Fiestas de verano

Fiestas de verano

Por Manuel García Linares.-Nada mejor que las crisis para el disfrute de las fiestas. La sociedad cansada de tanto problema y noticia alarmante renovada todas los días decide, puesto que no encuentra solución a la vez que está indefensa y padeciendo injusticia ,  lanzarse a la calle dispuesta a beber para olvidar, a cantar y bailar para matar las penas y a echar la casa por la ventana, porque entre otras cosas la casa ya no se sabe de quien es, ahora, posiblemente, del banco, del municipio o de hacienda, ¡ que mas da ! , ya todo nos da igual por eso queremos beber y danzar hasta caer exhaustos porque estamos hartos de tanta miseria humana y estupidez política. Estamos hartos de pagar impuestos, no para mantener servicios públicos y asistencia social sino para pagar sueldo millonarios a unos políticos que llegaron al cargo con un programa para incumplir burlándose de un pueblo al que prometieron servir, frente a la caótica situación que padecemos  ¿cuantos políticos conocemos que hayan dimitido por no poder cumplir sus promesas ?. En la mayoría de los casos y con las excepciones que confirman la regla, los políticos van a los cargos para vivir de ellos y todos en el mismo carro, sin derecha ni izquierda, porque la corrupción no tiene ni ideología ni religión.

                        El verano, en nuestra amada tierra nos trae unos programas festivos de lo mas variado y los regidores están muy preocupados, aportando dádivas para su mantenimiento contratando a cantantes, orquestas y otras atracciones que complementadas con el fútbol y las olimpiadas, nos vayan entreteniendo, la cuestión es que no pensemos en la situación que nos rodea y que nos sumamos en un baño de multitudes ebrias de placeres; hablamos de rescates, de  primas de riesgo, de recortes, pero pese a ello hay que mantener vivo el espíritu festivo, esta es la única forma que poseemos para evitar que el “ciudadano piense”... aquello de los romanos de “pan y circo”

que aun sigue en activo en nuestro siglo XXI, al igual que el arado romano.

                        En mi comarca estamos esperando el fin de semana como agua de mayo, ya tenemos ahí el Folk, el Bateo de Oro  y La Vaqueirada, la semana pasada se celebró el festival de las Natas Vaqueiras en Naraval y la fiesta de Folgueras del Rio. El Folk ha sido un acirto, además se complementa con el Bateo, no en balde los antiguos buscadores se acompañaban del “Banjo”, como lo descubrimos en Vigevano el viejo y barbudo australiano, Jerry acompañando a los violines californianos; en aquel momento yo pensé en Cesar y su gaita, y así lo enviamos a California en donde “dio la nota”, luego él con los amigos decidió, con gran acierto organizar el festival Folk, otro gran acierto, el problema es mantenerlo con “dignidad”, aquellos premios de publicación de CD, se fueron olvidando y en algo ha decaído, pero, a pesar de la crisis, lo van manteniendo: El Bateo ya es otra cuestión, nos dormimos en los brazos del museo... y lo convertimos en una fiesta anual, no hemos logrado darle la vitalidad de otros países con el fin de aportar desarrollo a la comarca, pero también se mantiene. La Vaqueirada, que lleva mas de cincuenta años celebrandose, mueve masas ingentes de “romeros”, pero ahora... sin vaqueiros y no nos ha servido no siquiera para arreglar la carretera de Luarca a Pola de Allande, que se ha ido parcheando estos últimos años a base de movilizaciones, eso sí, al día siguiente de la fiesta queda todo lleno de cristales, papeles y demás basuras, la emblemática braña de Aristébano, cuna de una mujer luchadora, como era La Rogelia, cuyo nieto Ramón, falleció recientemente, está dejada de la mano de Dios por no tener unos artesanos y unos urbanistas que cuidasen la esencia de la arquitectura vaqueira; y nos llamamos cultos.

                        El espíritu de las fiestas ha decaído, porque si en esencia eran para celebrar la recolección de la cosecha, ¿ ahora, que vamos a celebrar ? Ahora son para olvidar nuestras penurias.

 

 


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