Javier Fernández achaca a una errónea actuación del Gobierno anterior los problemas con el 'rescate'

Javier Fernández achaca a una errónea actuación del Gobierno anterior los problemas con el rescate
  1. Intervención del Presidente del Principado en respuesta a la pregunta de FORO sobre el Fondo de Liquidez Autonómico

  2. Introducción.

 

Comparezco ante el pleno de la Junta General a petición del grupo parlamentario de Foro Asturias para detallarles cómo, cuándo y por qué mi gobierno decidió acogerse al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).

La consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, anunció públicamente la decisión el 19 de octubre. La iniciativa fue ratificada el día 23 por el Consejo de Gobierno.

Esa decisión culminó un proceso iniciado el 26 de julio en este mismo escenario, cuando la consejera de Hacienda solicitó a sus señorías el voto para el proyecto de ley de endeudamiento por 423 millones para afrontar gastos de inversión del presupuesto de 2012. Un presupuesto que, como saben –y luego insistiré en ello- había quedado inhabilitado para el endeudamiento por la propia concepción de la prórroga diseñada por el anterior Ejecutivo.

Señorías, gracias a su voto mayoritario, al apoyo de quienes consideraron que sin este endeudamiento abocaríamos a Asturias a mayores restricciones en tiempos ya restrictivos, el Gobierno recibió la autorización imprescindible para buscar financiación a los 423 millones.

 

 

 

  1. Una cronología imprescindible.

 

Lo que les he contado hasta ahora es un breve resumen, imposible de entender sin tomar en cuenta un puñado de antecedentes, que también les sintetizo. Lo hago cronológicamente. Aquí, la cronología puede ser muy esclarecedora, y la memoria, el recuerdo de lo sucedido, aún más.

 

Este Gobierno inició su andadura el 28 de mayo, dos meses después de la celebración de unas elecciones convocadas por el anterior presidente del Principado, don Francisco Álvarez-Cascos. El jefe del Ejecutivo tomó libremente la decisión de disolver la Junta General y llamar a los asturianos a las urnas después de que la Cámara hubiese rechazado su proyecto de presupuestos. El Gobierno, recuerdo, no consiguió el respaldo de uno solo de los grupos parlamentarios.

 

Por lo tanto, asumí la presidencia en una situación de prórroga presupuestaria. Como entenderán, no era la mejor alfombra de bienvenida con la que se podía encontrar un Ejecutivo. Pero aún había otros problemas más acuciantes. El Consejo de Política Fiscal y Financiera había rechazado el 17 de mayo un solo  Plan Económico Financiero de  todos los elaborados por los ejecutivos autonómicos: el presentado por el anterior Gobierno de Asturias. Porque, señorías, y éste es otro dato de recuerdo obligado, en marzo de 2012 –las elecciones, se lo señalo, tuvieron lugar el día 25- el Gobierno del Principado resolvió acogerse al mecanismo extraordinario de financiación para el pago a proveedores de las comunidades autónomas, decisión que conllevaba obligatoriamente la presentación de medidas de ajuste, y también hubo de elaborar, al igual que los demás ejecutivos autonómicos, un plan económico financiero.

Como saben, el rechazo al plan económico financiero presentado por el anterior Gobierno colocó a Asturias en una difícil situación. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, advirtió públicamente de la posibilidad de que Asturias fuese intervenida. Dicho de una forma más llamativa, de que los temidos hombres de negro se pusieran a los mandos de la economía asturiana.

 

No había, por tanto, tiempo que perder. Bajo la amenaza de intervención y apremiados por Hacienda –si bien es cierto que hubo cooperación y diálogo con el ministerio- ambas cuestiones –el plan de pago a proveedores y el económico financiero- fueron abordados y solucionados por este Ejecutivo contra reloj.

 

  • La ley de autorización de endeudamiento derivada del mecanismo de pago a proveedores fue aprobada por esta cámara el 14 de junio de 2012. 

 

  • El plan Económico y Financiero de Reequilibrio del Principado para el período 2012-2014 fue remitido al ministerio de Hacienda el once de junio y considerado “idóneo” por el Consejo de Política Fiscal y Financiera el 12 de julio. La consejera de Hacienda lo presentó en la Junta General (no se votó, sólo se informó de su contenido) el 16 de julio, en un pleno extraordinario. Con la aprobación del Plan Económico Financiero por parte del Consejo de Política Fiscal había quedado conjurado el riesgo de que Asturias fuese intervenida.

 

  • Ese mismo plan cifraba en 423 millones las necesidades de financiación de Asturias. Para obtener la autorización parlamentaria precisa para asumir tal endeudamiento, el Gobierno  aprobó un proyecto de ley el once de julio, lo remitió a la cámara dos días después y fue aprobado el 26.

 

Hagan ustedes las cuentas. En dos meses, se habían despejado las urgencias que pesaban sobre la situación económico-financiera del Principado. Para que el relato sea completo, no puedo dejar de subrayar un hecho al que ya me referí al inicio. Si el anterior Ejecutivo hubiera concebido la prórroga con posibilidad de endeudamiento o hubiera solicitado a la Junta la autorización de endeudamiento antes de disolverla, se habría resuelto la financiación de Asturias en el primer semestre, cuando la situación de los mercados era mucho más propicia. Sí, señorías, Asturias no habría tenido mayor problema en conseguir financiación a través de las entidades bancarias con las que habitualmente mantiene relaciones y cierra operaciones desde hace años, meros trámites dentro de la habitual gestión de nuestra hacienda. Pero eso, haber hecho las cosas bien, con la lógica necesaria, habría supuesto el doble esfuerzo de  racionalizar las cosas y de anteponer los intereses de Asturias a cualquier otro. Sostengo que si el Gobierno precedente hubiera obrado en tiempo y forma, no estaríamos hablando hoy del Fondo de Liquidez.

 

Como eso no sucedió –bien al contrario, primó la irresponsabilidad, o la impericia, o la ignorancia, o las tres cosas juntas- , la consejera de Hacienda inició las negociaciones con las entidades financieras en el mes de junio, cuando se firmaron los créditos que permitieron pagar las deudas con proveedores. Ya entonces pudimos percibir claramente la tremenda incertidumbre que se cernía sobre los gobiernos autonómicos la hora de lograr cualquier crédito en los mercados.

 

Las negociaciones se reanudaron y multiplicaron a partir de julio, cuando fue aprobada la ley que autorizaba el endeudamiento. Nuestra voluntad era obtener la mayor financiación posible en los mercados, tal y como entonces lo expusimos. Si bien es cierto que ya en ese momento se percibió claramente lo que ya se sabía, que las entidades financieras estaban cerrados a cualquier operación con las administraciones públicas, sin atender a las mejores o peores condiciones de una determinada comunidad, también es verdad que fueron varias las entidades que se mostraron receptivas a las necesidades del Principado y pospusieron su decisión a septiembre, cuando estaban previstas las reuniones de los comités de riesgo de las entidades.

 

He hablado de un solo condicionante: las dificultades generales existentes para el acceso al crédito, derivadas de la situación económica. Pero había otro, muy importante: bancos y cajas estaban también a la espera de conocer las condiciones exactas del Fondo de Liquidez. Lógicamente, las entidades financieras querían evaluar si el FLA les resultaba o no ventajoso.

 

Porque, para que el relato sea completo, es necesario también marcar en el calendario lo ocurrido con el Fondo de Liquidez. El 12 de julio, en la misma reunión que aprobó nuestro Plan Económico Financiero, el ministerio de Hacienda dio a conocer, solo a grandes rasgos, el nuevo mecanismo que se creaba para ayudar a las comunidades autónomas en su difícil objetivo de conseguir financiación en mercados cada vez menos propicios. Al día siguiente, 13 de julio, por medio del Real Decreto Ley 21/2012, se creaba el Fondo de Liquidez Autonómico, pero aún descrito en términos genéricos, impreciso en aspectos que necesitaban ya la máxima claridad.

 

Y a esta claridad esperaban los bancos y las cajas. Pero no sólo las entidades financieras, señorías. También mi gobierno quería saber los detalles del Fondo de Liquidez. Porque aunque estábamos empeñados en la negociación en el mercado, no íbamos a ser tan irresponsables como para despreciar condiciones mejores, si es que las hubiera, en el Fondo de Liquidez.

 

Porque desde siempre, desde la misma comparecencia en comisión en esta Junta General de la consejera de Hacienda para solicitar la autorización al endeudamiento, el Gobierno mantuvo que nuestra primera línea de trabajo era lograr la financiación de los bancos. Pero también sostuvimos que esa prevista coincidencia de fechas –tanto las respuestas de los bancos como la concreción del por entonces nebuloso FLA iban a coincidir en las primeras semanas de septiembre- nos iba a permitir adoptar, con todos los elementos de juicio sobre la mesa, la mejor decisión para los intereses de Asturias.

 

Por lo tanto, y como es fácilmente comprensible, la precisión del Fondo de Liquidez se convirtió en una pieza clave. A diferencia de otras comunidades, nosotros no estábamos desesperados. Otras no tenían más remedio que acogerse al FLA sí o sí, fuesen cuales fuesen sus condiciones; nosotros, no. Podíamos permitirnos una espera sensata para actuar de forma razonable y seria. Les recuerdo que se ponía muy en duda la capacidad de la comunidad autónoma de obtener financiación en el mercado. “No habrá vida fuera del FLA”, venían a decir muchas voces: no habrá ninguna posibilidad de encontrar dinero al margen del fondo estatal. Como a la entrada del infierno de Dante: “abandonad toda esperanza”, parecían corear. Pues, pese a los agoreros, nunca arrojamos la toalla en la búsqueda de la financiación por nuestros propios medios: era nuestra responsabilidad y nuestra obligación como Gobierno. Y al final ese empeño fue el que nos permitió lograr la financiación necesaria.

 

Pues bien, las condiciones del Fondo de Liquidez no se definieron hasta el 24 de. Por no abrumarles con los detalles, les recuerdo que el FLA da prioridad a los vencimientos de préstamos contraídos con instituciones europeas y al pago de intereses de la deuda. Como dijimos en su momento, la concreción del fondo dañaba Asturias por doble vía. Drenaba liquidez del sistema y, además, favorecía a las comunidades más endeudadas. De nuevo, y como ha había sucedido a la hora de repartir los nuevos límites de la deuda, un traje hecho a medida de los gobiernos autonómicos  más incumplidores y en peores circunstancias financieras. Nada que ver con Asturias. Ese juicio no ha variado.

 

El FLA, señorías, no era la solución para Asturias. Lejos de nuestros necesarios 423 millones, el fondo estatal nos otorgaba 261,71 millones: 22,4 dedicados a vencimientos de deuda con bancos extranjeros y 239,27 a las restantes necesidades de financiación.

 

En cuanto a las condiciones financieras, la espera fue aún más larga. Tuvimos que aguardar hasta el nueve de octubre. En este aspecto, el Fondo de Liquidez nos merece una valoración más aceptable. El plazo del préstamo es de diez años, con ocho de amortización y dos de carencia, y el interés es el tipo medio del Tesoro para un plazo equivalente más un margen de 30 puntos básicos. El ejemplo de referencia, que rigió para todas las operaciones formalizadas en octubre, fue del 5,65%. 

 

En cuanto el Gobierno y las entidades financieras supieron las condiciones del Fondo de Liquidez, el panorama quedó despejado. Ya teníamos entonces –mes de octubre, insisto- todos los argumentos necesarios para decidir. Los tuvimos entonces, no antes. Conocíamos por fin las condiciones del Fondo de Liquidez y las de las entidades financieras que nos habían hecho llegar sus ofertas. Llamo la atención sobre algo relevante: llegaba el momento de decidir cuando aún quedaban entidades por hacer sus propuestas en firme y con detalle, pero teníamos claro que las acuciantes circunstancias por las que atravesamos urgían a dar por cerrado el capítulo negociador. Era la hora de decidir, y ya sabíamos que Asturias podía contar con toda la financiación necesaria para este año: los 423 millones autorizados.

 

Tras comparar las condiciones de las propuestas, el Gobierno decidió agotar al máximo las posibilidades del Fondo de Liquidez y completar la cantidad total a través de varios créditos con las entidades financieras. Ofertas que, también resalto, hubimos de modular para ajustarlas al importe autorizado, pues excedían el número necesario para completar la aportación hasta 423 millones. Estamos convencidos, como no puede ser de otro modo, que tomamos la mejor decisión para los intereses de Asturias.

 

El 19 de octubre, la consejera de Hacienda anunció que Asturias solicitaría acogerse al Fondo de Liquidez por un importe de 261 millones. Ese mismo día, la consejería de Hacienda remitió al ministerio la solicitud de adhesión y, al mismo tiempo, se formalizaron en la consejería los primeros créditos bancarios. El consejo de Gobierno aprobó la solicitud formal el 23 de octubre, y se formalizaron los créditos restantes.

 

Como esta misma semana hemos informado a esta Junta General en cumplimiento de la ley de endeudamiento del 26 de julio, y una vez producidas todas las operaciones a su amparo, la distribución de la financiación es la siguiente:

 

60 millones con Liberbank

20 millones con Caja Rural

15 millones con La Caixa

33,29 millones con el Banco Herrero

33 millones con el BBVA

261,71 millones con el Fondo de Liquidez

Les preciso que el tipo de interés de todas las operaciones, salvo el de la Caixa, fijo al 6,42%, es variable. El tipo medio de interés al que se han formalizado tanto los primeros periodos de los préstamos bancarios como las primeras disposiciones del FLA es del 5,33%.

 

Señorías, de no ser por la capacidad negociadora de la consejería de Hacienda y, especialmente, por la situación de solvencia de esta comunidad, eso hubiera sido imposible. Es una excelente noticia que Asturias haya podido completar sus necesidades de financiación. Nunca hemos presumido de acogernos al Fondo de Liquidez; en cambio, sí hemos dicho, y lo reiteramos, que en las circunstancias actuales lograr los 423 millones necesarios es una buena noticia. Asturias dispone de la financiación necesaria para aliviar las tensiones de tesorería, agilizar los pagos y aprovechar la capacidad del Presupuesto para movilizar recursos, dinamizar la economía y contribuir a la prestación de los servicios básicos.

 

3. La geografía del FLA.

 

Si la cronología resulta esclarecedora, también será de mucha ayuda en esta comparecencia la geografía. Hasta el 19 de octubre, se habían adherido al Fondo de Liquidez otras seis comunidades. Las siguientes:

 

  • Comunidad Valenciana, gobernada por el Partido Popular. El 20 de julio solicitó 3.500 millones.
  • Cataluña, gobernada por Convergencia i Unió. El 28 de agosto solicitó 5.433 millones.
  • Castilla-La Mancha, presidida por doña Dolores de Cospedal. El 27 de septiembre solicitó 848 millones.
  • Murcia, también dirigida por el PP, solicitó el 28 de septiembre 641 millones que luego rebajó a 527,93.
  • Canarias, gobernada por Coalición Canaria. El cinco de octubre pidió 756,8 millones.
  • Andalucía, presidida por el socialista José Antonio Griñán. Planteó el ocho de octubre una solicitud de 4.906 millones.
  • El mismo día que Asturias, el 19 de octubre, el gobierno de Baleares, del Partido Popular, pidió 355 millones.
  • Una semana después, el 26 de octubre, fue el ejecutivo de Cantabria, también del Partido Popular, el que solicitó 137,2 millones.

 

En total, si sumamos Asturias, nueve comunidades autónomas. Seis, antes que el Principado. Como ven, no hay distinción de partidos. La diferencia está en las cantidades y, por supuesto, en las urgencias, en la solvencia de una u otra comunidad. Aceptarán que Asturias sale bien parada.

 

4. No hay condicionalidad añadida.

 

El nueve de noviembre, hace dos semanas, respondí a una pregunta del portavoz de Foro, el señor Álvarez-Cascos, sobre este mismo asunto. Puntualicé entonces que la solicitud de acogida al Fondo de Liquidez no lleva aparejada la necesidad de medidas adicionales de recorte ni ajuste. Y es así porque, tal como establece el artículo 5º del real decreto ley que regula el Fondo de Liquidez Autonómica, Asturias ya está comprometida con un plan de ajuste, el ligado al mecanismo de pago a proveedores, y con las condiciones fijadas en  el Plan Económico Financiero. (En el capítulo 9, de ingresos, ese plan prevé 666 millones; 243 correspondientes al mecanismo del pago a proveedores y 423 por la deuda ordinaria actualizada.)

 Por lo tanto, la adhesión al Fondo de Liquides requiere la actualización de la información del Plan de Ajuste existente, peor no conlleva nuevas medidas ni aumenta el endeudamiento previsto en nuestro plan económico financiero.

 

5. Una buena noticia para todos.

 

Señorías, les he hecho un relato detallado del proceso que ha permitido cubrir las necesidades de financiación de esta comunidad autónoma. Quedo ahora a su disposición, pero me gustaría destacar tres cuestiones. La primera, que haber asegurado las necesidades de financiación es una buena noticia para esta comunidad autónoma y, por tanto, debería ser una buena noticia para todos. Por lo tanto, no embarremos el campo, no retorzamos la historia para añadir sombras innecesarias sobre una buena noticia. La segunda, que la cronología revela sin margen para la duda la aplicación y el rigor con los que trabajó este Gobierno, sin demoras y sin apresuramientos irresponsables. Y la tercera, para concluir, es que no existen nuevas ni mayores condiciones que las ya previstas o las que algunos, especializados en la construcción conspiratoria de la realidad, se empeñen en imaginar.

 

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