Debo comenzar este comentario teniendo un sentido recuerdo para un buen amigo que se nos fue, el magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Asturias José Manuel Bujan. Esta madrugada falleció a los 62 años. Una parte importante de la izquierda ovetense y asturiana se nos va con él. Hace muchos años que conocí a Buján, en los tiempos del tardo franquismo, cuando era un abogado que comenzaba a hacer sus pinitos en unas Comisiones Obreras aún en la clandestinidad. Con el paso del tiempo nuestra amistad se fue consolidando. Solíamos tener tertulia al anochecer en La Paloma donde su propietario Ubaldo García, quien me desmiente tajante que vaya a trasladar su negocio a la cafetería San Remo en la avenida de Galícia, se unía a nuestra conversación en la que repasamos con ojo crítico la actualidad regional. Con el paso del tiempo se hizo justicia a Buján, trabajador incansable y con una destacada sensibilidad social, incorporándole en razón a sus méritos como magistrado en el año 2000 a la Sala Civil y Penal del TSJA. Pese a sus nuevos galones continuó siendo una persona sencilla y accesible habiendo ganado con el paso de los años un sentido autocrítico verdaderamente admirable. Esta mañana en cuanto me enteré de la triste noticia llamé a Málaga a un buen amigo común, Pepe Morata, para informarle. Cuanto siento el fallecimiento de José Manuel Buján y que acierto tuvo en el 2000 la Junta General del Principado cuando le propuso por sus méritos como jurista al Poder Judicial para que le nombrase magistrado como así fue. Descansa en paz, buen amigo, estoy seguro que si en el cielo te encuentras con alguna injusticia, algo verdaderamente poco probable, seguro que bajo tus indicaciones será rápidamente corregida.
Ha causado sorpresa la abstención que el diputado de Foro Asturias Enrique Alvarez Sostres tuvo ayer en el Congreso para votar el paquete de medidas restrictivas que Mariano Rajoy propuso a la Cámara baja. Me da la impresión de que entre el gallinero que es el grupo mixto y las indicaciones que recibe del jefesito al diputado en cuestión llevan camino de acabar desorientándole definitivamente. Además, como era previsible, los grupos de Aimur y de Ezquerra Repúblicana se han hecho con todos los minutos para intervenir en el Congreso por lo que si Jesús Posada, el presidente, no lo remedia deberá permanecer mudo el diputado de Foro en los cuatro años que quedan de legislatura. Vamos, el gozo de Alvarez-Cascos en un pozo. Por otra parte, por mucho que el fotógrafo de turno inmortalizase el asalto de Enrique Alvarez Sostres y de Isidro Martínez Oblanca en el hemiciclo a los ministros de Industria y Hacienda para que se firmasen los proyectos de Fondos Mineros que los socialistas dejaron listos pero sin tramitar encima de la mesa del anterior Secretario de Estado de Industria, nada han conseguido. Fernández Villa y Mino, en vez de tirarse a la yugular del ministerio de Industria, como han hecho en otras ocasiones, acudieron sumisos al despacho de Francisco Alvarez-Cascos dispuesto, eso sí, a hacer frente común con los sindicatos mineros para intentar conseguir que dichos fondos no se vayan precisamente al fondo del océano de una Administración disminuida por la crisis.
Supongo que el delegado del Gobierno Gabino de Lorenzo convocará en breve a su despacho a los dos sindicalistas. No va a ser menos que el jefe del Ejecutivo, habiendo vivido hoy Gabino su primera prueba de fuego como consecuencia del choque de dos trenes de FEVE en San Claudio con una veintena de heridos. Precisamente el próximo día 24, martes, será un día importante no solo porque la depauperada clase periodística celebrará la festividad de su patrono San Francisco de Sales si no también porque Francisco Alvarez-Cascos acudirá a la Junta General del Principado para informar de cómo van las cosas en nuestra maltrecha autonomía y en el ayuntamiento de Oviedo, si el PSOE no lo remedia, que no lo va a hacer, Agustín Iglesias Caunedo será elegido nuevo alcalde de la ciudad.
