"Podía haber tirado así hasta junio, en la enfermería, pero no tendría sentido para mí"
El defensa del Sporting, Sergio Fernández, aseguró este mediodía en su despedida como futbolista que "tras dos meses sin apenas poder entrenar lo más honesto es marcharse".
El central avilesino, que estuvo arropado por el presidente del club Manuel Vega Arango, y por el secretario técnico Raúl Lozano, anunció ayer su decisión de abandonar la práctica activa del fútbol "tras comprobar que no había mejora de las lesiones" y también preocupado porque "la gente no creyera que estaba aquí por el dinero".
Sergio tenía firmadas dos temporadas de contrato con el Sporting, a las que renuncia. "Podía haber tirado así hasta junio, en la enfermería, pero no tendría sentido para mí", además aseguró que "vine a aportar y como veo que no puedo hacerlo, creo que lo mejor para todos es que ponga fin a mi carrera" y añadió que "parecía que me recuperaba, pero volvía a lesionarme con el primer entrenamiento y ya no tuve fuerzas después de tantos años...".
El futbolista asturiano quiso dejar claro que la slida del club de su amigo Manolo Sánchez Murias no tuvo nada que ver en su decisión de colgar las botas. "Que él no siguiera no tuvo nada que ver, porque la decisión ya la tenía tomada de antemano, aunque la había tomado la pasada semana, no quise en ningún caso que estuviera por delante o se entrecruzara con los partidos de Liga y de Copa, por eso esperé a dar la noticia".
Además quiso agradecer "al club, los compañeros y los servicios médicos, que me aguantaron, y a mi mujer, que ha sido siempre mi gran soporte".
Por su parte, el presidente Manuel Vega Arango, señaló que "tiene abiertas las puertas del club para un futuro con vistas a engrosar el cuadro técnico".