Alonso lideró la primera sesión sobre agua, pero solo pudo ser séptimo en la segunda sobre seco

Tres semanas de descanso, solo una para los ingenieros en las fábricas, pero las novedades técnicas en los coches no han cambiado mucho el panorama de la primera parte del año. Los entrenamientos libres del GP de Bélgica colocaron a los Red Bull, primero y segundo, con los Mercedes escondidos, más ocupados por hacer unos buenos reglajes de carrera que de marcar tiempo a una vuelta; con los Lotus, al menos el de Romain Grosjean, tras los Red Bull, y con problemas para Ferrari.

Felipe Massa marcó el cuarto mejor tiempo, después de superar en parte unos problemas de sobreviraje, mientras que Fernando Alonso llegó la séptima plaza con problemas para poner en temperatura el compuesto medio que Pirelli ha traído a Spa junto al más duro de la gama.

Alonso había sido el más rápido en la primera sesión, aprovechando que salió en el momento justo, cuando la pista estaba secándose, con el neumático liso. Fue el último, antes de que volviese a llover ligeramente, un cambio meteorológico que podría repetirse durante la calificación del sábado y la carrera del domingo. Sobre una pista seca, los Ferrari estuvieron lejos de la cabeza que, en principio debe ser cosa de Red Bull y Mercedes. El pinchazo que Vettel sufrió después de 14 vueltas con el neumático más blando, abre aún más las expectativas en una carrera que suele deparar sorpresas.