Una esponja da la clave de la acción de los fármacos antitumorales a nivel molecular

Una esponja da la clave de la acción de los fármacos antitumorales a nivel molecular

CSIC/DICYT Un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desvelado el mecanismo molecular que emplean los fármacos antitumorales basados en agentes estabilizadores de microtúbulos para evitar la división de las células. El hallazgo ha sido posible gracias a un compuesto aislado de una esponja de la Gran Barrera de Coral australiana. Los resultados del trabajo, publicado en Science, podrían ayudar a diseñar fármacos más eficaces contra aquellos tumores con mayor resistencia a los tratamientos actuales de quimioterapia.

 

Los agentes estabilizadores de microtúbulos constituyen uno de los principales grupos de fármacos antitumorales que existen hoy en día. Este tipo de fármacos se aplica en numerosas patologías tumorales femeninas, como en los tumores de ovario y mama, así como en los tumores de pulmón.


“Este tipo de fármacos antitumorales activa las moléculas de tubulina, la proteína responsable de la separación de los cromosomas, y estabiliza los microtúbulos que forma de manera que no puedan dividir las células”, explica el investigador del CSIC Fernando Díaz, del Centro de Investigaciones Biológicas.


Zampanolida


Los investigadores responsables del estudio han logrado determinar la estructura en alta resolución del complejo activado de tubulina mediante un nuevo compuesto antitumoral, Zampanolida, aislado de una esponja de la Gran Barrera de Coral australiana.


“Esta estructura a gran resolución permitirá conocer en detalle los determinantes estructurales que estos compuestos utilizan para activar la tubulina en las células tumorales. Esto permitirá mejorar el diseño de fármacos, especialmente contraaquellos tumores resistentes a los agentes quimioterapéuticos en uso actualmente”, añade Díaz.


En el estudio han participado el Instituto Paul Scherrer de Villigen (Suiza), el Instituto de Ciencias Farmacéuticas del Instituto Federal de Tecnología Suizo, la Universidad de Wellington (Nueva Zelanda) y del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC.

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