Siempre he defendido el papel del grupo Masaveu en la sociedad asturiana no solo porque generación tras generación continúa apostando por nuestra tierra, tan distinto a otros que, ya sabe, coge el dinero y vuela. Y no solo también porque Pedro Masaveu, al primero de la familia que conocí, contribuyó de manera decisiva a que la Fundación Príncipe de Asturias y los premios que llevan el nombre del título del heredero de la Corona de España fueran realidad sino también porque impulsó empresas y creó puestos de trabajo no solo en el sector cementero sino, incluso, en el del arte con ese asesor de primera división que es Evaristo Arce y que ha vigilado y mantenido con su gran profesionalidad una de las colecciones de pintura más importantes de Europa. Traté asimismo al primo de Pedro Masaveu, Elías Masaveu y Alonso del Campo, todo un caballero y asturiano de raza, y menos a su prima Cristina que se colocó a la cabeza del grupo cuando falleció su hermano Pedro. Ahora conozco al hijo mayor de Elías, Fernando, quien ya en los cuarenta está llevando con buen pulso y la discreción que siempre ha caracterizado al grupo las distintas empresas, algunas de ellas batidas por las fuertes olas de la recesión económica, como las cementeras, por ejemplo. También desde hace años trato a Alicia Castro Masaveu, otrora diputada y concejala del ayuntamiento de Oviedo por el PP, y que en la actualidad ha dejado a un lado la política activa para dedicarse a coadyuvar al desarrollo del grupo en el que no solo tiene una importante participación familiar sino que desempeña la dirección general de relaciones institucionales del mismo.
Pienso que el grupo Masaveu también se ha distinguido por la contratación de buenos profesionales en cada área y la reordenación que Fernando Masaveu y su equipo han venido acometiendo en los últimos tiempos de las distintas participaciones industriales y financieras ha sido oportuna y positiva. Una de las empresas emblemáticas del grupo, en el que ya desde hace tiempo ostenta la mayoría, es el Centro Médico en su día promovido por setenta médicos asturianos y un emprendedor con visión de futuro como es José María Richard Grandío. Sus instalaciones son hoy punteras, junto a un equipo de profesionales de primera división, y el número de clientes, pese a las excelencias de los centros públicos de sanidad de Asturias cuya población prácticamente al cien por cien tiene tarjeta sanitaria pública, crece cada año. En estas fechas, tras afrontar importantes inversiones, principalmente en las nuevas instalaciones de oncología inauguradas hace solo unas fechas por el presidente del Principado Francisco Alvarez-Cascos, el Centro Médico ha remodelado su consejo de administración que queda formado por: Sociedad Anónima Tudela Veguín como presidente y José María Richard Rodríguez como vicepresidente, siendo consejeros José Manuel Antuña Zapico, Masaveu de Investigaciones y Desarrollo SL, Canbar Inversiones SLI, Richard Grandío SA, Propiedades Urbanas SA, Policlínico Centro Médico de Seguros SA y Ríoveguín SL.
Creo, por tanto, que con las nuevas instalaciones y la remodelación del consejo de administración de Medicina Asturiana SA, la propietaria del sanatorio, éste inicia una nueva etapa de expansión definitiva como mejor servicio a sus miles de usuarios. Aunque, claro, lo mejor, queridos lectores, es no tener que usarlo