Asturias encara el difícil año que acabamos de iniciar sin nuevos presupuestos lo que va a contribuir a que el futuro de nuestra comunidad autónoma, que ta tiene 90.500 parados, sea cada vez más incierto.
Los votos en contra de PP y PSOE y la abstención de IU impidieron al gobierno de Francisco Alvarez-Cascos sacar adelante su proyecto de presupuestos que consideraba expansivos y necesarios para mantener el estado del bienestar. La oposición, que tiene mayoría en la Junta General del Principado, y que de nuevo vuelve a hacer pinza contra Foro Asturias como ya ocurrió en la constitución del parlamento asturiano cuando el PP, tercera fuerza política por número de diputados, logró la presidencia para uno de los suyos, Fernando Goñi, gracias a los votos de los socialistas, considera que el proyecto de presupuestos elaborado por el Gobierno asturiano es irreal y, por tanto, irrealizable.
Claro que no será la primera vez en que nuestra comunidad tenga los presupuestos regionales prorrogados –ahora los que siguen vigentes, correspondientes al año 2011, los redactó Vicente Alvarez Areces- puesto que ya ocurrió siendo presidentes del Principado Juan Luis Rodríguez-Vigil, Sergio Marqués en dos ocasiones y el propio Alvarez Areces. Claro que se puede gobernar con prórroga de los mismos pero no es igual que disponer de unos nuevos, diseñados para afrontar las muchas necesidades de nuestra región.
Tengo la sensación de que el ciudadano de a pie está cada día más perplejo por los acontecimientos y también cada día más harto de los dirigentes regionales que tenemos en el poder o en la oposición. Comienzo a detectar el runrún de una posible gran manifestación a celebrar en Oviedo convocada ¿Por generación espontánea? pero que no será obra de los del 15 M refugiados ahora tranquilamente en “La madreña” que han instalado en el edificio de la antigua consejería de Sanidad en el centro de Oviedo.
No se por qué camino pero sea cual sea la situación política que se está planteando en el Principado va a llevar indefectiblemente a un adelanto de las elecciones autonómicas pese a que aún quedan más de tres años de legislatura. Bien porque Francisco Alvarez-Cascos, harto de no poder controlar el parlamento, lo disuelva, bien porque PP y PSOE terminen presentándole una moción de censura. El mismo jefe del Ejecutivo asturiano tras ver rechazado su proyecto de presupuestos en una declaración sin preguntas manifestó que lo decidido en el parlamento era “una moción de censura destructiva”.
Pienso que el mes clave será el próximo mayo, una vez veamos si el PP logra la mayoría absoluta en las elecciones de Andalucía lo que haría a Mariano Rajoy más fuerte ante las autonomías, además de saber ya a que nivel llegará la renovación en el PSOE y PP de Asturias tras celebrar sus congresos regionales. Mariano Rajoy, concretamente, les ha dicho a los suyos que el de Asturias debe ser el primer congreso regional a celebrar tras el nacional que tendrá lugar en febrero en Sevilla. Todos apuntan a que la diputada Mercedes Fernández será la nueva presidenta regional mientras en la FSA hay dudas sobre la continuidad o no del diputado regional y senador Javier Fernández como secretario general.
En este desolador panorama la única voz de protesta y alarma parece darla la patronal a través de su presidente Severino García Vigón o del secretario de FADE Alberto González. También se muestra duro y preocupado con la situación el veterano presidente del sector de la construcción Serafín Abilio Martínez. Y es que no le demos más vueltas, la recuperación de Asturias pasa por una reactivación de su industria de la que en estos momentos solo parece salvarse la multinacional Du Pont que no solo mantiene sus 800 puestos de trabajo directos en el valle de Tamón si no que ahora amplía instalaciones. El turismo, como diría Paco Martínez Soria, es un gran invento y el año no ha sido malo para España pero en Asturias, con un turismo selectivo, poco promocionado y disponiendo de unas infraestructuras deficientes, hace que no pase de ser un discreto complemento para nuestra economía.
Precisamente el nuevo delegado del Gobierno Gabino de Lorenzo ordenó públicamente al secretario general José Luis García que a la mayor brevedad posible redactara un informe sobre el estado en que se encuentran las infraestructuras dependientes de la Administración central como la nueva variante ferroviaria de Pajares o los cinco tramos inconclusos de la autovía del Cantábrico. No hay que ser político para saber que las razones por la que se acumula en las mismas un gran retraso es simplemente la falta de perras. Una reactivación de esta obra pública permitiría respirar un poco a las constructoras con la consiguiente recuperación de puestos de trabajo repercutiendo también positivamente en la obra privada. Para crear ese empleo con el que nuestros dirigentes se llenan la boca en sus discursos no hay otro camino que reactivar el consumo y para ello las distintas Administraciones deben inyectar, como la banca, liquidez. Mientras la economía asturiana y española no vuelva a crecer hasta un 2 por ciento por lo menos no aparecerán los brotes verdes para el empleo y la prórroga de los presupuestos no va a contribuir precisamente a ello.
Salvo declaraciones vagas y llenas de tópicos por unos y otros el asturiano de a pie no se explica todavía como nuestros políticos no han negociado seriamente los presupuestos. No ha habido ni una sola reunión entre las partes, dando la impresión, además de echarse la culpa unos a otros, de que no había en absoluto ganas de alcanzar un acuerdo. Francisco Alvarez-Cascos tiene sus cualidades como dirigente pero no se caracteriza por disponer de una buena cintura para la negociación, algo parecido a lo que le pasa a la portavoz del PP en la Junta General del Principado Isabel Pérez Espinosa y entre tanto los socialistas a ver como la derecha se pelea esperando que esta manzana de mingán que es Asturias pueda volver a caerles más pronto que tarde madura en su manos. ¡Jesús!, que mala suerte tenemos.
