El SIMPA convoca huelga en la sanidad y el consejero expone sus razones

El SIMPA convoca huelga en la sanidad y el consejero expone sus razones

Asturias.- El Consejo Ejecutivo del Simpa, tras las negociaciones de la semana pasada y el resultado de la Mesa Sectorial del día de hoy, donde la Administración del Principado de Asturias "no ha movido ni un ápice sus posicionamientos ya por todos conocidos que agreden a todos lo médicos y facultativos del SESPA, MIR incluidos", ha decidido convocar huelga en la sanidad asturiana a partir del día 8 de octubre.

 

Este lunes, en sede parlamentaria, el consejero de Sanidad, Faustino Blanco, ha realizado un pormenorizado detalle de la situación de la sanidad asturiana y ha razonado los motivos de las medidas adoptadas por el gobierno del Principado.

 

INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO EN LA JUNTA GENERAL

 

Señorías, como ya les dije en mi anterior comparecencia para exponer las líneas maestras de mi gestión a lo largo de la legislatura, creo que tenemos uno de los mejores sistemas de salud del mundo. Tenemos en Asturias una verdadera “póliza oro” del aseguramiento sanitario.

 

Nuestro sistema, como también les decía aquel día, aunque bien reconocido en algunos de los países más avanzados del mundo, adolece de algunos males estructurales que se han venido agravando con la crisis y que ponen en riesgo su viabilidad.

 

Como tantas y tantas empresas españolas, los servicios sanitarios asturianos tienen en estos momentos serios, muy serios, problemas de viabilidad, pero nuestras debilidades, aunque con algunos puntos en común, son bien diferentes a los de la mayor parte de las compañías privadas. Nosotros no tenemos dificultades para captar clientes: Tenemos un millón de usuarios potenciales que acuden a alguno de nuestros servicios varias veces al año, y no tenemos grandes dificultades de inversión porque nuestro parque instalado es más que suficiente para afrontar con solvencia estos años complicados.

 

PLANTILLA DE PRIMERÍSIMO NIVEL

 

Tenemos una plantilla de profesionales de primerísimo nivel, con algunos problemas de dimensión, pero flexible y capaz de acomodarse razonablemente a los incrementos puntuales de demanda y que presta servicios 24 horas al día los 365 días del año. Sabemos bien qué es lo que hacemos, para quién y por qué lo hacemos, y qué objetivos buscamos a través de nuestras acciones.

 

Por fortuna, señorías, solo de forma puntual necesitamos acudir al mercado para captar talento, y cuando lo hacemos es con el fin de mejorar nuestra calidad. Tenemos dispersos por todo el territorio de nuestra comunidad autónoma a magníficos profesionales, muchos de ellos verdaderamente excelentes para cubrir la inmensa mayoría de las necesidades de salud de los asturianos. Y nuestra empresa está llena de verdaderos emprendedores, muchos con una admirable trayectoria de éxito clínico, investigador y de gestión a sus espaldas, lo que ha redundado siempre en el beneficio del sistema público de salud.

 

Sin embargo, sí que tenemos problemas que precisamos resolver. El primero de ellos, es un déficit estructural originado en su mayor parte porque la sanidad española, y ustedes lo saben bien, siempre ha estado insuficientemente financiada en términos relativos.

 

En comparación con otros países de nuestro entorno, el gasto sanitario público es reducido --y su eficiencia está más que demostrada a la vista de los resultados de salud que produce-- pero no ha recibido siempre los fondos necesarios para atender todas las necesidades posibles.

 

UNA NUEVA REALIDAD

 

Esta situación se ha visto de forma súbita atravesada por una profunda recesión económica y debemos, todos juntos, hacer frente a una nueva realidad, pues lo que antes servía, hoy no vale. Los ingresos han caído de una forma tan brusca que resulta imposible mantener estilos del pasado. O conseguimos más ingresos, lo que es realmente complicado, o reducimos el gasto corriente para poder cuadrar las cuentas y mantener los servicios.

 

Permítanme una reflexión más. De los aproximadamente 4.000 millones de gasto corriente en Asturias, unos 1.500 millones de euros son atribuibles a la sanidad. Con esta participación en el gasto es fácil suponer que cualquier recorte importante afectará en mayor o menor medida al factor sanidad y, por lo tanto, tendremos que decidir de dónde recuperaremos el dinero sin tocar lo esencial del sistema.

 

Señorías, el control sobre el déficit público es una obligación establecida para todas las administraciones públicas. En ese marco resulta imprescindible que la Administración del Principado de Asturias cumpla, como ya lo está haciendo, con los objetivos económicos del Plan Económico Financiero (PEF) aprobado para evitar una posible intervención de la economía regional por parte del Gobierno de la nación.

 

Esta es la situación, por lo que frente a las exigencias que nos impone la autoridad económica, solo es posible actuar de dos maneras:

 

Una primera, recortando gasto de forma lineal en todas las partidas, incluyendo salarios. Esto es lo que han hecho algunas comunidades autónomas, mayoritariamente en aquellas que entienden la sanidad como un posible nicho de negocio para la iniciativa privada o en las que la sanidad es ya un considerable espacio de beneficio privado. Pero esa es una opción muy diferente de la nuestra.

 

La segunda consiste en introducir reformas que hagan que el sector público se adapte mejor al nuevo entorno, para hacerlo más fuerte y sostenible en el tiempo, sin afectar a sus bases conceptuales.

 

En esta disyuntiva, el Gobierno del Principado opta claramente por esta segunda alternativa. Nosotros hemos manifestado reiteradamente y de forma explícita respeto y reconocimiento por los empleados públicos, parte esencial del sistema sanitario, pero al tiempo estamos obligados a adoptar medidas de gestión que hagan posible una reducción del déficit en el conjunto de las cuentas públicas, manteniendo, en la medida de lo posible, los salarios de los empleados de los servicios públicos esenciales.

 

Sé que algunas de esas medidas de gestión ya las conocen, pero permítanme que les relacione algunas de ellas a modo de recuerdo:

  • La reorganización de la estructura periférica del Servicio de Salud del Principado de Asturias que facilita una gestión integrada de los recursos y aumenta la eficiencia de nuestros procesos asistenciales y, por lo tanto, será capaz de obtener mejores resultados de salud.
  • La fusión de las gerencias de Atención Primaria y Especializada en una nueva estructura directiva más sencilla e integral que supone una reducción directa del 30% en personal directivo, que permite un ahorro de 1,2 millones anuales hasta 2014 y una cifra muy superior en los siguientes años.

 

  • La adecuación de la oferta a la demanda asistencial, mejorando la coordinación y los rendimientos de la actividad de la red hospitalaria.
  • La comisión central de compras, uno de los instrumentos más importantes para orientar e introducir sistemas que favorezcan la racionalización de costes, eficiencia del gasto y el aumento de la eficacia global en la gestión sanitaria.
  • La mejora en la gestión de los contratos actuales para revisar sus precios y adecuarlos a las tendencias que se observan en el mercado, más acordes con el momento actual de crisis.
  • El Plan de eficiencia energética que está siendo elaborado por el SESPA y que irá entrando en vigor de forma progresiva.
  • El uso racional del medicamento es otra medida esencial que además actúa tanto sobre la eficiencia del gasto como en la mejora de la salud de los pacientes.

 

No voy a extenderme más en estos aspectos, señorías, porque a lo largo de mi comparecencia y posterior debate tendremos tiempo de desarrollar, discutir y seguramente se puedan acordar algunas cuestiones relacionadas con estos temas.

 

Pero sí quiero decirles que todas estas medidas buscan la eficiencia sin tocar lo esencial del sistema y esto es así porque Asturias tiene un modelo propio para salir de la crisis que consiste en eliminar ineficiencia interna para poder mantener los servicios y que estos sigan siendo públicos.

 

También es una medida de eficiencia, precisamente la que es el objeto de mi comparecencia, que tiene que ver con la aplicación de medidas de ajuste en el ámbito del SESPA y de las previsiones contenidas en la Ley de Presupuestos Generales del Estado 2/2012, de 29 de junio, en relación con el incremento de la jornada para todo el personal ligado al ámbito público, que pasa de las 35 horas a las 37,5 horas semanales, en cómputo anual.

 

Miren señorías, en esto quiero ser claro. El Gobierno de Asturias ha buscado un modelo de implantación del incremento de jornada que persigue la eficiencia pero, sobre todo, que desde el punto de vista de los trabajadores tenga el menor impacto posible en su contribución a la reducción del déficit, estimándose para el mismo entre 13 y 17 millones de euros. Esta medida, junto con otras, permitirá que nos acerquemos a los objetivos de reducción del déficit público señalado y comprometido entre el Gobierno de la nación y nuestra comunidad.

 

Soy sincero, señorías, este acuerdo tiene consecuencias claras sobre aspectos laborales y en su aplicación en el día a día. Es un acuerdo que afecta a conceptos retributivos de algunos empleados que ciertamente difieren en relación a prácticas de etapas anteriores, muy difíciles de mantener en el momento actual. Aquellos fueron momentos, circunstancias socioeconómicas y necesidades asistenciales totalmente diferentes a las de hoy.

 

Pretendo también que tengan una cosa muy clara: Entre recortar prestaciones básicas y que los empleados trabajen algo más o que tengan que perder algunas de sus retribuciones extraordinarias, este consejero siempre optaría por la segunda opción.

 

Tampoco deseamos hacer lo que algunos dicen preferir, que cerremos centros de salud por las tardes porque así se “ahorra dinero”…tal como parece que han hecho en Cantabria. Nuestra opción es preservar los elementos básicos del sistema sanitario público, entre los que está la accesibilidad y la cartera de servicios”.

 

Y me temo, señorías, que de esto vamos a tener necesidad de debatir mucho con el Gobierno central a lo largo de esta legislatura. Para este fin, confío en que podremos contar con su apoyo mayoritario.

 

Analizando en detalle los aspectos sobre los que se incide, insisto, nadie de la Administración que represento puede negar el efecto de estas medidas en algunos hábitos y costumbres de trabajo interiorizados en los empleados públicos del Servicio de Salud, desde el momento en que supone un incremento de la jornada ordinaria de los trabajadores.

 

No obstante, ésta incidencia no puede visualizarse con las formas y el dramatismo que algunos pretenden transmitir a la opinión pública, pues hacia cualquier lado que miremos tendremos ejemplos de lo que está ocurriendo en España y en Asturias, donde se pueden observar situaciones realmente dramáticas. Pero ampliaré algunos detalles de lo que estas medidas suponen en nuestro sector:

1.        En primer lugar, y avanzando en lo concreto, se establece un régimen de jornada más uniforme y homogénea, aplicable a todo el personal del ámbito del SESPA. Respetamos las especiales condiciones laborales de determinados colectivos que realizan actividades sin duda más exigentes (urgencias, emergencias, atención continuada,...). Planteamos también un régimen homogéneo en el cómputo de la jornada realizada en horario nocturno para todos los colectivos que realicen esta actividad a turnos.

 

2.        El cálculo de la nueva jornada se efectuó respetando al máximo las condiciones disfrutadas hasta el momento, como es el considerar los días 24 y 31 de diciembre como “no laborables”, cuando el nuevo marco legal nada nos indicaba en cuanto a dicha consideración en la reducción de los días de “libre disposición” o días de vacaciones.

 

3.        Respecto al “turno rotatorio” (régimen de jornada al que está adscrito una parte del personal sanitario no facultativo), se establece un “coeficiente bonificador” de las horas realizadas, cuando tienen turno de noche de 1’144. Esto supone que por cada 10 horas realizadas en horario de 22-8, aplicando ese coeficiente a efectos de cómputo de jornada ordinaria, da como resultado 11,44 horas efectivamente trabajadas. Antes de entrar en vigor estas medidas computaban solamente 11 horas.

 

De este modo, para un turno de 42 noches al año (un turno muy común), que les adelanto respetaremos al aplicar la nueva normativa, la  jornada anual efectiva a realizar será de 1.590 horas anuales. Esto es, 60 horas menos que la jornada en turno fijo de 1.650 horas. Con la anterior jornada, el mismo turno de 42 noches/año, tan solo contabilizaba 42 horas menos sobre el turno fijo.

Más claro, las personas que trabajen 42 noches al año disfrutarán de 8 días de descanso más que los que trabajen en ese turno fijo de 1.650 horas. Antes solo disponían de 5 días y medio más. Esto tiene enorme importancia si se tiene en cuenta la drástica reducción de días de descanso que se hizo en la Ley 2/2012 de Presupuestos Generales del Estado.

Estos trabajadores no harán más noches de las 42 que ya venían haciendo. Por tanto, todo el incremento de jornada de este colectivo se realizará en las horas diurnas de su torno rotatorio, de modo que, insisto, no harán más horas nocturnas que en la actualidad, harán las mismas y computarán por más horas.

 

4.        También tenemos la firme voluntad de favorecer todas las condiciones para la conciliación de la vida laboral y familiar y para ello facilitaremos el establecimiento de jornadas a tiempo parcial.

 

5.        Se prevé una especial consideración, a efectos del cómputo de jornada, para el personal que disfruta de un permiso o licencia, si el turno conlleva noches, dicho permiso computará como si la noche fuera efectivamente realizada (11,44 horas). Esta es una petición que plantearon las centrales sindicales y nos pareció razonable recogerla en la normativa.

 

6.        Se respeta estrictamente, como no puede ser de otra manera, la ley en cuanto a la consideración de los descansos. Y cito esto expresamente porque se está trasladando a la opinión pública la impresión de que se suprimen los descansos después de una guardia. Nada más lejos de nuestras intenciones y de la legalidad porque nosotros, por encima de todo, procuramos ser tremendamente respetuosos con las leyes.

 

7.        En relación a las guardias de los médicos o personal que realice esta modalidad de servicio, el personal podrá proponer, aunque también caben otras posibilidades, que parte de ese incremento de jornada ordinaria se compute como horas antes del inicio de dichas guardias. Esto es, el profesional no dejará de hacer una determinada parte de las horas que le corresponden, pero el incremento de la jornada no necesariamente supondrá un cambio relevante en sus condiciones de prestación de servicios, ni en su régimen de permanencia en el centro.

 

Por otra parte, el personal seguirá cobrando atención continuada por las guardias realizadas, pero aplicando un sistema que también contemple el cómputo de horas de jornada ordinaria, que se podrían contabilizar como parte de jornada ordinaria, del siguiente modo:

 

  • 3,5 horas en cada una de las 3 primeras guardias del mes.
  • 2 horas en la 4ª y siguientes guardias del mes.
  • 7,5 horas en guardias de sábados no festivos.

 

Con ello, el profesional que realiza guardias seguirá percibiendo complemento de atención continuada por las horas de guardia realizadas, exceptuadas las horas que le serán computadas para completar su jornada ordinaria.

Hay que recordar que el artículo 58.2 del Estatuto Marco define con meridiana claridad que el tiempo de descanso no es jornada y, por tanto, no tiene retribución; de modo que la jornada ordinaria establecida, 1.650 horas en turno diurno, habitual para los médicos, es la que corresponde al salario que se recoge en las leyes de presupuestos y debe hacer.

 

El sistema planteado, además, permite conjugar el cumplir con la realización de las horas de su jornada con los límites establecidos en el marco normativo vigente. El Estatuto Marco en su artículo 48.2 transpone al ámbito sanitario las directivas europeas reguladoras del tiempo de trabajo y régimen de descansos, que establece un límite máximo de 48 horas semanales de trabajo efectivo, pero en cómputo semestral.

 

Además, el empleado, con el fin de justificar la totalidad de la jornada anual ordinaria, podrá configurar un resto de las horas que se le han bonificado y, por tanto, no trabajadas a actividades de investigación, docencia o formación de interés estratégico para la organización, de una forma más libre.

 

A su vez, para contribuir a este objetivo dotaremos al SESPA de un fondo económico adicional para todo el personal orientado a fomentar la excelencia profesional por dichas actividades.

 

Ese fondo se nutrirá con hasta el 50% de las cuantías económicas dejadas de abonar por las economías generadas en atención continuada debido al incremento de la jornada llevado a cabo en los términos antes expuestos.

 

Se trata de una figura económica nueva que, con mucha intención, se pone en marcha en un contexto de crisis y que está orientada a preservar políticas de mejora de la competencia profesional, es decir el “conocimiento”.

 

8. El personal que no realice guardias completará su jornada mediante la realización de la actividad que se programe por el propio centro en horario de tarde, bien 2,5 horas semanales o bien en módulos de 4 horas a la semana, en cómputo de 8 semanas.

 

El nuevo modelo implicará la no consideración de los módulos de actividad extraordinaria o las mal llamadas peonadas como un modelo de organización de la actividad ordinaria. Esto es algo que ha sido muy demandado por los agentes sociales por haber derivado en un sistema, en cierta manera viciado en cuanto a los fines y objetivos buscados.

 

Con ello, intentaremos mantener o mejorar los índices de espera, a los que estaba enfocada esa actividad extraordinaria, permitiendo que la cuantía económica dejada de abonar por dicha actividad se pueda reasignar para la atención de otras necesidades en capítulo de personal.

 

El nuevo modelo también incide en la exención de las guardias de los médicos mayores de 55 años. Para los profesionales que tienen reconocida esa exención, su actividad variará, pues las horas que venían realizando quedan condicionadas por la aplicación de la nueva jornada.

 

Por otra parte, sí se dará la posibilidad de que aquel personal que viniera disfrutando la exención de guardias, pueda solicitar, si lo estima conveniente, el retorno a la realización de guardias, si ello es más acorde a sus intereses.

 

Respecto a esto último, quisiera señalarles que en los próximos años, en los que se prevé un gran incremento de las exenciones, el modelo hasta ahora vigente sería absolutamente insostenible desde el punto de vista financiero puesto que además, por cada uno que deja de hacer guardias, hay otro profesional que las asume y, como es lógico, se le pagan. Además, se trata de un modelo que no se aplica en la Atención Primaria por lo que también se podría considerar una clara discriminación en relación a estos profesionales.

Por otra parte, con el nuevo modelo, colectivos profesionales que desarrollan fundamentalmente su actividad en el ámbito de las urgencias (SAC, SUAP, SAMU, Urgencias Hospitalarias), en tanto en cuanto no se produzca un estudio para la reordenación de las mismas, verán unificadas sus condiciones en lo que a régimen de jornada se refiere, con independencia de los horarios de prestación de servicios que se establezcan en cada unidad o centro.

 

Por último, el incremento de jornada permitirá ajustar mejor la excesiva casuística que daba origen a  “excesos de jornada” que, en caso de producirse, y en aras a garantizar el descanso de los empleados, y el respeto a las normas, serán en todo caso compensadas con los correspondientes descansos, de conformidad con la normativa aplicable al respecto.

 

En conclusión:

 

El nuevo modelo de realización de la jornada, supone tener la oportunidad para reorganizar los servicios en aras de lograr una mayor eficiencia en la utilización de los recursos, sin que afecte a la calidad asistencial prestada a los usuarios, los cuales, por otra parte, en algunos casos van a ver mejorada su accesibilidad a los servicios sanitarios. En definitiva, con ello se pretende garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario público de nuestra comunidad autónoma, tal y como lo concebimos: universal, equitativo y solidario.

 

Por otro lado, resulta relevante hacer alguna consideración en el enfoque que se ha dado al modelo de jornada implantado en el SESPA con respecto a lo implantado en otras comunidades autónomas. Téngase en cuenta que en algunas de las autonomías en las que el enfoque de implantación del incremento de jornada pueda parecer más “laxo”, se están llevando a cabo otro tipo de medidas que van en detrimento de las condiciones laborales de los empleados públicos en otros aspectos como pueden ser de conceptos retributivos “clave” (atención continuada, carrera profesional, productividad variable, etc..), o bien en detrimento de poder garantizar en el futuro la sostenibilidad del sistema público y por tanto el empleo.

 

Señorías, en los últimos años asistimos a una campaña bastante generalizada de intento de desmantelamiento de los sistemas públicos de salud, que coincide con el auge del neoconservadurismo que busca privatizar los sistemas sanitarios públicos porque encuentra en ellos una nueva oportunidad de negocio.

Nosotros estimamos que estas expectativas de negocio son también las que amparan actuaciones de crispación y confrontación contra cualquier medida de reforma del sistema, con la intención de presentar esas actuaciones como inviables en nuestro sistema público de salud. Rechazamos esas actitudes basadas en la radicalidad y que omiten un hecho esencial, la importancia social del servicio público de salud.

 

La apuesta actual por afrontar una reforma con rigor de la sanidad asturiana quedó reflejada en los objetivos de legislatura planteados en esta misma Cámara. Esta es una buena oportunidad para hacerlo, es algo que viene siendo reclamado por usuarios y profesionales desde hace años y que, en sus objetivos sociales, merece el respeto y el apoyo de cuantos creemos en un modelo de servicios públicos que ha generado tanto reconocimiento y cohesión social.

Señorías, o evolucionamos o esto involuciona. Un viejo y anónimo aforismo dice: “lo que se queda quieto, retrocede”.

Esto es una necesidad. Todos hemos visto disminuir nuestro salario, pero hemos de asomarnos a lo que pasa fuera y observar que nadie está exento de esta crisis. No es problema de la institución que represento, es algo que tenemos que abordar con madurez, información transparente y entre todos.

 

Para ir concluyendo, quiero dejar una cuestión perfectamente clara. Esta reforma no va contra nadie. Es una reforma a favor del sistema. A favor de los ciudadanos, que son quienes contribuyen con sus impuestos a la sostenibilidad del servicio público, y a favor de los profesionales porque entendemos que un servicio sanitario bien dimensionado, de alta calidad y eficiente es la mejor garantía para su pervivencia y, en consecuencia, para el empleo.

Esta es una reforma que se pretende hacer con los profesionales, no sería inteligente hacerlo de otra manera. Sabemos que juntos podemos hacer frente a una situación dramática como la que atravesamos. Pero también sabemos que hay algunas decisiones que no permiten demora y son de nuestra responsabilidad.

 

Es tremendamente duro, lo sabemos, pero la crisis admite pocas dudas. Nos obliga a actuar y a hacerlo cuanto antes. Y para eso es preciso un esfuerzo colectivo, que estamos decididos a liderar, pero para el que queremos contar con toda aportación destinada a que el sistema sea más eficiente sin perder ninguno de sus rasgos básicos. Y para esto no valen ya medidas coyunturales, porque como les recordaba al principio, el déficit no es algo nuevo en el sistema y la crisis viene para quedarse largo tiempo.

Nada es mejor para el Servicio de Salud y para Asturias que contribuir al control del déficit con medidas selectivas, ciertamente duras y exigentes, pero fundamentadas.

 

Nuestra obligación es aún mayor ahora, dado que estas medidas se ven acompañadas por un esfuerzo extra de todos los asturianos, que por medio del copago farmacéutico se han visto obligados a ceder otra parte adicional de sus rentas, algunas de ellas exiguas, para aportar una buena cantidad de euros al sistema mediante ese copago. (Van 7 millones de euros en dos meses).

Señorías, no hacer este esfuerzo por conseguir una mayor  eficiencia y la sostenibilidad del sistema es generar incertidumbre, también insisto en términos de empleo de calidad y claramente vinculado al conocimiento.

Termino con un resumen muy indicativo de lo que pretendemos para el sistema de salud y por ende, para los ciudadanos y los profesionales. A saber:

1.- Garantizar la sostenibilidad.

2.- Aumentar la oferta horaria a la población.

3.- Garantizar los salarios y empleo estructural de calidad.

4.- Aumentar la eficiencia de nuestro Servicio.

5.- Preservar al sistema público de la presión de los mercados.

6.- Compartir nuestro esfuerzo con el adicional que hacen los ciudadanos a través del copago.

7.- Contribuir a reducir el déficit de nuestra comunidad autónoma para, juntos, salir de esta situación en posición de fortaleza y competitividad.

 

 

 

2 comentarios

  • # Jhr Responder

    24/09/2012 23:13

    La verdad es que su último resumen suena muy bien, a costa de hacer horas por la cara bonita! Usted señor consejero de qué va? Deje de reírse de nosotros. No le da vergüenza?

  • # compañero Responder

    26/09/2012 18:46

    Me parece increible que sea médico, socialista , el faltar a la verdad es tremendamente pelgroso,, los políticos que toman decisiones que repercuten directamente en el pueblo deberían de ser más prudentes, inteligentes y justos. reflexione Sr. Consefero

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