Dos detenidos por estafar miles de euros a ancianos con el tocomocho y la estampita

Dos detenidos por estafar miles de euros a ancianos con el tocomocho y la estampita

La Policía Nacional identifica a dos miembros de un clan de timadores por delitos cometidos en Oviedo y Gijón  

Los delincuentes de carácter itinerante lograron estafar a dos ancianas miles de euros y joyas.

Las estafas fueron cometidas por los métodos de “tocomocho” y la “estampita”.

Los identificados son un matrimonio de un clan dedicado a estos delitos     

 

La pasada semana se denunciaron en la provincia de Asturias varios delitos de estafa conocidos popularmente como timo del “tocomocho” y timo de la “estampita”, de los cuales las personas mayores son el objetivo y víctimas de los delincuentes. Pese a parecer que se trata de un delito del siglo pasado, y que rememora películas del cine español de la transición, a día de hoy se sigue cometiendo en nuestras ciudades estos delitos por parte de varios clanes familiares dedicados a estos hechos por toda la geografía nacional.  

Ambos delitos son muy similares en cuanto que bajo dos excusas o pretextos, y de forma organizada y estructurada, los criminales engañan a sus víctimas para conseguir de éstas que les hagan entrega de dinero, joyas u otros objetos de valor.  

Por parte del Grupo de delitos económicos de la Brigada Provincial de Policia Judicial de Asturias, se logró identificar a dos personas autoras de un delito de estafa por el método del tocomocho ocurrido en Oviedo, y de los que se sospecha pudieron cometer también en el mismo día en Gijón por la técnica de la “estampita”.    

 

El timo del tocomocho  

 

En el caso del tocomocho, una persona que hace de “tonto” se acerca a una persona mayor de edad, y le pregunta donde se encuentra una administración de loterías o de la ONCE al objeto de cobrar unos decimos de lotería premiados con el premio de primera categoría de varios miles o millones de euros, a la vez que le muestra una serie de décimos de dicho sorteo que obviamente no están premiados.   La persona mayor, normalmente no va a conocer donde se encuentra dicha administración para cobrar el premio, por lo que inmediatamente a continuación se acerca el segundo criminal, conocido como “gancho”, y aparentemente por casualidad se presta a colaborar con el “tonto” y la persona mayor para llevarles hasta el lugar donde cobrar el premio.  

En ese momento, por parte de ambos criminales con palabrería agobian y embaucan a la víctima, sin capacidad de pensar sosegadamente, siendo prácticamente llevada en volandas por ambos delincuentes para conseguir sus fines lucrativos.  

El “tonto” en muestra de agradecimiento de la ayuda que le están prestando, les ofrece a la víctima y al “gancho” como regalo uno de los decimos supuestamente premiados, a cambio de que le muestren que tienen dinero y son buenas personas.   El engaño y embaucamiento llega a tal extremo, que la víctima llega a subirse en el vehículo de los criminales para ser llevada hasta una entidad bancaria para que realice una retirada de dinero de varios miles de euros, o al domicilio de ésta para que coja el dinero si lo tiene allí guardado.  

Una vez que la víctima les muestra y entrega el dinero, le dan uno o varios cupones, y bajo cualquier otra excusa como la necesidad de comprar algo de comer o un medicamento para el tonto, le piden a la víctima que se acerque a un bar o farmacia, aprovechando la ocasión para darse a la fuga con el dinero.  

 

El timo de la “estampita”.  

 

En esta otra variante, el tonto en lugar de ofrecer decimos de lotería, muestra lo que parece ser varios fajos de billetes, que dice haber encontrado y quiere entregarlos a algún convento de monjas inexistente, o incluso quemarlo y romperlo porque no sabe que hacer con el, atrayendo de esta forma la atención de la víctima.   A continuación el resto del montaje y engaño discurre de forma similar a lo anteriormente narrado.  

 

Criminales itinerantes y reincidentes.  

 

Los autores de estas estafas suelen pertenecer a varios clanes familiares que han hecho del timo su forma de vida, recorriendo toda la geografía nacional para llevar a cabo varios hechos en una misma ciudad en un mismo día, marchándose y huyendo con el botin obtenido a otras localidades.   En esta ocasión se trató de un matrimonio residente presumiblemente en la provincia de Toledo, los cuales poseen numerosas detenciones por otros delitos de estafa y contra el patrimonio.  

 

Las víctimas, personas de la tercera edad.  

 

Los criminales abusan de la confianza dada por las personas mayores, siendo estas sus objetivos preferentes pues aprovechan las potenciales debilidades de éstas como la inferioridad numérica y fuerza, la falta de memoria a corto plazo y su menor capacidad visual, evitando ser reconocidos posteriormente en una investigación policial o proceso penal.   Del mismo modo, dada la avanzada edad de las personas, y alargando los procedimientos judiciales a los que no se suelen presentar, tratan de quedar impunes al fallecer las víctimas y no poder ser reconocidos física y presencialmente en juicio.   En esta ocasión, una de las víctimas sí que logró identificar fotográficamente a sus dos estafadores, no pudiendo ser localizados y detenidos por la policía hasta el momento, pero habiéndose informado de los hechos al Juzgado de Instrucción de Guardia de Oviedo.  

 

Consejos para prevenir estos delitos  

 

Desde la Policía Nacional se pretende dar unos consejos para evitar que este tipo de delitos ocurran, y evitar que nuestros mayores pierdan el dinero ahorrado con mucho esfuerzo: Por un lado, que las personas mayores tengan conocimiento de la existencia de este tipo de delitos, y se les explique y advierta de los mismos para evitar ser victimas. Desconfiar de las personas desconocidas que les solicitan dinero a cambio de decimos de lotería, o para ganar cantidades mayores por ser personas cívicas. No subir a vehículos de los desconocidos, y en su caso pedir ayuda o auxilio a otras personas en caso de sentirse agobiadas y presionadas por estos delincuentes.

En la medida de lo posible, con la colaboración por parte de los trabajadores de entidades bancarias, respetando siempre la intimidad de las personas y su derecho a decidir sobre el uso de sus ahorros, en caso de que un cliente de edad avanzada solicite inusualmente una retirada de efectivo de varios miles de euros, traten de advertirle de estos delitos para evitarlo.          

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