El cielo se abre para Alonso

El cielo se abre para Alonso
La previsión de fuerte lluvia para el domingo envalentona al asturiano y atormenta a Red Bull
 
MIGUEL MARTÍNEZ
 
SAO PAULO
 
A qué precio es otra historia, pero megacircuitos con instalaciones espectaculares es lo que abunda en F-1. Pero no, el final del mundial se escenifica en Interlagos, el más destartalado, antiguo e incómodo del Circo. Es así casi invariablemente desde 2004 en un trazado que recuerda a un coche deportivo clásico: olor a gasolina, aceite, estrecho, incómodo... pero con un sabor especial a carreras. Aquí ganó sus dos coronas (2005 y 2006) Fernando Alonso, aquí, entre favelas y unas gradas bailando a ritmo de samba, se la juega de nuevo frente a Sebastian Vettel. Más allá del escenario, la F-1 siempre ha guardado sorpresas para su última cita cuando está en juego el título, tanto que solo en 14 de esas 26 veces ocasiones se ha hecho con la corona el piloto que llegaba con más puntos. Y este fin de semana pinta igual de incierto, sobre todo, porque la lluvia lo agitará todo.
 
La primera curva ciega seguida de las “Eses de Senna”, suelen ser un tormento para quienes arrancan agarrotados por la tensión. Que se lo digan a Lewis Hamilton, cuando una excursión le dejó fuera de combate en el 2007, regalando el título a Kimi Raikkonen. Un año después el inglés tenía todo perdido cuando la lluvia hizo acto de aparición para permitirle ganar el título en la última curva. Dos años después, Ferrari tiró por la borda las posibilidades de Alonso, el favorito en Abu Dhabi con 15 puntos de ventaja sobre Vettel. Definitivamente, los pronósticos saltan por los aires en la última carrera. Alonso y Ferrari lo saben bien. Aún recuerda la “torcida” de Interlagos aquel “superferrari” un segundo y medio más rápido que nadie, con el que Schumacher no fue capaz de pasar de la sexta posición el día que se jugaba su octava corona frente a Alonso.
 
“Si hay un circuito que nos va un poco mejor, ese es Brasil”, dijo Stefano Domenicali al analizar el final de temporada cuatro carreras atrás. La altura (1.000 metros sobre el nivel del mar) hace que “perdamos unos 40 caballos de potencia”, revela Sebastian Vettel, y eso siempre viene bien a Mercedes y Ferrari, los propulsores con más potencia pura. Menos de 75 milésimas separaron a Alonso (el más rápido) de Vettel durante la sesión libre con los neumáticos más duros, con blandos, el asturiano no pudo dar una vuelta limpia, y aún así se quedó a tres del alemán, a cuatro del más rápido, Hamilton
 
La temperatura, casi 50 grados en la pista permiten a Ferrari gestionar mejor el uso de los neumáticos que no fue capaz de calentar en Austin con 15 grados menos una semana atrás. “El asfalto es mucho más rugoso, existe otra degradación y el panorama se presenta muy diferente”, confirma Domenicali. A Red Bull, no le hace falta una conjunción de astros para confiar en un coche con el que Vettel ha ganado cuatro de las últimas seis carreras. “Tenemos un coche competitivo y este circuito siempre se nos ha dado bien”, advierte el alemán, que no quiere ni recordar que con un calor parecido al de Sao Paulo, su coche achicharró el alternador en Valencia y Monza.
El calor no ha ido muy bien a Red Bull esta temporada, pero la alternativa en Sao Paulo, la lluvia, puede ser peor. Los pronósticos (100 por 100 de probabilidad) anuncian agua durante la carrera. “Sabemos que hay una alta probabilidad, pero no sabemos ni cuánto, ni cuando”, se preocupa Vettel, bajo el recuerdo de las dos carreras en agua (Malasia e Inglaterra) con muchos problemas para Red Bull y victorias de Alonso
 
Definitivamente, concurren demasiadas variables para aventurarse en un pronóstico por más que Vettel se haya presentado con 13 puntos de ventaja. Y se palpa. La tensión es máxima, uno intenta no mirar a ningún lado cuando coincide con pilotos o ingenieros en los viejos urinarios; más vale apartarse pronto antes de que un mecánico te grite cuando transporta ruedas por un paddock que se asemeja la barullo de un zoco árabe. Y eso después de un traslado al circuito donde resulta fácil que te atraquen con armas automáticas como sucedió a varios periodistas o a Button en 2010. Y no extraña.
Alquilar un coche, tomar un taxi, o cenar cuesta en Sao Paulo entre dos y cuatro veces más que en cualquier país de Europa. Nadie encuentra relax fuera de la pista. No ha menera de relajarse. Hasta Vettel y Alonso tuvieron un rifi rafe en la pista durante los libres. Al alemán le basta acabar el podio para ser campeón, a Alonso subir al cajón y que el alemán no puntué... Pero, por encima de todo, ganará el que se mantenga más sereno, pero aquí en Interlagos, no hay nadie tranquilo.
 
Niki Lauda: “Apuesto por Vettel pero Alonso se merece más el título”
 
Ecclestone: “Puede que Vettel gane, pero no tiene el carisma que tenía Hunt, Lauda y los pilotos de aquella época”
 
Raikkonen: “Ganará el que sume más puntos, para eso se hacen la carreras ¿no?”
 
Checo Pérez: “Gane quien gane, han hecho una temporada fantástica y nos brindan la emoción de un final increíble. Ya ha ganado la F-1”

Dejar un comentario

captcha