Hay, en estos momentos, un juicio en la Comunidad Valencia que debería sonrojar a todos los que, de alguna manera, participamos en política, ya sea como militante de base (es mi caso), ya como dirigente.
Se juzga, no si hubo tres trajes, un tigre o dos tigres, se juzga la mentira, el nepotismo, la desfachatez de, en algunos casos, la clase política dirigente y su relación mafiosa con determinados “personajes” que convierten a Al Capone en un “niño de pecho”.
En Valencia se juzga no solo a un presidente (a todo un gobierno PP), votado por el pueblo y apoyado abiertamente por el que es Presidente del Gobierno español, D. Mariano Rajoy… ¡Vaya papelón, Mariano!
Si es culpable o no lo decidirá la justicia, pero en el sentir popular ya ha sido condenado, pero no por “los trajes”, por mentir.
En política no todo vale y la impunidad de algún individuo/a, raya en lo obsceno (dejo al margen las soeces conversaciones telefónicas, si se tratan asi entre amigos ¿que no harán con los enemigos?) Es llamativo que un “Cantinflas” los haya comprado, ¡por que poco se venden!
Vienen tiempos difíciles para el Estado, el ciudadano ha perdido por completo la confianza en los políticos y todo lo que huela a “poder” y los partidos que con su “endogamia” se cierran no solo al ciudadano, y luego piden voto y confianza, si no a sus militantes, tienen que empezar a depurar personas y cargos con malas “praxis”… ¿si las hubiera? que no estamos para bromas.
Como en España no dimite nadie, hay que echarlos a empujones y ni así, algo tan simple como la ética política hay que depurarla en los juzgados.
En Asturias, se juzgara el caso Riopedre, evidentemente sin tanto “color” mediático y tanto “bombo”, habrá o no culpables pero a pie de calle queda una pregunta… En todo ello, el entonces Presidente asturiano, con todo el “ruido” que hubo… ¿No se entero de nada?
Es conveniente y además saludable que si, la Casa Real, los partidos y la “casta” política quieren que los ciudadanos volvamos a confiar en ellos den una imagen más acorde con los tiempos que nos esperan, que eso de ir de “chupi-guay” no “mola”, deben ser austeros, veraces y rigurosos en su actividad pública