El maestro japonés recibe el reconocimiento de la ciudad por su contribución al deporte, sus valores y su papel en el fortalecimiento de los lazos culturales entre Oviedo y Japón.
En un emotivo acto celebrado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Oviedo, el maestro judoca Shu Taira fue nombrado Hijo Adoptivo de la Ciudad, un reconocimiento que celebra su extraordinaria trayectoria deportiva, su compromiso con la enseñanza de valores a través del judo y su legado como embajador cultural entre Japón y Asturias.
La ceremonia, presidida por el alcalde Alfredo Canteli, reunió a miembros de la Corporación municipal, familiares, amigos y representantes de la sociedad ovetense. Canteli destacó que este honor refleja el profundo cariño y admiración que la ciudad siente por el maestro japonés, quien llegó a Oviedo en 1967 con la intención de quedarse solo unos meses, pero que, por amor a su esposa Ángela y a la ciudad, hizo de Oviedo su hogar permanente.
El legado de un maestro del judo
Canteli ensalzó la figura de Shu Taira como un pilar del deporte en Asturias. “Eres, sin duda, un orgullo para Oviedo y para los ovetenses, no solo por tu éxito deportivo, sino también por los valores de respeto, nobleza, humildad y sacrificio que has inculcado a generaciones de judocas”, afirmó.
El alcalde recordó cómo Taira promovió el judo entre las mujeres, un gesto innovador y adelantado a su tiempo. “Impartiste clases mixtas cuando era impensable, no solo en el deporte, sino en la sociedad en general. Esto refleja las firmes convicciones que siempre has defendido”, añadió Canteli, subrayando también su papel como entrenador de algunos de los mejores judocas asturianos, con éxitos en campeonatos nacionales e internacionales.
Un vínculo eterno con Oviedo
Shu Taira, visiblemente emocionado, expresó su gratitud. “Oviedo es mi segundo país natal, mi querida ciudad. Aquí he vivido mis mejores años junto a mi esposa Ángela, quien, aunque ya no está con nosotros, sé que me acompaña desde arriba”, declaró.
El maestro también recordó su llegada a España como parte de su búsqueda de nuevas experiencias, sin imaginar que encontraría en Oviedo una comunidad que lo recibiría con los brazos abiertos y se convertiría en su familia.
El homenaje de una hija orgullosa
El acto incluyó un emotivo discurso de Yoko Taira, hija del maestro, quien destacó el respeto y apoyo incondicional de su padre hacia los sueños de los demás, incluyendo los suyos como bailarina profesional. “Papá nos enseñó a perseguir nuestras pasiones con disciplina y amor. Abandonó una carrera prometedora en la interpretación para dedicarse al judo y a su familia, y nunca dejó de darnos su apoyo”, expresó.
Yoko también agradeció a Oviedo por el respeto y cariño brindados a su padre a lo largo de los años.
Un embajador cultural entre dos mundos
El reconocimiento a Shu Taira también destacó su papel en estrechar los lazos culturales entre Oviedo y Japón. “Has representado lo mejor de ambos mundos, acercando los valores y la cultura japonesa a nuestra ciudad. Tu legado no solo está en el tatami, sino también en los corazones de todos los que te conocen”, afirmó Canteli.
El maestro ha dejado huella no solo como entrenador y maestro, sino también como autor de libros que plasman su conocimiento y filosofía de vida, una herencia que continuará inspirando a generaciones futuras.