Teherán, 23 de noviembre, IRNA - El Portavoz del Ministerio de Exteriores, Ramin Mehmanparst indicó que Irán condena las nuevas sanciones económicas decididas por EEUU, Gran Bretaña y otros países occidentales, considerándolas 'sin efecto

'Esas acciones van encaminadas a la animosidad de esos países contra nuestro pueblo. Son condenables y sin efecto', declaró en su rueda de prensa semanal Mehmanparast.
'La acción de ciertos países occidentales, en especial de EEUU y Gran Bretaña contra nuestro pueblo, no tienen efecto (...). Todo el mundo conoce que el volumen de nuestro comercio con EEUU y Gran Bretaña se encuentra a su nivel más bajo. Durante los últimos años hemos decidido reducir nuestros intercambios con esos dos países para aumentarlos con los demás', señaló.
'Ese tipo de medidas van dirigidas más bien a la propaganda y la guerra psicológica (...). Es sabido que en los primeros meses del año en curso iraní (que se inició en marzo), el volumen de nuestros intercambios exteriores ha aumentado un 36% en relación al mismo periodo del año anterior', precisó.
Washington anunció el lunes la imposición de nuevas sanciones contra Irán, afectando en particular a los sectores bancarios y petrolíferos, y amenazó a todos aquellos que realizaran negocios con este país.
Rusia consideró el martes que las nuevas sanciones impuestas por la Administración estadounidense contra Irán eran 'inaceptables' y contrarias a la legislación internacional.
'Teniendo en cuenta la decisión unilateral tomada por la Administración americana de endurecer las sanciones contra Irán (...), Rusia considera esas medidas inaceptables y contrarias a la legislación internacional', declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado en Moscú.

El portavoz iraní también denunció en su rueda de prensa, las sanciones canadienses para vetar las exportaciones a Irán de todas las mercancías usadas en las industrias petroquímica , gas y petróleo del país persa, y prohibir casi todas las transacciones financieras con el gobierno iraní.
La acción de Ottawa se produjo horas después de que Reino Unido anunció la imposición de nuevas restricciones financieras a bancos iraníes a raíz de supuestas evidencias de que éstos financian el programa nuclear pacífico.