La eliminatoria comenzó con un Éibar que se adivinaba mejor por presencia y organización. La igualdad inicial se alargó hasta el minuto veinte. Antes el Belenos lo había dado todo, adelantándose en el marcador por siete a tres con un ensayo sensacional anotado por Iyán, después de una bonita jugada ofensiva de varias fases que intercaló combinaciones de la delantera con la línea de tres cuartos. Pocos minutos después, el Éibar, empujado por cien entusiastas seguidores, bloqueaba una patada en la línea de 22 local para iniciar una remontada plena de buenas percusiones con la adecuada continuación de juego a la mano cosechando cuatro ensayos antes del intermedio.

La irregularidad del pateador vasco provocó que los visitantes no se marcharan al descanso con una ventaja de escándalo (5-28), pero que decantaba la eliminatoria casi definitivamente a favor delÉibar. El Belenos no se dejó ir y la segunda mitad transcurrió por los mismos derroteros. Los blanquiazules se vaciaron ante su público contra un rival netamente superior. Las bajas de Bélar, Hugo, Felipe, Sebas y Cuyi fueron demasiado para el equipo dirigido por Tomás Valledor. Con su concurso, quizá el Éibar hubiese encontrado mayor respuesta, pero difícilmente habría abandonado el Muro de Zaro sin una clara victoria.

Un gran ensayo de Luis Estéfano tras combinación con David Méndez animó a la grada local, pero tres nuevos ensayos antes del pitido final certificaron el justo y definitivo tanteador final de diez a cuarenta y cinco. La eliminatoria, vista para sentencia, aunque el Belenos tendrá otras dos oportunidades para lograr el ascenso.

FOTO: Juan Granero