El maestro Víctor Martínez concibió la idea de fabricar Bioixim inspirado por el empresario italiano Giuseppe Luraghi. "Después de trabajar con diversos químicos, Luraghi logró producir linolium a base de cáscara de tomate y fue entonces que pensé que las hojas de maíz podrían funcionar para crear un material 100% biodegradable libre de tóxicos y capaz de sustituir a la fibra de vidrio o MDF en algunas aplicaciones".

En un inicio, el inventor comenzó los experimentos de forma casera y una vez que obtuvo resultados positivos, solicitó el apoyo del Dr. Héctor Morelos, Director de la División de Profesional y Graduados en Ingeniería y Arquitectura del Campus Querétaro, para tener un laboratorio en donde pudiera realizar más pruebas.

Durante la investigación, Martínez fue asistido por la maestra Gabriela Gutiérrez, con quien creó la empresa Ecopilia, desarrollada en la Incubadora de Empresas del Tecnológico de Monterrey, que ofrece productos de decoración innovadores, creativos, prácticos en su uso y fabricados cuidando el medio ambiente, con el material que inventó Martínez: Bioixim.

Publicada en la Gaceta de la Propiedad Industrial, la invención de los profesores de la carrera de Licenciado en Diseño Industrial (LDI) es la primera Solicitud de Patente del Campus Querétaro.

Sobre el significado de este logro, Víctor Martínez afirma que "lo principal es el reconocimiento de tantos años de trabajo, muchos experimentos que al principio parecen juego y que no sabes hacia dónde te llevarán. Tener la patente es una manera seria y oficial de decir que el proceso valió la pena y el resultado es valioso."

Ahora los inventores buscarán nuevas aplicaciones para el novedoso material, proyectando una importante expansión de Ecopilia.

Sobre Bioixim

El material de esta invención se compone de una matriz de celulosa, obtenida de papel bond reciclado, reforzado con fibras de brácteas de maíz, ambos materiales de desecho.

Por sus propiedades mecánicas, físicas, acústicas y térmicas, este material puede sustituir materiales ligeros tales como la espuma de poliuretano y el poliestireno expandido, materiales muy usados en la industria automotriz, en la industria de la construcción, juguetes, artículos deportivos y en sí, en un gran número de aplicaciones y que invariablemente son contaminantes porque su reciclaje es difícil o imposible o porque no son biodegradables.