Algunos “confidenciales” adelantan bajo secreto de confesión, que no de sumario, el contenido de los decretos que Rajoy se propone emitir al día siguiente de su toma de posesión. El equipo formado por Cristobal Montoro, Arias Cañete y Luis de Guindos, junto a un prestigioso cuadro de economistas de procedencia bancaria y de escuelas de negocios, tiene a punto diversas normativas de alcance económico que persiguen un doble objetivo: afirmar ante la opinión pública la voluntad de gobierno eficaz y también
tranquilizar a la Comisión Europea para evitar que se lance a nuevas advertencias, a plazos, o a intervenciones del estilo a las aplicadas a Berlusconi.
Rajoy recibe una herencia muy averiada en la que destaca la tasa de paro, un agujero presupuestario, la deuda de las administraciones públicas constriñendo el crédito y que además ya ha sufrido un primer reajuste de 15.000 millones de euros que Zapatero aplicó ,principalmente, a base de congelar pensiones y rebajar el sueldo de los funcionarios.
Las exigencias para 2012 se han cuantificado en otros 15000 y 20.000 mil millones en 2013.Lo tiene muy difícil el próximo gobierno para poder liberar esas cantidades sin incrementar los impuestos. Lograr mayores recaudaciones solo es posible si funciona con resultados la represión del fraude o la economía se activa en un breve plazo. También mediante la venta de patrimonio se conseguiría alguna liquidez ,pero mal asunto recurrir a las joyas de la abuela, de ahí a la quiebra el recorrido es mínimo.
Cumplir los compromisos sobre el déficit es obligación ineludible porque esa fue la voluntad del país al incorporarse a la Zona Euro, pero junto a ese deber está la primera necesidad de reducir el paro y ahí es donde se exigen las urgentes actuaciones del nuevo gobierno.
Maquiavelo aconseja al “príncipe” que el primer día de su reinado no corte cabezas ni derogue leyes, sino más bien que proclame otras nuevas. No sería prudente embarcarse las primeras semanas en la reforma a fondo de nuestro entramado laboral y poner patas arriba un escenario que puede caer por si solo con la aplicación de la normativa de Bruselas. Mucho más practico es aplicar medidas positivas, tales como la ayuda de 3000 euros en la contratación del primer trabajador por autónomos y PYMES, aplazar el pago del IVA hasta que sea efectivo el cobro del trabajo, y sobre todo apertura inmediata de líneas de crédito a favor de los creadores de empleo , tanto por el ICO como por la banca a través de una acción concertada con las instituciones financieras. Una suspensión cautelar de las ejecuciones de embargo con créditos hipotecarios, dirigida especialmente para ayudar a las familias, sería muy bien recibida por la ciudadanía y crearía un clima de confianza propicio para aguantar las reformas, realmente duras, que inevitablemente tendrán que sobrevenir en meses siguientes.
En la campaña electoral los grandes partidos hablan de consenso, pero el grado de sinceridad está muy cuestionado en los últimos tiempos y sin embargo el consenso fue el motor del cambio, de la transición, de los pactos de la Moncloa, de los acuerdos con las fuerzas sociales, de la regulación constitucional , hasta que Zapatero rompió la baraja en demasiados temas sociales y políticos.
Quienes contemplaron el debate Rajoy-Rubalcaba recordarán el mensaje final de los dos políticos con la proclamación por ambos de que España es una gran nación con capacidad para levantarse. Pues adelante y a no repetir más de lo mismo. Gobernar desde el primer día con o sin consenso, mejor con acuerdos pero sin chantajes, no vale el beneficio de los cien días, el tiempo se ha acabado, tempus fugit.
