Decía nuestro fundador, Pablo Iglesias Posse, en una de sus frases más conocidas, que los socialistas no podemos serlo para amar en silencio nuestras ideas ni recrearnos con su grandeza, sino para llevarlas a todas partes. Y este espíritu de transformación social que nos ha acompañado 142 años, desde nuestras raíces hasta hoy, ha estado vigente durante todo el año 2021.
Porque tenemos ambición de una España mejor. Estamos construyéndola y vamos a seguir avanzando. No vamos a parar hasta derrotar completamente a nuestros verdaderos enemigos: la explotación, la pobreza laboral, la injusticia, la desigualdad, la corrupción y el cinismo. Nuestros enemigos de hoy, de ayer y de siempre. Los únicos que tenemos, los únicos que hemos conocido y a los que llevamos combatiendo desde que nacimos.
Frente al pesimismo interesado y la nostalgia reaccionaria, esperanza. Claro que es posible una sociedad decente que no deje a nadie de lado. Claro que es posible una sociedad en la que los poderosos sean más justos y los justos sean más poderosos. Esa es nuestra ambición de país. Ambición por devolver la esperanza a los españoles y españolas.
Los socialistas sabemos que no es lo mismo mandar que gobernar. No es lo mismo tener el poder que ejercerlo. No es lo mismo legislar para mantener los privilegios de unos pocos que impregnar de justicia social cada una de nuestras políticas públicas.
Nosotros estamos aquí para decirles a los jóvenes que buscan una oportunidad y a los trabajadores que han perdido su empleo, a quienes la derecha hizo trabajar más por menos sueldo, que ellos son nuestra prioridad. Para decirle a los emprendedores y las familias que temen por sus sueños que ellos son la razón y el sentido de que nos dediquemos a esto y nos vamos a dejar la piel por ellos.
Por eso este partido y este Gobierno han impulsado un acuerdo histórico. Una reforma del Estatuto de los Trabajadores que supone un nuevo marco de relaciones laborales para el siglo XXI y la recuperación de los derechos arrebatados por el Partido Popular. Una reforma que ataja los dos principales problemas de nuestro mercado de trabajo: la precariedad y la temporalidad. Y lo hace para no tener que volver a elegir entre tener trabajo o tener derechos.
Un acuerdo que recupera la centralidad del diálogo social. Algo que nunca debió haberse perdido. Tras la ruptura del diálogo social y la pérdida de derechos de los gobiernos de la derecha, Gobierno, patronal y sindicatos, nos ponemos de acuerdo para sacar adelante una nueva legislación que no recorta derechos, los amplía. Que no precariza el empleo, lo dignifica. Que no carga, en definitiva, en los hombros de los trabajadores el esfuerzo de la transformación económica y social.
Esta reforma laboral viene acompañada de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para el año 2022. Unos PGE que van a ser la principal herramienta para una recuperación justa, triplicando los recursos de Sanidad en atención primaria o salud mental. Apostando por una mayor inversión en Educación y Dependencia. Unos PGE con un marcado carácter ecologista, feminista y de cohesión territorial, que avanzan en el compromiso de que todos los ciudadanos españoles sean igualmente libres. Unas cuentas que asientan la justicia fiscal para avanzar en la justicia social.
Y es que las cifras pueden parecer algo abstracto e intangible, pero detrás de cada una de ellas hay una historia, una persona, una vida. España es el primer país de la Unión Europea en recibir 10.000 millones de los fondos Next Generation EU. Nuestro país cuenta hoy con casi 20 millones de personas trabajando y el 90% de su población tiene la pauta completa frente al COVID. Cifras que importan. Cifras que trazan nuestro presente y deciden nuestro futuro.
Sabemos que ha sido un año difícil, es innegable, pero las dificultades no han frenado la agenda de reformas de este Gobierno. Hemos consolidado un Ingreso Mínimo Vital para desterrar de una vez por todas la pobreza infantil en nuestro país. Hemos aumentado el Salario Mínimo Interprofesional y seguiremos haciéndolo hasta alcanzar el 60% del salario medio. Hemos asegurado unas pensiones dignas para nuestros mayores, para que puedan disfrutar de su jubilación como merecen.
Hemos renovado el Pacto de Estado contra la violencia de género, aumentando su financiación y trabajamos de manera incansable por aprobar la ley de libertad sexual o terminar con la prostitución. Hemos aprobado la cifra más alta de la historia en becas para nuestros jóvenes, avanzamos hacia la primera ley de vivienda estatal que les permita emanciparse y pusimos en marcha la primera ley de Cambio Climático que les garantice un planeta sostenible en el que desarrollar sus proyectos de vida. Y frente a la LGTBIfobia que amenaza desde algunas tribunas e instituciones la seguridad, los sueños y anhelos de miles de españoles, leyes socialistas para no dar ni un paso atrás.
Echar la vista atrás, tomar conciencia, coger impulso. Nada de lo logrado hubiera sido posible sin cada uno de los que formamos parte de la familia socialista. Nunca lo ha sido. Porque empezamos siendo el susurro lejano de un ideal con el que generaciones enteras solo pudieron soñar y hoy somos un torrente de millones de voluntades dispuestas a hacer posible un mundo más justo y más libre.
Termina un año difícil y comienza un año más. Un año para avanzar. Gracias a todos los que lo hacéis posible.
*Vicesecretaria General del PSOE