¡Que felicidad!. Ya estamos en la jornada de reflexión por lo que se han acabado mítines, declaraciones al sol y los buzones a rebosar de propaganda. Una jornada tranquila, con tiempo primaveral -aunque para mañana los meteorólogos pronostican lluvia-. El Arzobispo de Oviedo Jesús Sanz me consta que ha estado trabajando varias horas en su despacho preparando la sorpresa que tiene preparada el día 26 al Papa Benedicto XVI cuando acompañe a la Orquesta Sinfónica de Asturias a Roma que dará un concierto de música española a Su Santidad en la sala Nervi con capacidad para 12.000 espectadores además de ser televisado el concierto a 40 países con 1.500 millones de televidentes potenciales. Seguro que la TPA no lo transmite, que hay que ahorrar. Y la sorpresa es que el Arzobispo de Asturias sorprenderá al Papa pronunciando en alemán, el idioma natal de Razinger, el discurso que dará en nombre de la expedición asturiana, expedición a la que acompañarán dos centenares de asturianos y supongo que también algún representante del gobierno del Principado.
Este concierto fue concretado hace un año con motivo de cumplirse ahora el 20 aniversario de la OSPA por el entonces obispo auxiliar Raúl Berzosa, hoy en Ciudad Rodrigo, por la consejera de Cultura Mercedes Alvarez, el vice consejero Jorge Fernández León, pertenecientes a la anterior Administración autonómica, y por la gerenta de la orquesta Ana Mateo. El Papa asistirá por vez primera en la historia del Vaticano a un concierto de una orquesta española, en este caso la del Principado en la que actúan músicos de primera división y de 20 nacionalidades. El concierto será el próximo día 26 y ha despertado en medios vaticanos una gran expectación. Tengo curiosidad por ver como Jesús Sanz le dice a Benedicto XVI lo de Puxa Asturies en alemán.
Un día antes, el viernes día 25, la publicación La Voz de Occidente, que contra viento y marea viene sacando a la luz el combativo David Piñeiro desde Luarca, entregará en el restaurante “Los Olivos” de Navia los XI premios Libertad de Expresión -Que tres palabras, libertad de expresión, tan magníficas y por las que se han dado tantas vidas a lo largo de la historia-. El premio internacional será en esta ocasión para el australiano Julian Assange, el promotor de wikileaks, ahora detenido en Inglaterra y solicitada su extradición por Suecia donde le acusan de violación en un tema muy confuso ya que en muchos círculos se cree que es una maniobra de los norteamericanos para echarle el guante tras haber lanzado a la red información reservada sobre cuestiones externas e internas de los EE.UU y sus dirigentes, algo que le filtró un soldado yanqui hoy en prisión para toda la vida. Lógicamente no vendrá a recoger el premio Julian Assange pero si lo hará en su nombre una colaboradora muy cercana. También estará presente la actriz española Assumpta Serna y su esposo el actor y guionista escocés Scott Cleverdón, matrimonio muy cercado a Julian Assange. El premio nacional recae esta vez en la periodista y escritora Isabel Durán y el regional en el abogado y ex alcalde de Luarca y expresidente de la Caja Rural de Asturias Román Suárez Blanco al que tendré el honor de glosar.
Estoy seguro que el del viernes será un acto muy emotivo, lo mismo que lo fue el año pasado aunque, espero, esta vez no nos caigan encima las cataras del Niágara como nos ocurrió hace un año.
Nada mejor para rematar la jornada de reflexión que volver al fútbol -ya está bien de tanta política me dicen- de ahí que como harán Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy me sentaré ante el televisor para ver el Valencia/Real Madrid y también el Barcelona/Zaragoza, por supuesto. Mañana, votemos, aunque sea en blanco. Nada mejor para consolidar la democracia que ejercer este derecho que la Constitución nos brinda cada cuatro años. Votemos en conciencia y recemos para los que salgan logren lo antes posible sacar a España del atolladero en que está. Prometo ayudar a empujar el carro de mi país desde mi modestia más absoluta.