El último Economic Outlook difundido por Crédito y Caución prevé que 2019 cierre con un incremento global de los niveles de quiebra empresarial del 3%. El incremento afectará a todas las regiones del mundo, con la única excepción de Europa del Este. Esta tendencia se mantendrá en 2020, donde el aumento se situará en el entorno del 2,6%. El informe recalca que los niveles de insolvencia empresarial son más sensibles que la evolución del PIB a la actual incertidumbre comercial. Las barreras comerciales generan beneficios para algunos sectores y pérdidas para otros que podrían compensarse en términos de crecimiento económico pero que incrementarán el número de fracasos empresariales. “Aunque las perspectivas de insolvencia para 2019 y 2020 son pesimistas, el aumento de las insolvencias está relativamente contenido en un 3% anual en comparación con el aumento de más del 30% de 2008 y del 25% en 2009”, recalca el informe.
Por países, uno de cada tres se enfrentará al deterioro de las condiciones de insolvencia el próximo año. Los mayores aumentos se esperan en Reino Unido y Hong Kong (+7%), seguidos de cerca por Turquía, Singapur y Rumania (+5%). En el rango de estable (limitado a +/- 2%) los países que registrarán un leve aumento duplican a los que esperan una mejoría. Otra señal de que el ciclo de insolvencia está cambiando es que la mayoría de los países con bajos niveles de impago en relación con 2007 se enfrentan a un aumento de las insolvencias en 2020.
En Europa Occidental las quiebras en 2019 crecerán un 2,3%. Se trata del primer aumento en la región desde 2013. Para 2020, se prevé un aumento menor del 1,3%. En España, uno de los países del mundo con mayores niveles de insolvencia, la aseguradora de crédito espera un descenso del 2% en las quiebras empresariales de 2020.
Tras una década de estímulos monetarios excepcionales, la deuda corporativa global ha aumentado significativamente, incrementando la vulnerabilidad de las empresas a las crisis económicas y financieras. “La desaceleración industrial mundial y la guerra comercial entre Estados Unidos y China están agravando los retos empresariales. Las sombrías perspectivas del comercio y la incertidumbre de la política comercial pesan sobre el sentimiento empresarial y el crecimiento de la inversión, lo que aumenta los riesgos de crédito”, concluye el informe.