Sanidad alerta que los impuestos del PP llevan a los más necesitados a dejar de medicarse

Sanidad alerta que los impuestos del PP llevan a los más necesitados a dejar de medicarse

La Sanidad asturiana defiende que los copagos que impulsa el PP, y que pronto incluirán también el transporte sanitario no urgente, las prestaciones ortoprotésicas o los alimentos dietoterápicos, suponen gravar con un nuevo impuesto a la enfermedad, lo que perjudica especialmente a quienes más necesitan de los recursos sanitarios. La situación socioeconómica de los ciudadanos es un determinante de salud de tal nivel que, para un conjunto de casos, las personas con menos recursos son también las que están más enfermas.

 

La consejería considera que esta reducción del consumo de fármacos basada únicamente en estrictos criterios de eficiencia económica y escasamente clínicos, buscando un mejor uso de los  recursos públicos, podría provocar un efecto contrario al que se persigue, afectando a la equidad, en el caso de personas con determinadas patologías que se hayan visto tentadas a dejar de tratarse por la dificultad para hacer frente al coste que supone su enfermedad.

 

Desciende el gasto en farmacia


El número de recetas disminuyó en 1,2 millones y la aportación de los usuarios aumentó en al menos 7,9 millones de euros

 

La Consejería de Sanidad redujo su gasto en farmacia durante el año 2012 en 49,2 millones de euros (un 15,17%) con respecto al año anterior. Este descenso se debe fundamentalmente al aumento del copago sanitario para la adquisición de medicamentos y a la retirada de la financiación pública para algunos fármacos, medidas ambas impuestas por el Gobierno central. También tiene relación con las mejoras en la prescripción ligadas a un uso más racional del medicamento y, fundamentalmente, con dos cuestiones: un descenso del número de fármacos prescritos y la reducción del precio mínimo de los mismos.

 

El número total de recetas financiadas ha sido 1,2 millones inferior al del año 2011, lo que en términos relativos supone un 4,95% menos. El precio medio de la receta se ha reducido en un 10,76%.

 

 

Esta reducción del gasto de farmacia, que ha pasado de 324,434 millones de euros en 2011 hasta 275,207 millones, se ha producido a costa de trasladar una parte mayor del gasto sanitario a los ciudadanos, como siempre ha denunciado el Gobierno del Principado. El conjunto de los asturianos ha tenido que contribuir, al menos con 7,9 millones más, además de con sus impuestos, a la financiación de la sanidad pública en relación con años anteriores.

 

Esta cantidad se corresponde con la incorporación de las aportaciones mensuales que ha tenido que afrontar la ciudadanía desde el pasado mes de junio, fecha en la que entró en vigor la reforma aprobada por el Ejecutivo del PP.

 

En el mismo mes de junio también se dejaron de financiar, por decisión del Gobierno central, 425 productos farmacéuticos empleados para síntomas leves, que los pacientes deben pagar ahora de su bolsillo. Los casi ocho millones en que aumentó la aportación por el copago no incluyen el gasto de los asturianos en este tipo de fármacos.

 

Frente a estas medidas que han podido provocar que algunos pacientes se hayan visto obligados a prescindir de medicación por carecer de medios económicos, la Consejería de Sanidad ha abogado siempre por seguir trabajando en la mejora continua de la prescripción farmacéutica. Esta medida debe estar basada en el uso más racional del medicamento, también en el de uso hospitalario, cada vez con mayor peso relativo en la factura farmacéutica, con el objetivo de reducir la medicalización de las actividades de la vida diaria y mejorar el control de los pacientes crónicos y polimedicados.


 

 

 

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