Estamos a pocas horas de las elecciones generales y, como era previsible, los expertos dicen que ya está todo el pescado vendido. La campaña ha sido menos intensa que en otras ocasiones, quizás por los resultados que se van a dar son muy previsibles o porque el personal está cansado, más preocupado lógicamente de la crisis y el paro que de los mítines de los líderes.
Aquí, en nuestra comunidad autónoma, al igual que en el resto del país, el bipartidismo continúa consolidándose –de hecho ya lo está desde hace varias legislaturas- y solo en las comunidades históricas aparecen brotes de partidos nacionalistas, esos a los que quiere combatir a nivel de Estado Francisco Alvarez-Cascos, principalmente en País Vasco y Cataluña.
Para los asturianos estas elecciones generales tendrán la novedad de la irrupción en el panorama político de una cuarta fuerza, la de Foro Asturias, el partido fundado a primeros de año por Francisco Alvarez-Cascos que no asumió no ser cabeza de lista del Partido Popular en el Principado de Asturias y dándoles sopa con ondas en las elecciones autonómicas hasta alzarse con la presidencia de la comunidad ante la sorpresa general y de él mismo, pienso.
Pero Foro Asturias es él y así los resultados a nivel municipal no fueron tan buenos con la excepción de lograr la alcaldía de Gijón con el sorpresivo apoyo de Pilar Fernández Pardo y su equipo popular en contra, creo, de las directrices de la dirección regional del PP que mantiene el criterio de que al enemigo ni agua, aunque hasta hace poco tiempo haya sido amigo.
Todas las encuestas señalan que por vez primera en nuestra aún joven democracia Asturias tendrá en el Congreso de la nación representantes de cuatro formaciones políticas: PP, PSOE, IU y FAC. Y los resultados, que duda cabe, van a condicionar de manera inmediata, el futuro ya de por si complicado de nuestra región y es que el objetivo de Francisco Alvarez-Cascos y su equipo de penenes, con alguna honrosa excepción, como la del docente Enrique Alvarez Sostres o el veterano Pelayo Roces, ha basado toda su estrategia en lograr grupo parlamentario en las Cortes por vez primera también en la historia de Asturias. Para ello necesitaría obtener entre aquí y Madrid cinco diputados pero las encuestas solo le dan uno en Asturias y ninguno en la capital de España; el mismo ha dicho en alguno de los desayunos informativos que ha realizado en Madrid que de no lograrlo su proyecto puede desinflarse. Eso me temo y es que hay también expertos que vaticinan que al final de la aventura volverá al redil de la derecha tradicional, o sea, al partido Popular. Personalmente lo pongo en duda conociendo como le conozco pero lo malo para Asturias es que si Mariano Rajoy va tan sobrado como dicen las encuestas no necesitará del Foro para nada y a Asturias, con FAC o sin FAC, le urge contar con buenos padrinos en Madrid para afrontar los graves problemas que aquí tenemos planteados comenzando por la actual paralización de nuestras principales infraestructuras. Si examinamos el mapa nacional Asturias es la única comunidad autónoma que como fondo de saco, geográficamente hablando, que es se está quedando aislada del resto por un déficit crónico en sus comunicaciones y mucho me temo que vamos a continuar así, viendo como nuestra población desciende, yéndose los jóvenes en busca de mejores oportunidades y envejeciendo hacia la pobreza.
A todo ello debo añadir que en un tiempo no muy lejano el actual presidente del Principado se verá obligado a disolver la Junta General y convocar de nuevo elecciones autonómicas puesto que le está resultando muy difícil poder gobernar con su minoría actual de diputados, sus escasos euros en el cajón de las cuentas regionales, la indiferencia sino hostilidad del gobierno central y la oposición de la mayoría de los alcaldes que no están precisamente afiliados a FAC. Pero también surge otra pregunta: ¿Cómo convocar elecciones anticipadas en Asturias si los resultados el domingo 20 N no le son favorables?. De momento ya ha anunciado el jefe del Ejecutivo que no habrá presupuesto nuevo mientras no se aclare el nuevo gobierno que salga el domingo de las urnas. Además, si Francisco Alvarez-Cascos y su equipo elaboran presupuestos para el 2012 hay muchas posibilidades de que la oposición se los tumbe en el parlamento regional.
Aunque las encuestas dan una cierta sostenibilidad al PSOE en nuestra tierra –tres o dos diputados frente al hundimiento en el resto de las comunidades- no olvidemos que el partido del candidato Alfredo Pérez Rubalcaba tiene un fuerte y tradicional arraigo en Asturias y una vez pase el mal trago del próximo domingo buscará recuperar sus bases sociales que en estos momentos parecen haberse ido por la izquierda a Izquierda Unida -todos coinciden en que Gaspar Llamazares obtendrá escaño- y por la derecha se irán probablemente a la abstención o a FAC –. Pocos, la verdad, creo que vayan al PP.
Tras los cuatro partidos que van a obtener representación parlamentaria están los minoritarios. Al que observo más al alza es Unión, Progreso y Democracia, el partido que lidera una siempre bien valorada Rosa Díaz y que en Asturias lleva como candidato número uno al abogado gijonés Ignacio Prendes. Por lo visto, de un diputado que tienen en la actualidad van a pasar a tres o cuatro pero logrados en Madrid. En Asturias aún están lejos de obtener representación. Han hecho una campaña modesta y hasta simpática como haciendo mini mítines en plena calle, megáfono en mano, con la participación de su único eurodiputado, el catedrático de la Universidad de León Francisco Sosa Wagner, antiguo secretario general de la Universidad de Oviedo.
En definitiva, estamos a punto de comenzar una nueva legislatura y lo importante es ejercer el derecho al voto. Un deber ciudadano, no una obligación, como forma de consolidar la democracia. Estoy seguro que así los entenderán los ciudadanos el próximo domingo
