Adonina Tardón, primera catedrática de Medicina Preventiva en Uniovi

Adonina Tardón, primera catedrática de Medicina Preventiva en Uniovi

Adonina Tardón, primera mujer que logra la Cátedra de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Oviedo En sus cuatro décadas como profesora universitaria, la científica ha formado parte de 25 proyectos de investigación, y ha participado en 255 artículos científicos y en diecisiete libros. Es poseedora de un índice H de 41.  

 

Oviedo/Uviéu.-Adonina Tardón se ha convertido en la primera mujer catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Oviedo, tras ganar el concurso de méritos correspondiente a dicha plaza que se celebró a finales del mes de junio. La profesora obtuvo la habilitación de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) a catedrática en 2012.

El Área de Medicina Preventiva y Salud Pública, que tiene un valor estratégico fundamental en el ordenamiento del sistema sanitario público, pertenece al Departamento de Medicina y se ubica en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud.

A lo largo de cuatro décadas como profesora universitaria, la científica ha formado parte de 25 proyectos de investigación, y ha participado en 255 artículos científicos y en diecisiete libros.

Es poseedora de un índice H de 41. Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid, con especialidad en Medicina Preventiva, y doctora por la Universidad de Oviedo, realizó una estancia postdoctoral en el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, perteneciente a la Organización Mundial de la Salud y ubicado en Lyon (Francia). Asimismo, fue científica visitante en el Instituto Nacional del Cáncer, en Washington (EEUU) durante el curso 2001-2002.

Para Adonina Tardón, la plaza obtenida supone “una satisfacción doble, por un lado ser catedrática, que significa el reconocimiento profesional a toda una carrera, y por el hecho de que una mujer de mi generación ocupe esta cátedra, pues cuando empecé la carrera no era normal que las mujeres estudiaran Medicina, y menos aún que llegaran a ser catedráticas”.

La profesora explica que “la Salud Pública es el arte de proteger la salud, promoverla, aumentar el nivel de educación para la salud de la población, y poder evaluar la calidad de la asistencia y planificar la ordenación sanitaria. Se dedica a proteger, promover, la salud, a educar en salud, y a evaluar el ordenamiento sanitario”.

Para la científica, “las medidas poblacionales de salud pública han influido más durante la segunda mitad del siglo XX en el aumento de la expectativa de vida que cualquier medida individual”. Algunas de las cuestiones concretas en las que desarrolla su labor investigadora son la contaminación ambiental, o la relación entre los compuestos orgánicos persistentes y la salud.

Un ejemplo de esto último sería la problemática del plástico, sobre la que está habiendo una concienciación cada vez mayor a nivel internacional.

Precisamente la concienciación de la sociedad es uno de los aspectos que cobra una importancia indudable en su área, como ocurrió con el caso del tabaco. Así, la profesora recuerda que “en los años setenta, cuando empezábamos a decir que el tabaco era perjudicial para la salud, la sociedad todavía dudaba. En cambio, hoy en día ya nadie duda, y eso es un avance conseguido gracias a datos científicos, numéricos, concretos, que ofrecemos desde Salud Pública. Afortunadamente utilizamos el método epidemiológico, que es totalmente concluyente”.

En lo que se refiere a la salud infantil, Adonina Tardón señala que “desde los años 60 y 70, del pasado siglo, con el Plan de Vacunación se ha conseguido erradicar enfermedades muy peligrosas, como la difteria o el tétanos, que mataban a los niños. El hecho de que hoy en día la mortalidad infantil en el primer año de vida sea cero es gracias al Programa de Vacunación que se dirige desde Salud Pública”. Otro ámbito que para la profesora resulta especialmente reseñable es el de la medicina preventiva hospitalaria, que realiza “un gran trabajo que pasa inadvertido y que permite que se funcione con asepsia absoluta, a través de protocolos de los Servicios de Medicina Preventiva hospitalaria. Es más, la residencia MIR en medicina preventiva y salud pública tiene gran futuro profesional para las nuevas generaciones que se dediquen a la medicina”.        

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