Hace por lo menos, veinte años, me contaron un chiste. Estábamos en la
desaparecida cafetería *Abantos* -otro, rincón que es ya historia- aquel
clan de amigos que un día sí y otro también compartian no solo unas copas
sino parte de su existencia. La mayoría por aquel tiempo, libres de
ataduras y de matrimonios. Yo, cuando me case, todo va seguir igual. Nos
veremos... -me decían- como justificación al futuro tiempo. Sabia por
experiencia que no iba ser como me lo pintaban pero había que disfrutar del
momento, así que, los chistes eran más que un simple aperitivo. Les
cuento...
Era, el mismo, *Jesucristo* el que estaba tomando copas en aquella
cafetería. Uno de mis amigos, al verlo me dice, oye aquel que está allí, es
*Cristo.*
- Qué va ser, se parece pero no lo es.
- Bueno, yo por si acaso, le voy a saludar y pedir algo.
- Dejálo tranquilo, que no es...
Pasados unos minutos, regresa mi amigo.
- Qué te dije, era él. Eso si, no le mires, me dijo que no se lo contará a
nadie. Me quitó el dolor de espalda.
Otro, que estaba con nosotros, al oír esta conversación, nos dice...
- Voy, a que me quite esta cojera de nacimiento que tengo.
- No le molestes.
- Ya, a ti, te quita el dolor de espalda y a mi...
Al poco regresa, sin cojera alguna.
Mientras, *Jesús*, está pensando en mi. Se pregunta, como yo no acudo
hasta él para solicitarle algo.
Así, que pasada una media hora, es el propio, *Jesús*, el que se acerca
hasta dónde estamos...
- Es que tu -por, mi- no tienes nada que pedirme?
- A mi, ni te acerques que estoy de "baja"...
*Hoy, le pediría trabajo.*
- Para ese "milagro" que me pides tengo que hablar con *Dios.*
- Con que hables, con la *Sra. Merkel*, me vale.
Se echo a reír.
Como los humanos no vamos a perder la fe. Ni el hijo del supremo puede
interceder ante el *INEM.*
Voy meterme en la cama, mientras duermo, estoy como muerto y no pienso en
nada.
- *Jesús !!!*
* *
Lo digo, sin tener constipado...
Me estoy haciendo viejo.
NB.- Es solo un chiste, no me quemen como haría la inquisición si lo
leyera.
