Un experto destaca el potencial del gusano ‘C. elegans’ en la investigación contra el cáncer

Un experto destaca el potencial del gusano ‘C. elegans’ en la investigación contra el cáncer

JPA/DICYT A pesar de que evolutivamente están muy alejados, el gusano Caenorhabditis elegans y el ser humano comparten el 60 por ciento de sus genes. Además, para la investigación biomédica, este nematodo es fácilmente manipulable, de menara que es un buen modelo para realizar numerosos estudios, por ejemplo, sobre cáncer. Juan Cabello, científico del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR), desarrolló buena parte de su carrera en Salamanca y hoy ha vuelto a la capital del Tormes ha presentar avances recientes en este campo.

 

C. elegans es un modelo muy extendido en otros países, pero es llamativo que aquí en España hay pocos grupos que trabajen con él, porque tiene mucho potencial y es barato a la hora de trabajar en el laboratorio, así que es muy rentable”, ha afirmado Juan Cabello en declaraciones a DiCYT momentos antes de impartir una conferencia en el Instituto de Biología Funcional y Genómica (IBFG, centro mixto del CSIC y la Universidad de Salamanca).

 

Salamanca cuenta con varios laboratorios que sí basan sus investigaciones en el nematodo y, de hecho, Juan Cabello realizó su tesis doctoral en el Departamento de Microbiología y Genética de la Universidad de Salamanca y trabajó como investigador en el grupo de Sergio Moreno en el Centro de Investigación del Cáncer (CIC), de manera que ahora ha trasladado su experiencia al Área de Oncología del CIBIR, en Logroño. “Nosotros usamos el gusano como modelo para entender lo que ocurre en humanos, así que nos centramos en los genes que existen tanto en el gusano como en el ser humano y que tienen la misma función en ambos”, explica.

 

Su laboratorio tiene dos líneas de investigación, una sobre regulación de la expresión génica y otra sobre apoptosis o muerte celular programada. “La muerte celular es un proceso que tiene mucha importancia durante el desarrollo y también para mantener el bienestar de un organismo. Esto tiene muchas implicaciones en salud humana y el gusano es un modelo muy bueno para entender cómo ocurre este proceso”, indica el científico.

 

Sin apoptosis, proliferación de células tumorales


Las anomalías en el proceso de muerte celular son especialmente significativas en el caso del cáncer. Las células tumorales, en lugar de destruirse, son capaces de evadir esta muerte y proliferan en exceso, es decir, “se vuelven inmortales y se dividen mucho más”. Entender cómo ocurren estos procesos es esencial para diseñar tratamientos contra el cáncer.

 

“Los avances no tienen una traducción directa al desarrollo de fármacos, pero en colaboración con otros grupos hemos sido de los primeros en caracterizar algunos reguladores negativos de la apoptosis”, señala Cabello. Más concretamente, “hemos caracterizado algunos elementos que en condiciones normales impiden que se produzca la apoptosis. Si quitamos esos elementos, lo que ocurre es que todo el proceso ocurre mucho más rápido”, apunta el experto. En estos momentos, “conocemos los dos tipos de elementos reguladores, los positivos y los negativos, en el proceso de la muerte celular”, un pequeño paso en investigación básica, pero que probablemente sea importante para desarrollar tratamientos contra el cáncer.

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