La Consejería de Presidencia, a través de la Dirección General de Medio Ambiente, ha puesto en libertad en la Zona de Especial Protección para las Aves Monte El Valle y Sierras Altaona y Escalona tres ejemplares de búhos reales (Bubo bubo) que fueron curados de sus patologías en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre ‘El Valle’.

Uno de los búhos fue localizado hace casi un año por un particular junto a una carretera en Puerto Lumbreras, quien alertó a los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) para su recogida y traslado al centro. El animal presentaba una fractura de cúbito conminuta en el ala derecha y un traumatismo severo en el globo ocular izquierdo.

Otro de los búhos, un macho adulto encontrado en Abarán, ingresó en el centro con el plumaje deteriorado y una atrofia de la masa muscular pectoral, lo que le impedía alzar el vuelo. En el Centro de Recuperación fue sometido a una cura para regenerar sus tejidos dañados.

El otro ejemplar fue encontrado por un particular en uno de los voladeros de una granja cinegética, tras introducirse por accidente en su interior. El ave portaba un anillamiento científico tras haber permanecido ingresado en el Centro de Recuperación de Fauna de la Santa Faz, en Alicante.

Los búhos reales han permanecido el tiempo necesario en el voladero de musculación hasta recuperar la forma, para a continuación ser anillados y proceder a su liberación con el fin de obtener en el futuro datos sobre su dispersión geográfica.

Rapaz nocturna

El búho real es un ave rapaz nocturna de grandes dimensiones y que puede alcanzar los 70 centímetros de longitud y 180 centímetros de envergadura. Sus características más destacadas son sus ojos anaranjados, un plumaje de color pardo leonado con abundantes manchas oscuras y la presencia sobre la cabeza de unos mechones de plumas oscuras que simulan unas orejas.

Su hábitat en la Región de Murcia son los roquedos de la mayoría de los sistemas montañosos, especialmente en el tercio sur de la Comunidad. Las poblaciones son más numerosas en las zonas donde abundan los conejos, que constituyen una parte importante de su alimentación, junto a los ratones, erizos e insectos.