Una años más, ¿y van?, nos reunimos en la XXXVII edición los antiguos alumnos del Colegio Santo Domingo de Guzman. Una reunión anual que sirve para reencontrarme con antiguos compañeros y amigos, aunque desgraciadamente, es ley de vida, cada año que pasa hay bajas. En esta ocasión homenajeamos a los supervivientes del curso que terminó en 1958. Fue su portavoz Manuel Arbesú, al que hacía mucho tiempo que no veía, y que dijo unas sentidas palabras en el salón de actos del colegio. Vaya, me encuentro con Manuel Hevia Carriles -hacía 53 años que no nos veíamos- En cuanto acabó sus estudios se fue a hacer las Américas y bien que lo consiguió. Lo mismo que mi querido piloñes Cándido Quiroga que junto con su hermano llevan la representación de la Mitshubisi en Santo Domingo además de ser vice presidente del Centro Asturiano en aquel país caribeño.

Como siempre no fallan a la cita compañeros de curso -acabamos el bachillerato en 1962- como Ramón Pérez, Andrés Tresguerres, Carlos Fernández Alvarez, Rafael Sariego, José Viso y, como no, Antonio Masip. En esta comida anual siempre nos sentamos juntos para cotillear. Y cada vez admiro más su fuerza de voluntad tras la enfermedad que hace unos años le afectó seriamente la movilidad. Agil como siempre en cuanto a mente me maravilla que todas las semanas, de lunes a jueves, se vaya al europarlamento en Bruselas. Escribe libros, artículos y mantiene perfectamente engrasados sus contactos de altura con el PSOE, su partido del alma. Me pregunta por nuestro amigo común, y en su caso compañero, José Angel Fernández Villa,  tan duro como él o más. Precisamente ayer mismo los del SOMA-FIA-UGT, sindicato que se ha unido con el de alimentación de la UGT, le han reelegido de nuevo secretario general. Creo que Francisco Alvarez-Cascos ha sido de los primeros en felicitarle.

Además de Antonio Masip hay otros ex alcaldes en la reunión, como Rafael Junquera de Noreña, al que veo estupendo tras vencer una dura enfermedad. Debe ser que con el tiempo uno mejora pro lo que no me explico como años atrás ganó un concurso de feos.También saludo al abogado Enrique Rozas Guijarro, que lo fue de Llanes en tiempos de UCD y a José Antonio Martínez Allende de Morcín que junto con el profesor Marcial, uno de los más emblemáticos de la enseñanza en Oviedo, camino ya de la jubilación -este es su último curso-, dejan siempre muy alto el pabellón de La Foz allá por donde van. Me alegra saludar, encontrándole muy bien, a profesor Geijo, uno de nuestros grandes matemáticos, y al ingeniero Galán. Los doctores Carlos Fanjul y Eduardo González, de otra quinta, tampoco se pierden esta cita anual y, por supuesto, el padre Basilio Cosmen que me matiza que aunque el colegio es ahora propiedad de una fundación ésta está totalmente en manos de la orden. Al padre Fermín le animo diciéndole que tranquilo, que esta temporada es la buena y el club de sus amores, el Real Oviedo, ascenderá a la segunda división en donde, incluso, podemos encontrarnos con nuestros hermanos del Sporting. Otro que se mantiene estupendo es el padre Valdés, el auténtico padre del hockey sobre patines en Asturias. Me comentan, por contra, que el bueno del Che de Proaza, al que echo de menos, ha sufrido un patatus del que, por fortuna, va recuperándose. Tampoco faltó a la cita Manuel García Linares que intenta pero no logra recuperar el monasterio de Obona. Manuel Fernández de la Cera, ex presidente del Consejo de Comunidades Asturianas, feliz con su jubilación. Ha dejado, por tanto, la docencia y la política activa, y se dedicará a viajar y escribir que es una magnífica manera de ver los toros desde la barrera. En fin, una reunión de lo más agradable. Ahora solo nos queda que el próximo jueves nos toque el Gordo de navidad que para eso la lotería que siempre nos facilita el secretario Chema Feito está bendecida por esta querida orden de enseñantes.