Nuevo modelo de gestión del desarrollo rural en México

Nuevo modelo de gestión del desarrollo rural en México

Gracias al trabajo realizado desde 2005 en cinco comarcas rurales de México, el nuevo modelo de gestión desarrollado ha permitido que 340.000 habitantes distribuidos en 2.417 km2 se hayan beneficiado de 85 proyectos de desarrollo rural, con una inversión media de 263.260 pesos mejicanos.

Después de más de 50 años de reformas agrarias y de ineficaces políticas rurales, el sector rural mexicano continúa sufriendo elevados niveles de pobreza, desigualdad y marginalidad. La nueva Ley de Desarrollo Rural Sustentable (LDRS) de México supone una toma de conciencia realista y demanda nuevos modos de gestionar el desarrollo rural.

 

Como respuesta, investigadores del Grupo GESPLAN de la UPM y del Colegio de Posgrados de México (COLPOS) han adaptado al contexto y a las necesidades mexicanas más de 20 años de experiencia en la gestión del desarrollo rural europeo, según elementos de la exitosa iniciativa LEADER1. Este grupo internacional de investigadores ha logrado demostrar la viabilidad de una nueva forma de implementar y gestionar los programas de desarrollo rural en México, mediante un modelo acuñado con la expresión «Working With People»2.

El nuevo modelo de planificación y gestión incorpora aspectos centrales como son: el enfoque territorial que permite articular los programas de inversión en función de territorios homogéneos con necesidades comunes; la creación de Grupos de Acción Local que permiten a la población gestionar las estrategias de desarrollo de su territorio de forma participativa; y la innovación, entendida como la aportación de valor agregado respecto a otras intervenciones dentro del territorio, que sean aplicables a otras regiones. Además el modelo está consiguiendo una visión integrada y multisectorial del desarrollo, con proyectos que abordan las diferentes potencialidades y necesidades de cada territorio: el bienestar social de la población, actividades económicas locales, conservación de los recursos naturales, la biodiversidad y proyectos de servicios ambientales.

 

Pero la principal novedad es que son los propios agentes locales de los municipios los que están decidiendo sobre el uso de los recursos públicos, mediante procesos de gestión de la financiación desde la proximidad a sus necesidades reales, logrando maximizar la eficacia y los impactos de desarrollo. Los territorios y grupos de acción local no son entes aislados, sino que están formando una red de cooperación para poder compartir las experiencias en un proceso de aprendizaje común.

El modelo incorpora además un proceso de desarrollo de competencias para la Dirección de Proyectos, que ha dado lugar a creación de la Asociación Mexicana de Ingeniería de Proyectos (AMIP), como organismo acreditado por la International Project Manager Association (IPMA) para la formación de profesionales y su certificación basada en normas de competencia internacionales.

La LDRS de México dispone ahora por tanto de un nuevo instrumento para fomentar un desarrollo endógeno desde la participación de todos los actores locales, aunando capital físico, humano y social. Ya no es una demanda del legislativo o una propuesta teórica, sino que es el resultado de una experiencia real desarrollada en una amplia red de territorios que puede ser replicada a nivel nacional.

 

El pasado 13 y 14 de octubre se han realizado en Puebla las primeras Jornadas de Intercambio de Experiencias sobre la adaptación del modelo LEADER en México, organizadas conjuntamente entre GESPLAN-UPM y COLPOS, mostrando los resultados de este nuevo modelo y debatiendo entre actores y expertos del ámbito público (políticos y gestores a escala nacional, regional y local) y privado, así como del ámbito de la investigación y la educación.

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