El panorama en Asturias se ha ensombrecido, como la tormenta invernal que nos anuncian. El adelanto electoral en contra de la opinión generalizada, me parece la postura más coherente, del Presidente Cascos, ante la imposibilidad de gobernar con un mínimo de garantías.
Que PP y PSOE por interés personal  no iban a facilitar la gobernabilidad, estaba “cantado” desde el 20N, hay demasiados intereses, en ambas formaciones, para que eso fuera posible, al margen de las “consignas” de Génova y Ferraz que fueron quienes marcaron la “hoja de ruta”.
Asturias en la periferia,  difícil de gobernar y con poco futuro, se convierte para el PP y PSOE en un laboratorio social del  que puede sacar conclusiones interesantes sobre  lo que puede pasar ,ante determinadas decisiones, que adopte un gobierno. Si nosotros no nos movemos, siendo aguerridos, ante decisiones duras, tampoco lo hará el resto de España.
Es posible que los analistas político sociales de ambas formaciones hayan hecho estudios al respecto, pero tengo la sensación que en ellos no contaron con un factor que siempre nos distinguió, nosotros somos los únicos que podemos pasar del “silencio de los corderos” al “rugido de los tigres” en segundos y a partir de esa situación todo se puede descontrolar y la historia es contundente en ese sentido.
 El PP y el PSOE nos han colocado en una situación límite, al punto, que cerrándonos todas las posibles salidas nos están obligando que tomemos una decisión poco deseable.
En ambas formaciones a desaparecido la cordura, demasiada ambición personal, demasiada corrupción, pero sobre todo demasiados intereses ocultos. 35 años sin tener que dar explicaciones les ha llevado a pensar que en Asturias, nunca, nada cambiaría. Por lo que la llegada de Foro y sobre todo tomando el poder, les obligo a modificar sus comportamientos y tener que empezar a dar explicaciones a las que no estaban acostumbrados, añadido a la persistencia de unos jueces que destaparon ,y continúan, la corrupción existente en ambas formaciones.
Su inconsciencia nos lleva, en 7 meses, a unas nuevas elecciones y es posible que Francisco A. Cascos  sea intransigente y de dialogo difícil, todos los líderes lo son.  Pero no se debe olvidar que con un discurso filo asturianista (que luego abandono en su “aventura madrileña” y así le salió la jugada)  “arrastro” detrás de sí al los asturianos. A pesar de la multitud de quinielas que hay y a buen seguro que aparecerán más no descarto que pueda volver a ganar el 25M, aunque con un escenario y panorama distinto, En mi opinión todo estará en la confección de las listas, pero a “vote pronto” entre los que se barajan en PP y PSOE no vislumbro a nadie capaz de hacerle sombra... ¡Veremos!