Aunque no ejerza su capacidad de influencia en el protagonismo social e, incluso político, de Oviedo el Centro Asturiano, sociedad deportiva y cultural, es la mayor, heterogénea, organizada y bien admiistrada masa social en la capital del Principado.

Proceden en este mes las elecciones para la presidencia del Centro. Una entidad que, además del conjunto de servicios que da a sus asociados, acoge gran parte de las manifestaciones culturales, pictóricas, musicales, folclóricas y deportivas no ya de Oviedo, sino de toda Asturias. Y ello es así porque desde hace varios años, en los que ejerce como presidente de la entidad Alfredo Canteli, el Centro Asturiano se reafirma en su voluntad de ser la casa de todos los ovetenses, y de muchos asturianos, gozen o no de la condición de socios.

Estas líneas, que escribo, como siempre en mis comentarios, producto de madurada reflexión, tienen como objetivo transmitir a la sociedad lo que yo haría de ser elector del Centro Asturiano.

Me fijaría en el dinamismo demostrado en las a veces increíbles mejoras en los equipamientos del Centro, en especial en el capítulo deportivo, para mayores y 'guajes'.

Me fijaría en el aprecio y respeto colectivo hacia el Centro que se ha sabido ganar en estos años. Lejos de parecer, que podría, un club elitista, es algo sentido como cercano y querido por los ovetenses, e, insisto, muchos asturianos, conscientes de que es una entidad a la que son ajenos societariamente, pero no socialmente.

Me fijaría en la dedicación absoluta, fija, previsible, del actual presidente.

Y, si yo fuese socio, votaría Alfredo Canteli.

Eso sí, lo grande del Centro Asturiano es que haya candidatos, electores y elecciones. Por eso lo sentimos tan nuestru, por eso lo respetamos y por eso mismo: lo queremos.

 A ambos candidatos, y a 17.000 socios, va nuestro cariño.