Asturias se encuentra en una difícil situación tanto, política, como socio-económica, a nadie, con dos dedos de frente, se le escapa.
PP, PSOE e IU no están “a partir un piñón” precisamente con sus correligionarios del Estado. Foro con demasiados vaivenes entre españolismo y asturianismo, sin apostar por esta última opción, ha acabado por hacer que, los que creyeron en él, estén desencantados y ésto es grave.
No se puede tratar de utilizar un sentimiento, como piedra de toque, para conseguir intereses políticos propios.
Asturias, con gravísimos problemas de toda índole, está colocada en soledad ante su propia historia y debe tomar una decisión de manera inmediata. Es preocupante observar que todos los partidos políticos, esta situación, se la están tomando a broma, solo preocupados de sus propios intereses. Quien más sorprende, en este sentido, es Foro porque ha dado un “viraje” en la singladura, difícil de entender, porque los otros ya sabemos lo que dan de sí pero Foro… ¿con lo que su Presidente dijo? Deberían tomar nota del resultado electoral obtenido ante las expectativas creadas y no cumplidas.
A Asturias, y puede parecer un contrasentido, solo le queda, a pesar de los malos resultados electorales, confiar en el asturianismo y esto que a alguien le puede “sonar a chiste” es fruto de una reflexión seria y la única vía para salir de nuestra situación.
¿Qué le falta al asturianismo para conseguir sus metas? Muchos dirigentes de formaciones nacionaliegas, buenos y competentes no llegaron al ciudadano, quizá, porque su discurso era, o radical, o demasiado “blando… ¿no sé? O porque siempre antepusieron su ideología al “sentir” general, algunos tuvieron incursiones, en otras formaciones políticas, de las que salieron “escaldados” quizá pretendieron fidelizar al ciudadano hacia una Asturias que hoy día es inviable porque la realidad y las circunstancias así lo dicen.
Un día apareció un líder y con un discurso basado en la realidad de nuestro País arrastro, tras de sí, a ese ciudadano que sintiéndose profundamente asturiano es consciente que la realidad no pasa por separarse sino por conseguir y entendió que era necesario dar su confianza a un partido que apostaba claramente por Asturias hasta que el cuento se acabo y empezaron a aparecer otro tipo de intereses. De nuevo el asturianismo no ideologizado se quedo huérfano de esperanza y abrió los brazos preguntándose… ¿Por qué?
Lo que es evidente que, después de la decepción Foro, se busca un LIDER para Asturias y para el asturianismo que sea capaz, no solo de aglutinar a las distintas “tribus” (me gusta el termino y no es peyorativo) que componen el asturianismo, no el de charanga y pandereta, gaita y tambor, sino el de verdad, el serio, el preocupado por su País, más allá del folclore y que sea capaz de ser el contrapeso político (Foro lo intento pero no con las personas adecuadas, es mi opinión) para que nuestro País sea escuchado en el Estado. Un líder que sea capaz de unir, por encima de ideologías dispares, un sentimiento por Asturias, capaz de trasmitírselo a nuestros conciudadanos y una vez situado mi País donde debe estar, hablaríamos de nuestras diferencias ideológicas de derechas, izquierdas y medio pensionistas.
Asturias solo está por debajo de Dios pero por encima de cualquier ser humano incluido el Jefe del Estado. Asturias es una realidad en si misma que, para el Estado, no cuenta. Hay cuatro años por delante en los que el asturianismo debe buscar con calma pero sin descanso ese líder que tenga la capacidad de aglutinar sin derivas. De que se encuentre dependerá en buena medida nuestro futuro… ¡apliquémonos a la tarea!