Los faros de la costa asturiana (breve introducción)

Los faros de la costa asturiana (breve introducción)

Cuando la noche comienza a vencer al día, las potentes luces de los 15 faros asturianos iluminan, cada vez con más intensidad, los 483 kilómetrosde nuestras costas.

 

El origen de los faros, -cuya definición se corresponde con “señal luminosa permanente, situada en alto sobre la costa y que señala en la oscuridad un peligro o marca un derrotero a los navegantes”-, se pierde en la noche de los tiempos.

 

En un principio, cuando la navegación se realizaba solamente durante el día, eran los accidentes geográficos los que cumplían esta misión, como era el caso de los Picos de Europa. Esta imponente mole caliza de 50 kilómetrosde longitud, con cumbres que superan los 2500 metros sobre el nivel del mar, eran la única referencia de tierra firme que avistaban los navegantes desde varias millas mar adentro. 

 

Con posterioridad, en los promontorios más destacados de la costa se encendían fogatas, sustituidas posteriormente por torres vigías que albergaban el fuego, con la finalidad de que el marino no se perdiera en su regreso a puerto. En muchas ocasiones, estos fuegos también fueron usados por los bandidos, cambiándolos de lugar, con la intención de engañar a los barcos, hacerlos naufragar y apropiarse de sus botines.

 

En España, los faros no llegan a adquirir carácter monumental hasta época romana, siendola Torre de Hércules de la Coruñadel siglo II, la más destacada, la cual ha conseguido permanecer, modificada en su estructura, hasta nuestros días.

 

Pero el concepto actual de faro tiene su origen en el siglo XVIII, cuando aprovechando las viejas torres vigías, se construyeron nuevas edificaciones al amparo del Plan de Alumbrado de Isabel II, el cual sentó las bases de lo que iba a ser el Servicio de Señales Marítimas de España.

 

Las partes de las que se componen las instalaciones de un faro son las siguientes:

 

La vivienda, elemento imprescindible hasta hace pocos años, ya que el farero tenía que atender permanentemente la señal luminosa, ocuparse del cambio de lámparas, del mantenimiento y sufrir largas noches de vigía, cuando la tempestad arreciaba y casi siempre en absoluta soledad. En la actualidad, la presencia permanente del técnico en señales marítimas ya no es necesaria, debido a la electrificación y control remoto de las luces. Solo unos pocos fareros resisten en sus puestos, siendo los últimos testigos de una de las profesiones más legendarias.

 

La torre o fuste, las cuales pueden ser de varias secciones: troncocónicas, troncopiramidales, de sección cuadrada, cilíndricas o mixtas. Asimismo la torre tiene diferente altura sobre el suelo y dentro de ella se encuentra la escalera de acceso a la linterna.

 

En Asturias se conservan bellos ejemplos de escaleras de caracol en fundición de hierro, como ocurre en los faros de Luarca, Gijón, Tazones y Candás. En otros casos, las desafortunadas reformas, han sustituido estas magníficas escaleras de hierro por otras de hormigón, como por ejemplo en el faro de Tapia.

 

En los faros más modernos: San Agustín en Coaña y Lastres, las escaleras son de hormigón armado, ajustándose en espiral a los muros interiores de la torre.

 

Las torres se encuentran iluminadas por simples vanos o por artísticas vidrieras, como las de los faros de Luarca y Tazones.

 

El torreón es la parte más elevada del faro, donde se encuentra la linterna y la óptica.

 

La linterna es el armazón que recoge la óptica del faro. En un principio estas linternas se construían en madera, mientras que en la época isabelina eran de hierro fundido, cubiertas en bronce, sustituidas posteriormente por aluminio.

 

Las linternas de los faros asturianos fueron construidas generalmente por la casa “La Maquinista Valenciana”, utilizando montantes helicoidales que recogen cristales triangulares, con excepción del faro de Ribadesella, donde aún se conserva una linterna antigua con montantes verticales, fabricada por la casa francesa B.B.T.

 

Generalmente están pintadas de color gris metalizado y en su base tienen respiraderos de ventilación; se encuentran bordeadas por un balconcillo exterior, con acceso desde el interior de la linterna y se rematan con una cúpula que puede ser transparente. Sobre ellas se instala la veleta y el pararrayos. En acceso a estas linternas, las cuales albergan la óptica, se realiza a través de la escalera de caracol la cual finaliza en una estrecha escalerilla vertical por donde se accede al corazón del faro.                     

          

La óptica es el principal elemento del faro propiamente dicho. En el caso de Asturias, son de pequeño tamaño, con excepción del faro de Peñas, donde una persona puede introducirse en su interior, mientras que las más discretas son las de Luarca, Cudillero y Vidío. Las ópticas más antiguas son las de Busto y Ribadesella y las más modernas las de San Angustín y Lastres.

 

La óptica puede ser fija o giratoria sobre un basamento de mercurio, accionado antiguamente por maquinaria de relojería, sustituida en la actualidad por motor eléctrico. Se encuentran unidas a la base de la linterna por un pedestal de hierro. La forma y el tamaño de sus cristales es variada; consta de lentes dióptricos centrales y catadióptricos, (palabra que procede del griego y significa “espejo”), superiores e inferiores, que además de reflejar la luz, la potencian.

 

Dentro de la óptica se encuentran las lámparas que emiten la luz del faro. Generalmente una única lámpara, a modo de gran bombilla, alumbraba el faro, alimentándose de corriente eléctrica. Al lado de esta lámpara principal se alojaba otra que entraba automáticamente en funcionamiento si la principal se fundía. Las lámparas más modernas son alógenas, de faros sellados, como las del faro de Lastres.

 

Cada faro cuenta con unas características luminosas propias, siendo asimismo su alcance diferente, situándose entre las 15 y 25 millas, en condiciones meteorológicas favorables.

 

Hoy en día cualquier embarcación  cuentan con GPS y otros adelantos técnicos que facilitan enormemente la navegación, no obstante, los faros aunque ya no requieran del cuidado constante del farero, siguen siendo un elemento imprescindible para la seguridad del navegante y para el disfrute del viajero en tierra, ya que están situados en puntos estratégicos de la costa.

 

El futuro de las antiguas viviendas y edificios auxiliares de los fareros, según nuevas políticas de la Comunidad Europea, pasarán a ser transformados en edificios públicos como museos, albergues, centros de interpretación de la naturaleza, etc. En otros países europeos de la fachada atlántica, también se han convertido en hoteles y restaurantes. En Asturias ya se han recuperado para otros usos los faros de Gijón y Peñas.

 

No obstante, aunque la vivienda del farero sea objeto de transformación, el faro propiamente dicho, sigue siendo intocable y dependiente de las distintas Autoridades Portuarias que en el caso de Asturias son dos: Avilés, de la que dependen los faros del occidente de Asturias y Gijón, responsable de los faros de la costa oriental.

 

Actualmente, Asturias cuenta con 15 faros que de Oeste a Este son los siguientes:

 

Tapia (Tapia de Casariego); San Agustín (Ortiguera. Coaña); Luarca (Luarca); Busto (Cabo Busto. Valdés); Vidío (Cabo Vidío. Cudillero); Cudillero (Cudillero); San Juan (Nieva. Avilés); Peñas (Cabo Peñas. Gozón); Candás (Candás); Torres (Campa Torres. Gijón); Tazones (Punta del Olivo. Tazones); Lastres (proximidades de Luces. Colunga); Ribadesella (Monte Somos. Ribadesella); Llanes (Llanes); San Emeterio (proximidades de las Cuevas del Pindal. Ribadedeva).

 

Ellos son la mejor atalaya para conocer la costa de Asturias.                    

 

 

 

* Las imágenes pertenecen al libro “Los Faros del Litoral Asturiano” de Belén Menéndez Solar (agotado)                                                             

 

 

 

                                                      

1 comentario

  • # Elmer Responder

    18/06/2011 19:26

    Como enamorado que soy de Asturias, me gusta leer todo lo que de ella encuentro. Ademas, los temas maritimos y, en particular, los faros me encantan. ¿Será porque nací a la sombra de la Torre de Hercules? ¡Puxa Asturies!

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