Infancia y juventud, de Federico Álvarez. Una generación de inmigrantes españoles

Infancia y juventud, de Federico Álvarez. Una generación de inmigrantes españoles

El texto fue presentado en la FIL del Palacio de Minería con los comentarios de José María Espinasa


México D.F.-El título del nuevo libro de Federico Álvarez (San Sebastián, España, 1927), Una vida. Infancia y juventud, constituye una definición con la cual el autor comparte con el lector no sólo propia memoria, sino de la toda una generación, la de personas que como él llegaron a México a consecuencia del exilio español, así lo consideró José María Espinasa durante la presentación de dicho texto.

Reunidos en uno de los salones de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, Espinasa y el autor del mencionado texto comentaron su aparición; en el caso del primero de ellos, sus opiniones destacaron el sentido incluyente del título porque de esa manera la obra se convierte en un retrato de una época, que inicia en España durante la Guerra Civil, se extiende a Cuba, momentos antes de su Revolución y llega a México.

Asimismo, un elemento que seguramente atrapará la imaginación del lector, es el tono amable del cómo está escrita esta autobiografía, “que define Álvarez con un tono mucho más neutro al decir que es Una vida, no la suya, sino la de muchos como él, para evitar así la condición de terrateniente que suele darse cuando algún autor decide hablar en un texto sobre sí mismo.

“Se trata entonces de una autobiografía, que es el acto de reconstruir, mientras que las memoria recuerdan, que son dos procesos distintos; este libro se ubica claramente en la segunda referencia, porque está escrita en el atardecer de la vida; los hechos de los cuales habla el autor, se desarrollan en el contexto de una guerra, condición única que le da una perspectiva igualmente particular, que quiere compartir con sus compañeros de época y se dirige también a las nuevas generaciones”.

El libro Una vida. Infancia y juventud, está dividido en dos secciones, tituladas Un niño en la guerra y Adolescencia en Cuba y primera juventud, en las cuales Federico Álvarez comparte los recuerdos de su vida, reconstruye los años de escuela en Cuba y México y describe cómo fueron sus relaciones y complicidades de juventud.

Espinasa resaltó que el autor crea una serie de imágenes que los historiadores encontrarán muy interesantes porque reconstruyen la vida en las escuelas españolas de mediados del siglo pasado, marcadas por la ideología franquista, o bien los momentos previos a la Revolución Cuba, e incluso contiene pasajes dignos de una película.

“Imagino que estos recuerdos han de haber provocado en Federico diversas emociones, no exentas de lágrimas, lo cual es un verdadero atributo literario en estas memorias, porque a pesar de lo personal de los sucesos, todos podemos sentir la angustia de esta familia, la suya, que se vio dividida de manera física e ideológica por la guerra, tal como debió ocurrir con cientos de personas en ese periodo.

“El pasaje al que me refiero, es aquel en el que él, junto con sus hermanos, intentan cruzar la frontera de España con Francia, pues era la más cercana a su natal San Sebastián y por la cerrazón y burocracia de un soldado, esto no es posible, pues le impide el paso; esta imagen es muy dura, imaginemos el momento tan dramático que vivieron estos jóvenes… de ahí que este libro autobiográfico tenga un alcance mayor al del recuento de los hechos”.

Con 86 años de edad, Federico Álvarez reconoció que su primer impulso al enterarse de la presentación de este libro, fue la de rechazar tal invitación, “pues en verdad me siento abrumado por la emoción, tengo muchas ganas de llorar, y es algo sincero, porque en verdad he caído en cuenta, con el paso del tiempo, el profundo y doloroso significado de la frase ‘si no hubiera sido por la guerra’.

Al recordar los motivos de esos viajes, de los que desde luego tengo muchos maravillosos recuerdos, me doy cuenta de que estuvieron marcados por el dolor de la guerra, por la separación de las familias… descubrí también que esta es una historia que se puede compartir con el público, a través por ejemplo de la frase de William Woordward, que dice ‘el niño es el padre del hombre del mañana’, algo que se aplica a todos nosotros”.

Álvarez mencionó también parte de la vida Immanuel Kant, de quien su biógrafo que recuerda en alguna ocasión tuvo que salir de su casa y cruzar la frontera, pero a los pocos minutos se sintió mal y pidió regresar a su casa.

“Eso que sintió Kant es el malestar del exilio… eso mismo sentí yo en mi juventud; de esas emociones está lleno el libro, eso es lo que quiero compartir con los lectores, no el dolor de la guerra, sino el viaje de un país a otro, el aprendizaje maravilloso que tuve a conocer estas culturas”. JRA

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