Nuestra labor periodística - si así se pudiera llamar – comenzó en el diario “La Voz de Asturias” del pasado siglo, con sus talleres y redacción en la calle Gil de Jazz, cercana al antiguo Hospicio que se convertiría tras intensa reconversión, en el acreditado Hotel Reconquista, símbolo de reputación de primera magnitud para el Principado, y cuyos Premios Princesa de Asturias, se han acrecentado en el planeta ante su encumbrado prestigio.
Más de una vez por diversos países, al comentar que éramos asturianos, se elevaban unos bisbiseos, y alguno que otro residente exclamaba: “Ah, sí, la de los galardones de la monarquía española”.
El periodismo a mi entender, no es un oficio, al ser una pasión encendida que llena cuerpo y alma.
Estando estos días en Noreña, y teniendo una charla con Miguel Ángel Fuente, entrañable amigo de años, no podían faltar remembranzas periodísticas clavadas en la memoria, y con él salió una información que el Principado debe conocer por el significado de su valor para el periodismo astur.
En Noreña, el informativo local “El Periódicu”, una vez a la semana, dedica 2 de sus páginas a que niños y niñas puedan hacer sus propias noticias. Una decisión de amplia cuantía educativa, para que los propios neñus expresen sus inquietudes, y la comarca de Noreña las conozca y valore.
Esta magnífica idea es supervisada por Álvaro, hijo de Miguel Ángel Fuente, que fue quien contribuyó al proyecto y es el encargado del taller. Son chicos y chicas que están en la Fundación de Adepas. Quienes los conocen dicen que son adolescentes afectuosísimos y en Noreña se les trata con el cariño que bien se merecen.
Al haber comenzado uno a los 14 años a colaborar en “La Voz de Asturias” de la pasada centuria, y haber recibido en esa redacción comprensión, amistad y ejemplos para la vida que se abría ante nosotros, bien sabemos que esa apertura generosa a los jóvenes ante las páginas de un medio de comunicación, será una experiencia de enorme valía para ellos y quizá el semillero de futuros y valorados informadores.