Conmueve el afán de los defensores de lenguas más o menos vivas, demasiadas agonizantes, pero casi todas con defensores, muchos o pocos, según, todos a ultranza, radicales, extremistas en defensa de sus respectivas lenguas, a que se aferran con la misma esperanzada desesperación de Leónidas y sus espartanos cuando aquello de las Termópilas.
Tan denodado es su esfuerzo que los responsables europeos decidieron investigar cuántas y dónde las había en la vieja Europa de nuestros pesares y descubrieron que todavía con más o menos vigor sobreviven por lo menos el lombardo, el napolitano-calabrés, el siciliano, el catalán (central y balear), el gallego, el veneciano, el piamontés, el valenciano, el ligur, el sardo, el occitano, el checheno, el bretón, el votiaco o udmurt, el friulano, el vasco (vizcaíno, guipuzcoano), el frisón, el avaro, el osético (del norte), el burtano, el cabardiano, el comí o ciriano, el dargínico, el lezquio, el catalán rosellonés, el inguso, el comí pérmico, el abjaso, el osético (del sur), el carelio-laco, el vasco (suletino labortano), el asturiano o bable, el tabasarano, el abjaso, el corso, el escocés, el marí o cheremis, el irlandés erse, el galés, el romanche o retio, el néncico, el sorbio o sorabo, el ladino o dolomita y el casubio, además de las diferentes hablas, idiomas o lenguas de las diferentes naciones del puzzle continental.
Van desde los aproximadamente nueve millones y medio de hablantes del lombardo, hasta los aproximadamente tres mil del casubio.
Refiero todos los datos a la Historia de las lenguas Hispánicas (contada para incrédulos) de Rafael del Moral, Ediciones B, Barcelona, año 2009) y me pregunto si, cuestiones sentimentales aparte y posibles aportaciones hechas por cada una a la lengua más hablada de su territorio, es posible y útil tratar de salvar sobre todo a las evidentemente agonizantes, habida cuenta de la progresiva y cada vez más estrecha relación de grupos humanos de todo orden, clase, raza y religión o falta de ella, que hacen imprescindible para la convivencia que nos entendamos hasta el límite de la mayor cantidad de significantes y matices posibles.
Y sin embargo hay toda una respetada y respetable cantidad de personas empeñadas en salvar, hacer la respiración artificial y hasta donde les resulte posible reconstruir todos estos modos de hablar, expresarse, decir de penas, alegrías y amores.
Pienso que se impondrá, al final, lo útil, que en este momento es evidentementa hablar por lo menos castellano e inglés, o inglés y castellano, como cada cual prefiera, sin dejar de tener en cuenta que hay creo que son cerca de mil millones de chinos empujando para abrir paso a su cultura en el mundo mundial de las comunicaciones instantáneas, la prisa y las resoluciones urgentes.
En clima y hábitat como éste, recomponer, mantener o recobrar la lengua vernácula de cada cual, con sus modos, entresijos y últimos significados, que tantas veces se escapan cuando se usan artificial, forzada y artificiosamente, es un verdadero lujo, un privilegio difícilmente alcanzable.
2 comentarios
# porelnuevosocialismo Responder
26/08/2014 16:09afortunadamente el nuevo PSOE con Pedro Sánchez a la cabeza ha dejado claro que se ha de reindustrializar Europa y por lo tanto España...estoy a favor de ello, generar empleo estable y sostenible, siempre y cuando se realicen bien las cosas. Que duda cabe que una empresa de hoy en día es mucho mas ecologica y respetuosa con el medioambiente que una abierta hace 40 años (Ceasa por ejemplo, y nadie dice nada).
# socialismoiletrado Responder
26/08/2014 19:44Por desgracia, y como bien comenta el artículo, el nuevo PSOE sabe a viejo antes de haber empezado su andadura política. Lo que está sucediendo con la mina de oro de Salave y sus numerosos escándalos no es más que un ejemplo de las incoherencias de un partido que si continúa por este camino va camino de convertirse en una fuerza residual. Que tomen nota de lo ocurrido en Grecia.