Blanco insta a Foro a no utilizar las listas de espera quirúrgica como arma política 'arrojadiza'

Blanco insta a Foro a no utilizar las listas de espera quirúrgica como arma política arrojadiza

Asturias.-El Consejero de Sanidad, Faustino Blanco, ha instado hoy al Grupo Parlamentario de Foro Asturias a que no utilice las listas de espera quirúrgicas como arma arrojadiza en el debate político. Faustino Blanco ha comparecido hoy en la Junta General del Principado para responder a una interpelación del diputado de Foro, Albano Longo, al Consejo de Gobierno sobre política general en materia de Sanidad con especial referencia a las listas de espera. 

 

Lo que sigue a continuación es la intervención del Consejero de Sanidad:

 

Señor Presidente, Señorías: agradezco la oportunidad que nos ofrecen de explicar nuevamente en esta Cámara cuál es la política sanitaria del Consejo de Gobierno. Se lo comenté ya el pasado mes de julio, cuando expuse mi programa de legislatura y, como habrán podido comprobar en este último trimestre, no hay ningún cambio ni en nuestros planteamientos ni en nuestras acciones.

 

Defendemos un modelo sanitario con una buena organización profesional, que sea respetuoso con las personas, de calidad, sostenible en el tiempo y público. Y quiero enfatizar todo esto porque creo que es muy importante de cara a centrar los términos del debate que hoy traemos a este Parlamento y porque todas las políticas concretas que venimos desarrollando, todas las que vamos a poner en marcha, tienen como meta estos objetivos esenciales.

 

Entiendo que no es el objeto de esta comparecencia repetir aquella maratoniana comisión de julio en la que ya expuse las líneas centrales de lo que será nuestra acción de Gobierno y en la que también tuve la ocasión de escuchar atentamente algunos de los planteamientos que ustedes expresaron sobre cómo debe ser la gestión de la sanidad pública. En el caso, del grupo parlamentario de Foro, perdóneme la sinceridad señor Longo, no puedo decir que sus intervenciones me hayan aportado demasiadas cosas,  aunque sí que me han permitido corroborar que en la mayor parte de su visión y de los valores de la sanidad pública, estamos absolutamente en las antípodas.

 

Cada día es más frecuente el uso de conceptos tales como atención centrada en el paciente, eficiencia, seguridad, organización, uso adecuado de los recursos, continuidad asistencial, innovación, servicio público, equidad… que son medulares en una visión política de izquierda de la organización de la sanidad para referirse justamente a lo contrario de lo que nosotros queremos expresar con ello.

 

En nombre de estos valores, se cierran hospitales y centros de salud, se privatizan servicios asistenciales, se eliminan puestos de trabajo en la sanidad pública…

 

Las listas de espera no son ajenas a esta situación. Durante la comparecencia en esta Cámara del Consejero del anterior Gobierno, el Señor Navia Osorio, para presentar su programa de Gobierno, anunció un plan de choque para las listas de espera. Este plan tenía dos fases:

 

  • ·        Publicar el estado de las listas de espera en la web de la Consejería (algo que por cierto ya se venía haciendo en el caso de la Lista de Espera Quirúrgica y que estaba preparado para el resto de pruebas y consultas).

 

  • ·        Habilitar un sistema para que los asturianos que estuvieran en lista de espera pudieran elegir en qué hospital quieren ser tratados. De esto último, nada de nada. Quizá porque no encontraron ningún trabajo previo hecho que apuntara en esta dirección.

 

Hoy, sabemos que su plan de choque se redujo a una única cuestión: un uso masivo de las derivaciones a la sanidad privada, casi en exclusiva a la que no forma parte de la red pública asistencial, y de los módulos de actividad extraordinaria por las tardes, eso que comúnmente -y miren que es un nombre que, como profesional de la sanidad me molesta- se conocen como peonadas.

 

Pero antes de entrar en estos datos, permítanme señorías que les refresque un poco qué existen las listas de espera y qué utilidad tienen en los sistemas públicos de salud porque son un rasgo característico únicamente de los sistemas sanitarios que cuentan con financiación pública, de aquellos en los que estas prestaciones son accesibles a toda la población de forma gratuita.

 

Dicho de otro modo, en los servicios sanitarios en los que el acceso a este tipo de intervenciones está regulado por el mercado, no existen listas de espera, nunca hay demoras para las personas que pueden costearse la asistencia sanitaria que precisan. Pero toda la población que no puede costeársela nunca accederá a estos recursos sanitarios o no podrá hacerlo en las condiciones adecuadas a sus necesidades de asistencia o de servicio, que es lo que sí permite el servicio público.

 

No existen listas de espera explícitas, aunque sí existen usuarios a los que nadie identifica en una lista, pero que son personas con necesidades de atención y que se quedarán sin acceder al servicio sanitario que necesitan porque no disponen de recursos para pagárselo.

 

Señorías, como pueden suponer, este no es nuestro modelo.

 

Es preciso recordar, además, que en un sistema público como el asturiano en el que todo lo urgente se atiende en el momento y con una red de atención a las situaciones más graves o que generan mayor incapacidad que resulta extraordinaria, encontrarse en espera para una intervención quirúrgica o para una consulta sucesiva no es por sí mismo un signo de deficiencia del sistema sanitario ni tiene por qué representar un problema, aunque, en algunos casos, efectivamente llega a serlo.

 

La espera no tiene significación para todos los usuarios, el tiempo de espera tiene distinta significación en función de la situación clínica, funcional y social de los usuarios.

 

Por eso entiendo que habría que sacarlas del contexto del debate político como un arma de enfrentamiento fácil para conseguir el descrédito del adversario, con el uso de argumentos falaces, y más aún en periodos de conflicto laboral como este.

 

El sistema sanitario debería ser juzgado por otros indicadores, como mortalidad infantil, expectativa de vida, años de vida ajustados por calidad, supervivencia tras diagnóstico de cáncer, costo del sistema en relación a los efectos que produce en salud…

 

No hacerlo así, poner las listas de espera en el frontispicio de la confrontación partidista, conduce, se lo digo expresamente a usted y a su grupo parlamentario señor Longo, a situaciones como las que se han vivido en esta región en un tiempo no muy lejano cuando, sin que existiera ninguna necesidad asistencial que lo justificara,  decidieron trasladar directamente a clínicas privadas, fundamentalmente a una de ellas,   588 intervenciones que podrían hacerse perfectamente en la red pública del Principado de Asturias en un tiempo más que razonable.

 

¿Saben ustedes cuantas se derivaron en el mismo tiempo durante el anterior gobierno socialista? 81. Señoría, está muy claro. 588 frente a 81. ¿Sabe qué coste aproximado tuvo esta decisión? Tres millones de euros que salieron directamente del bolsillo de los ciudadanos para las cuentas de resultados de clínicas privadas. Creánme, además, señorías, si les digo que estamos recogiendo ya quejas de algunos de estos pacientes que no están en absoluto satisfechos con los resultados de su intervención.

 

Sigamos con los datos, que creo que le van a ayudar a comprender mejor cuál es la situación.

 

  • En agosto de 2011 se encontraban en lista de espera quirúrgica 17.525 pacientes, de los cuales 661 tenían una espera superior a 6 meses. En agosto de 2012 el número de pacientes era de 16.399 (10 de más de 6 meses).

 

  • La evolución en septiembre fue mejor también que el año anterior, con 1.126 pacientes menos en lista de espera y 200 menos con esperas superiores a  6 meses.
  • La situación de cierre del mes de octubre, tras el mes de huelga sanitaria, lógicamente no es mejor, por eso señorías, en situación de huelga queda en suspenso el periodo de garantía de tiempos máximos de atención. (Artículo 6, RD1039/2011).

 

El motivo del incremento del número de pacientes en lista de espera es la reducción de la actividad quirúrgica que se ha realizado en los hospitales en los  meses de septiembre y octubre en comparación con el año anterior. Se han realizado menos intervenciones, pero esto no supone, señoría, que la situación de los hospitales sea la que ustedes tratan de trasladar a la opinión pública para justificar de nuevo que una importante cantidad de dinero vuelva a salir de los bolsillos de los ciudadanos para acabar engordando modelos privados. Ese, insisto señor Longo, ese no es nuestro modelo.

 

Analizando las derivaciones efectuadas en el periodo agosto 2011-mayo2012, frente a igual periodo del año anterior se aprecia un incremento en el coste de derivaciones de 3.310.550 €, de los cuales 816.231 € se facturaron al Centro Médico. Se derivaron 588 intervenciones frente a las 81 derivadas el año anterior.

 

Nuestro modelo es el de la eficiencia, que es de la eficacia pero aportando solo los recursos precisos para conseguir los resultados asistenciales y de salud perseguimos, con el menor coste y manteniendo la calidad.

 

Por esto, sabemos que una vez finalizado el conflicto sanitario podremos abordar la situación generada por el incremento de la lista de espera con diversas actuaciones que le paso a enumerar:

  • Se realizará actividad quirúrgica ordinaria en jornada de tarde vinculada al aumento de jornada que se ha implantado en el sector.
  • Se aprovechará la capacidad de centros como el Hospital Monte Naranco o el Hospital de Arriendas, así como  aquellos hospitales que puedan tener capacidad para realizar más actividad vinculados a la red pública.
  • Se empezarán a derivar a centros concertados propios, que están en la red pública sanitaria, unas 1.000 intervenciones quirúrgicas de las patologías con mayor demora.
  • Se prevé concertar programas extraordinarios solamente en Neurocirugía y Cirugía Cardiaca.

 

Este es, señoría, nuestro modelo. El suyo, han tenido ocasión de demostrarlo, es el del despilfarro de los recursos de los contribuyentes porque sus derivaciones, señorías, no han aportado absolutamente nada a los asturianos en términos de bienestar o de salud.

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