La ASPET visita Nava y el Museo de la Sidra

La ASPET visita Nava y el Museo de la Sidra

Por Luis Javier del Valle/dendecagüelu.-La ASPET (Asociación asturiana de periodistas y escritores de turismo) visitó el concejo de Nava, el pasado fin de semana.

 
Atendiendo la amable invitación de la corporación navense, una delegación de quince personas entre asociados y allegados de la asociación, realizó una visita al concejo de Nava, que incluyo una recepción en el edificio consistorial, una visita al museo de la sidra, aperitivo y comida, y una visita al llagar Zapatero.
A las 11,30 horas, de acuerdo con el programa establecido, en una lluviosa mañana la delegación fue recibida en el edificio consistorial por el alcalde de la localidad Emilio Ballesteros, junto con los  concejales de hacienda, patrimonio y personal, y de urbanismo, servicios, turismo y festejos, Cecilia Fernández y José María Osoro, respectivamente, a los que acompañaba Leocadio Redondo, cronista oficial del concejo. El salón de plenos, albergó el acto oficial de la visita, consistente en las intervenciones del alcalde, del concejal de turismo, del cronista oficial y del presidente de ASPET.
 
El alcalde nos dio la bienvenida al concejo, agradeciendo nuestra visita con la esperanza de que la misma sea fructífera para todos, explicó el programa previsto y cedió la palabra a su concejal de turismo. Osoro, igualmente nos dio la bienvenida, manifestando que esta era una visita que estaba pendiente de realizar desde hacía un año; hizo ver que la corporación actual hace especial hincapié en el turismo y su potenciación, ya que consideran que cuentan con tres pilares para su desarrollo: naturaleza, patrimonio y gastronomía; cuentan con un gran punto a favor, que es su situación geográfica, cercana a los grandes núcleos de población asturiana, y con el museo de la Sidra, al que calificó como auténtico mascaron de proa del turismo en el concejo; significó el especial esfuerzo que están realizando con el colectivo de hostelería, con la que colaboran a través de la asociación que se ha constituido recientemente, y que la componen 24 asociados.
Leocadio Redondo, destaco la importancia del paisaje, encaminado a la gastronomía; la naturaleza del concejo con valles, montañas y la sierra de Peñamayor; la antigüedad del concejo, que data del siglo XII con el convento de las Benitas, y el realezgo de la puebla; también hizo ver que la capitalidad actual viene dada por la ubicación de la iglesia, perteneciente al convento, y luego por el mercado, concedido junto con la carta puebla, en 1270, resaltando que por ello el concejo paso de ser de realezgo a eclesiástico.
Carlos Cuesta, como presidente de la ASPET, agradeció en nombre de la asociación la invitación cursada para visitar el concejo, lo que permite reiniciar las visitas a los concejos asturianos, uno de los fines de la asociación creada en 1992, y sobre todo conocer de primera mano, la realidad del concejo, sus costumbres y sus peculiaridades. Su intervención la concluyó con la lectura de una poesía del poeta malagueño, Salvador Rueda, que es todo un canto al Principado de Asturias.
Seguidamente se abrió un pequeño coloquio, donde se realizaron comentarios sobre la historia del municipio y de la sidra y su entorno, y dónde no faltaron ideas para poder promocionar el turismo en el municipio, en el que la historia y el emblemático palacio de la Ferrería, dónde pasó su juventud doña Jimena, la esposa del Cid Campeador, puede ser un buen eje, sobre el que gravite el mismo.
La recepción concluyó con un intercambio de regalos. Carlos Cuesta, entregó como recuerdo una colección completa de todos los libros y folletos editados por la ASPET desde su fundación hasta la fecha actual, mientras que Emilio, entrego un cuadro con el escudo del concejo a la asociación, y una bolsa a cada uno de nosotros con material promocional y libros del municipio.

 

 
De la casa consistorial, nos desplazamos al cercano “Museo de la Sidra”, emblema turístico del concejo, y uno de los que más visitas reciben anualmente en el Principado. El museo auspiciado por el Ayuntamiento de Nava, y cofinanciado con el Principado de Asturias, fue inaugurado el 9 de noviembre de 1996, por su Alteza Real el Príncipe de Asturias, con motivo de la visita a la localidad para entregar el premio de la Fundación Príncipe de Asturias, de pueblo ejemplar a la comunidad vecinal de Nava. Dicho premio fue concedido por la “Defensa y valoración de la sidra. Uno de los símbolos y valores más importantes de Asturias y su profundo apego y respeto a las tradiciones y patrimonio cultural”.
Su gestión corre a cargo de la Fundación de la Sidra, cuyos trece patronos son: el Principado de Asturias, a través de las Consejerías de Agricultura y la de Cultura; los ayuntamientos de Oviedo, Gijón, Siero, Villaviciosa, Colunga, Cabranes, Sariego, Nava y Bimenes; y las asociaciones de hostelería y de sidra de Asturias. Su director desde su fundación es Elías Carroceda, que fue quién nos recibió en el mismo.
 

Elías, arqueólogo, y profesor de la Universidad de Oviedo, participo activamente desde su inicio en el desarrollo de los contenidos del museo, y conoce al mínimo detalle todo lo concerniente al mismo. Como bien nos dijo el diseño del edificio se realizo sin tener en cuenta lo que iba a albergar, el continente no se ciño para nada al contenido, por lo que hubo que realizar una adaptación y ordenación de los múltiples elementos que componen el mismo al edificio. El resultado ha sido francamente bueno, como muestra que después de dieciséis años el museo este acorde a los tiempos actuales, y no se halla quedado obsoleto, aunque como todo un par de retoques no le vendría mal.
En esto seguro que ha tenido mucha importancia una de las máximas que nos ha explicado Elías, como es que desde el principio se ha querido que nada este sacralizado  detrás de una vitrina, pudiéndose tocar todo lo expuesto. Como también lo ha tenido que el visitante participa activamente en la visita, ya que por medio de un sistema expositivo envolvente, se pretende transmitir toda la información posible con respecto a la producción, consumo e historia de la sidra.
Elías con su profundo conocimiento de la materia, fue explicando con todo detalle  todos los elementos, maquinas, útiles, exposiciones, y contenidos que componen el mismo. Visita completa, en el que no falto el intercambio de conocimientos y experiencias entre los miembros del grupo, y que sin duda fue tremendamente enriquecedora para todos los asistentes.
Este es un museo bien conocido por mí, del que he formado parte de su patronato durante cuatro años, y puedo dar fe del esplendido trabajo realizado por Elías y todo su equipo, profesionales comprometidos, que han conseguido consolidar el mismo como todo un referente museístico. El museo por su diseño y contenido es único en el mundo, en otros puntos existen eco museos, pero museos como este no, motivo por lo ha sido visitado y servido de referencia para muchas localidades de España y del mundo.
 

Concluida la enriquecedora visita al mascaron de proa del turismo navense, como lo definió Osoro, el siguiente punto del programa establecido, era la toma de un aperitivo, en el cercano bar “La Naveta”, ubicado en la cercana Travesía Dominganes. Abierto por Ana Emilia Ordóñez, hace ahora un año, se ha convertido en una de las referencias hosteleras de la localidad, y en él fuimos recibidos por su propietaria, que nos agasajo con una esplendida boroña preñada, como mandan los cánones del oriente asturiano, de la que dimos buena cuenta, acompañada de sidra brut con D.O.P. Sidra de Asturias de la localidad (Prau Monga 2006) y vino tinto de Castilla y León.
 

Agradeciéndole las atenciones prestadas y felicitándola por los productos que había seleccionado, nos despedimos de Ana Emilia, tocaba ir a comer, y había que coger los coches para desplazarse a la sierra de Peñamayor, dónde su hermano Adolfo nos estaba esperando.
El tiempo nos jugo una mala pasada, y una tupida niebla, nos acompaño desde prácticamente el inicio de la pista, que desde el puente sobre el río Pra, en Piloñeta, comunica esta localidad con la piloñesa de Puente Miera, atravesando una buena parte de la sierra de Peñamayor. Según se iba ascendiendo la empinada pista, más se cerraba la niebla, sin prácticamente visibilidad, impidiendo poder disfrutar de la abrupta naturaleza y de las esplendidas vistas que desde allí se divisan.
La sierra de Peñamayor, es una auténtica atalaya, cuya cumbre más alta es la que le da nombre con 1.144 metros, con vistas limpias a los cuatro puntos cardinales.  El recorrido que hemos realizado forma parte de la tercera etapa del GR-105, de Oviedo a Covadonga, conocido como “Ruta de las peregrinaciones”, y que va del Alto del Espinadal (poco antes de Piloñeta) a Puente Miera.
En el Felguerón, prácticamente en el alto de la Llama, ya en la estribaciones del linde con Piloña, fuimos recibidos por Adolfo y su equipo, que derrochando simpatía lamentaba el mal tiempo reinante, que no permitía un disfrute total de su precioso retiro.
 
Adolfo, que regenta en Nava el hotel Villa de Nava y la sidrería Casa Mino, es un experto cocinero, que tiene en el Felguerón su paraíso natural donde agasaja a sus amigos. Mientras disfrutábamos de un aperitivo a base de tortilla de patata y de cecina, y nos mostraban su coqueta cabaña, él ultimaba un arroz con almejas y que junto con el pitu de caleya guisado (criados por él en la finca) compuso su exquisita propuesta gastronómica.
 

Después de la copiosa comida, en un ambiente distendido con continuos observaciones sobre el territorio navense y de una pequeña sobremesa, nos volvimos a Nava, sin prácticamente mejora del tiempo, lo que de nuevo imposibilito cualquier disfrute visual. Esta claro que la climatología no se alió con nosotros, para poder disfrutar más de la incursión en la preciosa sierra de Peñamayor.
Ya en el centro de Nava, en la calle la Riega, nos esperaban Elena Zapatero -propietaria junto a su hermana Covadonga del llagar Zapatero- y su esposo Fran González, para enseñarnos uno de los más emblemáticos llagares del municipio. No podíamos irnos sin visitar una empresa del sector por antonomasia en Nava.
El municipio, cuenta en la actualidad con nueve llagares de sidra natural, y otro elaborador de sidra champanizada. Estos son: Alonso, Estrada, L´Argayón, Orizón, Piloñu, Roza, Viuda de Angelón, Viuda de Corsino y  Zapatero, siendo Pomar la elaborada de sidra champanizada y otros derivados de la manzana.
 

Sidra M.Zapatero, C.B. es un perfecto ejemplo de llagar tradicional asturiano, que sigue las pautas diseñadas por el difunto Manuel Zapatero, padre de Elena y Covadonga. Manolo fue un profundo conocedor y uno de los “grandes” del sector sidrero, que se estableció por su cuenta en 1967, después de haber estado trabajando en los llagares navenses de  Villabona y Bombé. Desde su fallecimiento sus hijas continúan con su obra, que compatibilizan con otros quehaceres profesionales.
El llagar es de los muy pocos del Principado, cuyo parque de toneles está compuesto íntegro por toneles de castaño, siendo el único de Nava, que respeta el ciclo tradicional de la sidra en Nava. Allí, por su ubicación  a una altitud de 480 metros, y una climatología más fría que otros municipios sidreros, la sidra tardaba más en hacerse, siendo común su comercialización a partir de finales de agosto, comienzos de septiembre. En Zapatero, en sus 18 toneles,  con una capacidad máxima de elaboración de 350.000 litros, se sigue realizando la sidra como desde su fundación, con manzana asturiana cien por cien, procedente una parte de la rasa costera y otra del interior asturiano, y el corchado de la sidra no se comienza a realizar hasta finales de julio, principios de agosto, comenzando a comercializarse cuando la misma este asentada.
 
En el llagar hemos disfrutado con las sabias explicaciones de Elena y con los culines, pronto comenzaron las entonaciones de las clásicas canciones de chigre, que tan de la mano van con la sidra, y que pusieron broche al estupendo día vivido en este municipio de apenas 5.700 habitantes, que tanto encanto y potencial turístico tiene.
Mi más sincero agradecimiento a la corporación navense, personalizada en su alcalde Emilio y sus dos tenientes de alcalde, Cecilia y Osoro,  a Elías Carrocera, Ana Emilia y Adolfo Ordóñez y a Elena Zapatero y Fran González, por su atento recibimiento y las atenciones que a lo largo del día han tenido con nosotros.
MÁS INFORMACIÓN.
“La cortesía es la flor de la humanidad. El que no es bastante cortés, no es suficientemente humano”. Joubert, Joseph (1754-18249) moralista francés.

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