El cachopo asturiano, un plato de moda

El cachopo asturiano, un plato de moda

El cachopo es uno de los platos más populares y conocidos de la gastronomía asturiana. Suele consistir de dos filetes de ternera asturiana grandes y, en medio de ellos, jamón serrano o cecina y queso. El cachopo se sirve caliente y frito, acompañado con una guarnición de patatas, pimientos o champiñones, y empanado en huevo, harina y pan rallado. 

 

La receta tradicional del cachopo incluye dos filetes de ternera muy grandes, unas lonchas de cecina o de jamón serrano queso cabrales u otro que sea preferiblemente asturiano, harina, huevo, pan rallado, sal, pimienta negra recién molida y aceite. Un plato que es todo un habitual de sidrerías, chigres, casas de comidas y restaurantes en Asturias. 

 

Los orígenes del cachopo

 

Hay numerosas teorías que se esgrimen para relatar los orígenes del cachopo. Una de las que circula con más fuerza nos lleva hasta el El Pelayo, un famoso restaurante en Oviedo ya clausurado. Allí el cocinero Fernando Martín, Premio Nacional de Gastronomía, elaboró la receta de un cachopo de más de un kilo relleno de frixuelo, jamón serrano, jamón york, queso y espárragos. Un plato acompañado de salsa a base de caldo de pollo y conejo. 

 

Una receta del cachopo asturiano que se vino elaborando durante las décadas de los sesenta y los setenta del siglo pasado y que a día de hoy aún se mantiene en algunos lugares. No obstante, si queremos comer el mejor cachopo en el Principado de Asturias lo podemos encontrar en el restaurante ovetense Las Tablas del Campillín. 

 

Este restaurante está precisamente especializado en cachopos y carnes asturianas y es el que más premios ha ganado al Cachopo de Asturias. Además, es autor del primer recetario de cachopos y son creadores del Día del Cachopo. El cachopo minero de este restaurante es el que aglutina más premios. 

 

No obstante, también se dice que el cachopo asturiano nació en los propios hogares de esta región para aprovechar algunos de los ingredientes más populares de la zona. Como se puede apreciar, no hay una idea general sobre el nacimiento del primer cachopo. 

 

Consejos para conseguir el mejor cachopo

 

Hay infinidad de recetas diferentes para elaborar un buen cachopo. Se puede decir que los restaurantes de oviedo ofrecen un cachopo distinto. Los hay de ternera, sobre todo, pero también de pollo, cerdo e incluso pescado. Sin embargo, hay una serie de recomendaciones que se consideran básicas para que el cachopo salga perfecto. 

 

Los ingredientes para elaborar el cachopo han de ser de la mejor calidad. Y, a ser posible, que sean propios de la tierra asturiana. El queso, por ejemplo, es un elemento fundamental. No hay que usar quesos fuertes para que no se coma el sabor de la ternera. El relleno, por cierto, no se debe sobrecargar ya que se puede estropear y abrir el cachopo durante la elaboración. 

 

Uno de los secretos de un buen cachopo está en la fritura. Lo ideal es conseguir que esté un poco crujiente, pero sin llegar a estar duro. Por eso, hay que freír el cachopo en abundante aceite de oliva virgen extra y luego escurrirlo bien en papel de cocina.

 

Por último, los mejores acompañamientos para un buen cachopo son las patatas fritas y unos pimientos del piquillo. 

 

Comer un cachopo en Asturias

 

Cuentan los dichos populares que el cachopo es en realidad un plato para compartir entre varios. Únicamente puede comerse un cachopo entero un “fartón”, término con el que se alude en Asturias a aquel que come mucho o que necesita mucha comida para saciarse. 

 

Si nos vamos de ruta para comer en Oviedo, podemos encontrar una gran variedad de cachopos. La mayoría de ellos buscan competir en tamaño, calidad e imaginación en los rellenos. La creatividad ha dado lugar a cachopos rellenos de pollo, de setas, de carne de caza, de cecina, de espárragos, pimientos, etc. 

 

Las guarniciones también varían, ya que pueden ir desde las patatas fritas hasta los pimientos del piquillo, pasando por el pisto, los espárragos o los champiñones. 

 

El tradicional, no obstante, es el cachopo de jamón y queso. Lo cierto es que solo con cambiar el tipo de queso ya se puede conseguir un sabor de cachopo diferente. Por lo tanto, un cachopo de gran tamaño no quiere decir que sea el más sabroso ni el que tenga mayor calidad. 

 

Un cachopo que se caracterice también por un exterior crujiente y un interior jugoso. Este contraste se consigue logrando que el queso tenga el punto de fundido exacto. 

 

En definitiva, el cachopo asturiano es un plato que se halla de moda prácticamente en todo el país. Un icono de su actual gastronomía y que debemos probar si visitamos el Principado. El restaurante Las Tablas del Campillín sería un magnífico lugar para degustarlo. Un local ovetense especializado y en el que conocen los mejores secretos de esta delicatessen popular. 

 

 

 

 

 

 

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