entorno laboral para la mujer. Se trata de un espacio en el que casi un 70% de la plantilla son mujeres, donde la igualdad retributiva siempre se ha cumplido a rajatabla y donde la cuestión de género no ha sido un problema. Pero como país y como entorno empresarial, todavía hay mucho que avanzar. Son cuestiones en las que hace falta actuación.

 

 

¿Se mostraría a favor de políticas de discriminación positiva, de los ‘sistemas de cuotas’?

 

Lo que tenemos que hacer en las empresas es ser conscientes de que si no haces algo a favor, estás convirtiéndote en parte del problema. No sé si tiene que estar regulado y creo que tienen más posibilidades de éxito, políticas que tengan que ver con el entorno cultural en el que te mueves, por lo que depende de la empresa en la que trabajes. Aun así, estaría muy bien que cada empresa tuviese políticas sobre el tema. No voy tanto a una ley o al tema de cuotas, que es muy polémico. Cada empresa tiene sus planteamientos al respecto. Si no hay nada explícito es mucho más difícil y lento.

¿Cómo benefician a una empresa las políticas de integración de personas con discapacidad?

 

En primer lugar, te conecta con una realidad que está fuera y, como empresa, sabes más de lo que estás haciendo. En segundo lugar, la diversidad de gente te pone sobre la mesa capacidades insospechadas. La homogeneidad genera homogeneidad de soluciones ante un problema, homogeneidad de visiones ante una realidad o ante la necesidad de una visión para el futuro. Con una plantilla más diversa tienes una flexibilidad mayor para adaptarte al entorno, más rica y más potente.

¿Qué opina sobre sobre el Consejo Estatal de la RSE? Se creó en 2008 pero su impacto ha sido escaso. ¿Le pediría más dinamismo, más eficiencia?

 

Nos gustaría que tuviera la capacidad de producir un plan de RSE para este año. No lo tenemos y no sabemos qué postura tiene el Gobierno sobre la cuestión. Es una herramienta para elaborar ese plan. Si es un consejo con múltiples miembros, con representantes de todos los estamentos de la sociedad civil, sería un buen sitio para consensuarlo, presentarlo y canalizarlo. Además, nos gustaría que tuviera una visibilidad mayor en lo que hace y produce.

 

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