La importancia de ser viceconsejero

Coincido con Juan Vega, viceconsejero de Infraestructuras -o sea, encargado de carreteras y puertos- en la entrega de los premios Libertad de Expresión que “La Voz de Occidente” que dirige David Piñero entrega cada año desde hace 11 en Navia. Juan Vega, controvertido como el que más, fue premio Libertad Expresión allá por el 2007 y le presentó el filósofo Gustavo Bueno quien, quizás acordándose del famoso oftalmólogo, no paró de llamarle Luis Vega. Al hoy vice consejero le acababan entonces de dar una paliza -aún está pendiente de juicio- en las escaleras del edificio del Colegio de Médicos de Oviedo, donde IU tiene su cuartel general, por acudir en aras precisamente de la libertad de expresión con una cámara de video en una mano y un bolígrafo en la otra para levantar acta del lío interno que tenía la citada formación política asturiana por la ocupación de los locales. Juan Vega, rebotado por sus ácidas críticas al poder constituido de los principales medios de comunicación, se lanzó a dirigir Asturias Televisión propiedad de un controvertido empresario, Rodolfo Cachero, del que nunca más, por cierto, hemos sabido, para seguidamente, dada su inquietud comunicativa, crear el bloj Comentario.tv. Y en esto llegó Fidel, quiero decir, Francisco Alvarez-Cascos y ante la sorpresa general le nombra viceconsejero de Fomento. Juan Vega es un buen comunicador, un poco inestable en sus planteamientos pero de pluma brillante e ideas fijas, probablemente como consecuencia de la influencia lunar en Proazina donde tiene una bonita casona asturiana lo que si duda a este cántabro de nacimiento le llevó a presentarse en las últimas autonómicas para alcalde de Proaza lo que no consiguió, dimitiendo de concejal ante sde tomar posesión al ser llamado a la siniestra de dios padre, o sea, de Francisco Alvarez-Cascos.

Mesiánico y nervioso Juan Vega clausuró ayer el acto de entrega de los premios de Libertad de Expresión insistiendo en que lo hacía a título personal, no como como miembro del gobierno del Principado “que luego los que ustedes ya saben tergiversan mis palabras”. La verdad es que sus palabras dejaron preocupados a la concurrencia, excepto al alcalde de Valdés José Vallejo, que es del mismo palo político que el viceconsejero. Juan Vega lanzó sobre la plácida concurrencia que “lo que está sucediendo en Asturias es muy grave”, sacando a relucir la cacicada que hizo el gobierno de Vicente Alvarez Areces cargándose su televisión querida, Asturias Televisión, para justificar lo que el gobierno del Principado pretende hacer con el ente público RTPA, esto es, meter tijeretazo por la sano “aunque no hemos despedido a nadie”. Aún, pienso yo.

Juan Vega, excelente comunicador, como digo, nos puso los pelos de punta utilizando pesetas en vez de euros para afirmar que el anterior gobierno socialista había dejado un agujero de más de 100.000 millones de pesetas; dicho así, en vez de en euros, suena más apocalíptico para añadir que en nuestra comunidad autónoma existe, precisamente, un problema de libertad de expresión, no porque el gobierno acogote a los medios, sino todo lo contrario, medios importantes acogotan al gobierno impidiendo  hacer llegar a la opinión pública sus logros. Menos mal que su jefe Francisco Alvarez-Cascos estaba en el Vaticano y Juan Vega habló a título personal bajo la atenta mirada de su esposa y de su joven jefe de gabinete. Por cierto, estoy flojo, se me olvidó preguntarle a cuantos consejos de administración pertenece ya



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